Destino Alterado

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Cuando abrieron los ojos se encontraban en un lugar bastante sombrio, parecía un pasillo de algún catillo medieval.

- ¿lo logramos? - preguntaron ambos, pero al sentir una presencia acercarse se escodieron detras de una gran columna qué comenzaba desde el pulido mármol hasta el altísimo techo.

Un hombre de cabellos alborotados de color negro y una banda roja atada a su frente caminaba con dificultad, estaba muy mal herido, tras él, un camino de su propia sangre relucia en el piso.

- Goten, se parece a tu papá - murmuró el ojiceleste.

-si, ¿tu crees que sea...? ¡¡Hay que ayudarlo!! - gritó y salió de su escondite, el hombre habia caido en el suelo inconsciente.

- Kakarotto... - murmuraba, su subconsciente le mostraba varias imagenes de un pelipalmera en diferentes etapas de su vida - ¡el planeta! - abrió los ojos como platos, la última vision habia sido de Vegita siendo destruído por el mismo Frezzer.

-señor, ¿se encuentra bien? - preguntaron ambos niños viéndolo con preocupación.

-Kakarotto... El planeta... - Intentó ponerse en pie, pero perdió el equilibrio, afortunadamente el ojinegro lo alcanzó a sujetar antes de que cayera.

- ¿quienes son ustedes? Ustedes no son saiyajines - afirmo en un jadeo al darse cuenta que les faltaba la cola y que uno de los tenia cabellos lilas llamativos en vez del tipico negro brilloso.

- señor, no se encuentra bien, debe descansar - dijo Trunks tratando de convencerlo.

-no puedo, el planeta va a explotar... Frezzer... Tengo que avisarle a los demas... - y sacando fuerzas de lo mas profundo de su ser, logró ponerse en pie y comenzo a caminar lo mas rápido que su lastimado cuerpo le permitía.

- entonces lo ayudaremos - se apuntó enseguida Goten.

Los niños lo seguian, pero él no les prestaba atención, en esos momentos lo primordial era salvar a su raza.

Cuando el mayor se detuvo, ya habían llegado a lo que asemejaba un burdel, llamando la atención de todos los presentes.

-escuchen, no lo repetiré dos veces, el gran Frezzer se dirige hacia aca, y viene a destruir el planeta - al escuchar aquello, el lugar quedo en silencio, pero lentamente se llenó de murmullos que acabaron en risas burlonas.

-Bardock, ¿estas bien? No digas tonterías, el gran Frezzer nunca nos haría eso - alguien gritó provocando mas murmullos.

- ¡es cierto! - grito el menor enojado, con razon se habian extinguido - si no le hacen caso moriran todos - rápidamente todas las miradas se posaron en él, nadie lo iba a tomar enserió, después de todo era solo un niño.

- ¿no dijiste que tu hijo acababa de nacer? - preguntó un soldado que estaba cerca de los tres al ver el gran parecido de los pelipalmera.

- ¡eso no importa! Si ustedes no harán nada yo si, no me quedare con los brazos cruzados - él ya se habia fijado en el cabello del menor, pero no era momento de jugar al detective.

Bastante molesto salió del castillo junto a los menores y para su desgracia, el cielo sombrio estaba cubierto de soldados del escuadron del lagarto, lo que significaba que sus premoniciones eran verdad.

La primera explosión impactó contra el territorio saiyajin, pocos guerreros habian salido de sus moradas solo para ver la desastroza escena, la mayoría quedo paralizado al ver la nave de los invasores, pues no se trataba de otra mas que la del demonio de hielo.

Y aun sabiendo que perderian su orgullo, se obligaron a combatir.

- Trunks, no podrán ganarles - susurró el ojinegro.

Un Lugar Para EscaparDonde viven las historias. Descúbrelo ahora