Capítulo 26

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Nina veía a la pareja de enfrente maravillándose casi con envidia ante la perfecta sintonía de su relación, Ambos parecían sacados de una revista de moda juvenil, la pareja perfecta, hermosos y ricos, el menor sentado sobre un cómodo sillón apoyándose sobre el espaldar de este mientras movía los dedos hábilmente en la pantalla de la moderna computadora portátil, y podía adivinar también intentando no distraerse a la cercanía del mayor quien acariciaba perezosamente sus nudillos y dejaba suaves besos a través de la mandíbula y el cuello del menor, lo mantenía muy cerca con aire posesivo, se podría decir que en el tiempo que llevaba trabajando para ellos, los conocía a la perfección, el semblante blanquecino, actitud segura y dominante del mayor, que a menudo solía mostrarse relajado, más suave y consentidor con su amor al lado y la mirada brillante y soñadora, enmarcada por largas y frondosas pestañas del menor, amante del arte y la belleza, pero con una necesidad más que evidente del contrario, solían estar siempre cerca muy cerca, incluso en reuniones de trabajo mientras lideraban al grupo de sus empresas, pegados como si intentaran meterse en la piel ajena, como si nunca tuvieran suficiente del otro.

Las empresas "CJ Corporation" eran una de las pequeñas corporaciones con mejor proyección a futuro, con base central en Amsterdam y con un recorrido temporal bastante reciente de solo 5 años y sin embargo muy importante para la economía, la joven pareja había logrado aventajar y prevalecerse a su competencia posicionándose en los primeros puestos de ganancias en el mercado, una empresa seria y legal que estaba a la mira para grandes negociaciones próximas, la organización estratégica y la participación en bolsa eran llevados a la perfección por los chicos que ahora veía besándose apasionadamente. No obstante aún por su cada vez más creciente popularidad solían tener ciertas peculiaridades, no les gustaba ser fotografiados o expuestos de ninguna forma en público, no solían apegarse a nadie y mucho menos confiar en los demás con demasiada facilidad, no tenían amigos, a parte del chico alto y la chica que habían visitado la casa en una sola ocasión no habían más, y se mantenían aislados como si solo ellos dos importaran para sentirse plenos, nadie tenía idea de su pasado o de donde venían realmente, aunque por ahora parecía no importar a la sociedad y ella lo atribuía a la naturaleza de su juventud en general, celosos de su privacidad y amantes de los secretos.

Debió haber hecho algún ruido, porque de pronto se encontró con el rostro desencajado y los labios hinchados del mayor, quien levantaba la cabeza para encontrarse con su mirada.

Nina! ¿Qué haces parada ahí? ¿Qué es lo que quieres? No oculta su fastidio al ser interrumpido mientras adoraba a su principito como él a menudo suele referirse al menor.

-Amor... Intercede su compañero con cariño, se levanta completamente despeinado y sonrojado también, ¿en qué podemos ayudarte Nina? Cuestiona a la vez.

-Yo toqué joven y...

-Ignóralo Nina, ¿tienes los boletos para el viaje?

-Aquí están, le entrega el pequeño sobre hecho por ella misma, el vuele está programado para las 7:00 pm con una escala en Londres para su junta de negocios, como querían... Latinoamérica espera por ustedes sonríe empaticamente, sin percatarse que se ha puesto melancólica derepente.

-En un mes estaremos de vuelta Nina, ni siquiera tendrás tiempo de extrañarnos, responde a su sonrisa con una brillante y cálida. Confío en que la casa estará más que hogareña a nuestro regreso.

-No dude de eso joven, se da la vuelta caminando de prisa hacia la salida, entonces el menor tiene la seguridad de que evita la confrontación características de alguien que a sufrido demasiado y suele refugiarse en el trabajo, con diferentes actividades a la vez, Voy a pedir a Alexander que saque el equipaje, faltan solo dos horas y algo más para ir al aeropuerto. Y voy a prepararles algo delicioso antes del viaje también, la comida de los aviones no es buena a veces, y no quiero que estén de hambre.

-Está bien Nina, haz eso, agrega el menor, viéndola salir.

El mayor se aproxima y pega su pecho contra su espalda, eres muy condescendiente y permisivo con ella bebé susurra mordiendo ligeramente su oreja, él lucha por reprimir un jadeo.

