14.

112 8 0
                                    

Capítulo 14:


JANE

Guardé todos mis libros en mi bolso y la colgué en mi hombro. Meredith y yo estuvimos a punto de salir del aula, pero la profesora de cálculo nos detuvo.


—Quédense un momento, chicas. Por favor.


Algunos de nuestros compañeros nos miraron con curiosidad, pero les importó poco y salieron del salón de clases. Mi amiga y yo nos miramos con confusión, y nos acercamos al escritorio de la profesora aún con nuestras mochilas colgadas.


—Quiero felicitarlas por el excelente reporte que me entregaron. Muy buena letra, limpios, buena presentación, y los problemas muy bien hechos. Por desgracia, algunos de sus compañeros, copiaron solo el resultado, sin poner una justificación del problema. Sin embargo, el suyo estuvo excelente. Las felicito, chicas.

—Muchas gracias, profesora. —Meredith sonrió.

—Tienen un 10 en el reporte, y como veo que ambas son muy buenas en la materia, el siguiente reporte no lo tendrán que hacer. Es sobre el mismo tema, pero les exigiré un poco más para que tengan una mejor calificación. Siéntanse libres, que ustedes no tendrán que hacerlo.

—Aprendí de la mejor, maestra. —Mer me señaló, y yo sonreí tímidamente—. ¿Eso es todo?

—Eso es todo. Aquí tienen su reporte y, una vez más, felicidades, chicas.

—Se lo agradecemos mucho, maestra —hablé, tomando la carpeta—. Nos vemos mañana.

—Que tengan un buen día.


Meredith y yo salimos del salón, solo para darnos cuenta de que algunos de nuestros compañeros de clase nos veían con mala cara. Yo me sentí un poco intimidada, al contrario de Meredith, que, a pesar de todas las miradas que estaban sobre ella, caminaba como si nada a su alrededor existiera.


—Aiden y yo queremos salir al parque hoy, y también le dijimos a Dean, así que te decimos antes de que te invite. —Rió, ignorando a la gente que nos miraba.

—Está bien. Doy gracias que ya es el último día de la semana y que no tenemos ningún deber para el fin de semana —mencioné mientras caminábamos a la salida.

—Y agradecer que tuvimos un 10 en el reporte de cálculo —agregó.

—Cierto —afirmé.


Nos dirigimos al auto de Aiden, donde nos esperaban él y Dean recargados en éste. Cuando lo vi, no evité pensar en lo que sucedió ayer en mi casa. De un momento a otro, olvidamos el problema que se había formado entre nosotros, e incluso nos besamos. De tan solo pensarlo, mi piel se eriza por completo, y mis mejillas se tornan rosadas.

Mi amiga se acercó a su novio y lo abrazó mientras se besaban. Por otro lado, yo me acerqué tímidamente a Dean.


—Hola —saludé en lo que le daba en beso en la mejilla en forma de saludo.

—Hola. —Sonrió sin mostrar sus dientes—. ¿Cómo estás?

—Bien, gracias. —Asentí.

—Sobre lo que sucedió ayer...

—¿Qué hay con eso?

Venganza SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora