Prohibido Enamorarse [Seulmin]

>>8<<

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Estuvieron mirándose fijamente a los ojos uno al otro por casi un minuto hasta que los ojos de cada uno se desviaron involuntariamente hacia los labios del otro.

-Bueno sigamos, te dejaré ganar esta vez- dijo Jimin rompiendo la tensión al darse cuenta de lo que pasaba.

'¿Que rayos fue eso?'

-Como quieras- La castaña estaba completamente ruborizada.

Jimin cumplió su palabra y dejó que ganara las tres partidas siguientes o al menos eso parecía pues el momento anterior lo había desconcentrado.

-Tengo hambre- dijo SeulGi frunciendo el ceño.

-Estamos en tu casa-

-Oh es cierto, la costumbre- los dos rieron.

SeulGi se levantó de su asiento y se dirigió a su pequeña cocina para revisar en la alacena buscando algo para comer.

'¡Yoghurt de fresa! Oh, es cierto es intolerante a la lactosa. Mmm... ¡Palomitas¡

-Hay palomitas- dijo fuerte desde la cocina.

-¿De que tipo?-

-Con extra mantequilla ¿te gustan?

-Si- se levantó del banco en donde estaba -Yo las hago tu siéntate-

-Eres mi invitado, no te dejaré- dijo cuando Jimin ya estaba entrando a la habitación.

-Pero yo te quiero ayudar- dijo tratando de quitarle el sobre de las manos.

Comenzaron a jugar intentando quitarse la bolsa de palomitas en medio de la cocina, hasta llegar a hacerse cosquillas uno al otro. SeulGi le arrebató la bolsa de las manos y alzó su brazo inútilmente, pues Jimin era de baja estatura pero aún así más alto que ella. El pelinegro se recargo en los hombros de su amiga haciendo que está retrocediera hasta que la barra de la cocina la hizo parar. Así que la posición en la quedaron fue algo así: SeulGi casi sentada sobre la barra, las palomitas en mano y el brazo hacia atrás, Jimin enfrente de ella con la mano izquierda sobre el hombro derecho de su amiga y el otro brazo estirado intentando alcanzar las palomitas. En resumen era un abrazo raro.

-Dejame hacerlas, por favor- dijo Jimin con un puchero.

-No caeré en tus trucos, además, como si nunca hubieras preparado palomitas en tu vida-

-Me gusta el sonido que hacen- respondió el pelinegro sonriente.

-¡Pop!- SeulGi comenzó a imitar el característico sonido y al mismo tiempo con su dedo picaba la mejilla de Jimin.

Los dos comenzaron a reír y Jimin aprovechó que SeulGi se descuidó para estirar su brazo quitarle el sobre. La castaña reaccionó rápido e hizo aún más hacia atrás la bolsa, quedaron en la misma posición anterior pero esta vez sus rostros estaban a centímetros, y justo como unos minutos antes, los ojos de uno se desviaron involuntariamente a los labios del contrario.

-¿Que estamos haciendo?- preguntó Jimin.

-N-no lo sé, di-dímelo tú- respondió SeulGi con sus mejillas rojas -No hablaremos de esto a nadie ¿cierto?-

-Pues... No ¿Por que?-

-¿Me vas a perdonar?-

-SeulGi de que estas ha...-

La castaña tomó suavemente las mejillas de su amigo y se acercó aún más a el hasta lograr que sus labios se tocaran en un beso que duró 5 segundos. Al separarse SeulGi seguía tomando sus mejillas pero no decían nada, solo se miraban fijamente como si fuera lo único importante.

-¿P-por que hiciste eso?- dijo Jimin susurrando.

-Ni yo misma lo sé, perdoname- SeulGi inclinó su cabeza.

Inesperadamente Jimin le dio un fuerte abrazo que hizo que los dos cerraran los ojos con fuerza y volvió a la habitación, tomó su celular que lo había colocado en una pequeña mesa a lado de la televisión y se fue. SeulGi confundida y sin saber que pensar después del acto de su amigo entró a su cuarto y se sentó en la cama para luego dejarse caer de espaldas en esta. Entró un mensaje a su celular:

{Te veo mañana, adiós]

'¿Que está pasando? ¿Acaso de nuevo esta actuando como si nada pasara? ¡¿Por que es así?! Bueno, al menos no me mandó a la mierda'

Suspiro, cerró sus ojos y dejó el celular a lado de su cabeza
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