-Ha sido muy amable con nosotros amor, eres tú quien es ...es silenciado con la boca del mayor invadiendo la suya con hambre, gime en reacción rozando su cuerpo al del mayor de forma seductora olvidándose del mundo y concentrándose en chupar la lengua y morder los labios del mayor con avidez. Dos horas eran más que suficientes para perderse del mundo y amarse con locura.

El viaje en coche al aeropuerto es extrañamente mágico, con el menor entrelazando sus dedos y acurrucándose sobre su pecho, las luces de la ciudad dotando de majestuosidad y encanto el momento, esperan en el semáforo sonriéndose tontamente, los gritos de los niños de un parque adyacente a la pista se sienten íntimos.

Todo está en orden, se tienen el uno al otro y su amor si eso es posible aumenta cada día más, no hay dolor, las culpas y vergüenzas quedaron en el pasado.

Después de la pequeña junta de negocio en Londres podrán recorrer Latinoamérica juntos en plan turista, conocer Perú, el grandioso Machupicchu, Colombia, Brasil, México visitar Argentina y probar de su deliciosa gastronomía a base de carne, tal vez Ecuador los espera, tal vez los recuerdos allá ya no le sean dolorosos, podría ser capaz de pisar aquella hermosa tierra sin sentirse asfixiado por todo el peso de sus crímenes, porque aún cuando no sea capaz de borrar sus acciones, él finalmente encontró la redención que tanto anhelaba y tiene a su alma gemela, aquella que pueda ser capaz de sostenerlo.

-Señor Cristensen. La voz de su guardaespaldas lo saca de sus pensamientos. El Joven Zachary se encargará de mantenerlo informado y yo de la seguridad de su casa, ¿es correcto?

-¿Es que quieres que te repita las instrucciones Alexander? Replica sin embargo¿No estabas prestandome atención acaso?

-Sí, sí señor, por supuesto está todo claro, es solo, yo...

El menor ríe a su lado y responde, salvándolo del bochorno y aunque no admita, regaño del mayor.

-Zab.. Zachary se encargará de todo, no te preocupes, la intención de este viaje es desconectarnos por completo así que si llamas a preguntar cualquier duda y nos mantienes informados evitas el propósito Alexander. ¿Entiendes?

El tono de la voz es calmado y amistoso, pero el mensaje es el mismo, no queremos ser molestados.

-Sí James, todo claro. Le muestra una tímida sonrisa como disculpándose, llegan al aeropuerto y él se despide.

-¿En qué piensas bonito? Cuestiona el mayor mientras asegura los cinturones de seguridad de ambos asientos en el avión y el menor se acomoda, apoyando la cabeza en su hombro.

-En nosotros. Responde. En que para descubrirnos y vivir primero tuvimos que morir. Cristensen, Christopher... Mi amor.

-...James, Joel, mio... Te amo.

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Alexander tiene 24 años, alto, en forma, tonificado pero no demasiado musculoso y de un rostro muy atractivo. Quedó huérfano a los cinco años y una vecina de sus padres, se hizo cargo de él, a pesar del amor y la dedicación de Nina tomó malas decisiones a lo largo de su vida, un historial criminal muy amplio pero hace dos años, cuando se arrastraba por las frías calles de Amsterdan con varias heridas de bala en el cuerpo, James Morguenstain lo salvó, ha vivido desde entonces para cuidarlo y daría la vida por él sin dudar un segundo. Un mes sin verlo será en definitiva difícil pero está decidido a enfocarse en su trabajo, hará las cosas a la perfección para que James esté orgulloso de él, el día anterior la pareja comenzó su viaje, salieron de Londres y no quieren ser molestados, con eso en mente se dispone a ir a la empresa, recorriendo en auto la propiedad CJ que está alejada considerablemente de la ciudad, rodeada de árboles, un río y mucha contacto con la naturaleza y a la vez resguardada por material de última tecnología y hombres de seguridad altamente entrenados. Es por ello que se sorprende cuando a la salida se encuentra con un hombre que pregunta por Christopher y Joel, el visitante tiene los ojos verdes y el aspecto sereno.

A la respuesta de que no hay nadie con esos nombres viviendo allí, el chico sonríe, le guiña el ojo, se sube al carro y se va con un Ya nos veremos por ahí chico rudo, desapareciendo por el horizonte.

FIN.

Descubriéndonos (Virgato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora