Aventura en el almacén

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Al llegar al centro comercial, los tres bajaron del auto. Jared tomó de la mano a su pareja, Tom tomó de la mano a Jared. Cualquiera que los viera pensaría que estaban los tres juntos o unidos por una causa.

Jared y Tom parecían en una dulcería, todo les llamaba la atención y corrían de un lado a otro sorprendiendose por lo que encontraban. Llamaban la atención de cualquiera que estaba cerca, no solo por su actitud sino también por su exagerado atractivo. Aunque a muchas les llamaba también la atención el rubio que corría atrás de ellos para regañarlos.

Al fin, después de una hora, Jensen logró que llegaran a la tienda de ropa donde quería llevarlos. Había mucha diversidad ahí y sabía el humano que era de calidad, así que no pudo pensar en una mejor tienda.

Los muchachos entraron y comenzaron a curiosear todo a su alrededor.

-De acuerdo, iremos por secciones, siganme y no se separen de mí -Ordenó el rubio. Los angelitos obedecieron aunque sus cabecitas todavía miraban en distintas direcciones al caminar. Llegaron a la sección de camisas -Escojan 10 camisas que tengan botones... -Dijo Jensen enseñandoles un ejemplo de camisa de vestir - ...Y escojan 10 camisetas -Mostró un ejemplo de una camiseta -Cuando ya las tengan, irán a los vestidores -Señala la puertecita de los vestidores -Ahí se probarán la ropa para ver si les queda bien, yo seré el juez -Dijo sonriendo el rubio

Los angelitos asintieron y comenzaron a caminar por el área, Jensen se fue a los vestidores esperándolos, aunque en el camino vio una camisa de vestir que pensó se le vería agobiantemente atractiva a su angelito. Tomó la camisa y la llevó consigo.

Al llegar a los probadores una señorita lo recibió con una sonrisa demasiado amplia.

-Esa camisa le quedará muy bien, señor -Dijo ella mientras se arreglaba su uniforme.

-Gracias, pero no es para mi -Respondió cordial el empresario

-Que lástima, usted la luciría muy bien -Dijo ella mostrando su revelador escote

-Pienso que mi novio la lucirá mejor que yo -Dijo él disfrutando como la cara de la chica cambiaba a una de sorpresa. Ella le sonrió y asintió mientras se quedaban callados, ambos se sentían algo incómodos. Después de unos minutos ella optó por entrar a los vestidores para ver si alguno de los cubículos necesitaba limpieza, perdiéndose en ellos.

Jensen sonrió para sí mismo. Sin embargo, después de 30 minutos ya no tenía esa sonrisa ¿Dónde estaban los ángeles? Se estaba impacientando cuando vio a los chicos con una montaña de ropa en sus brazos.

-Tardaron mucho -Dijo el ojiverde tratando de ayudar a Jared

-Muchas opciones, demasiado abrumador -Respondió el castaño.

La chica que anteriormente había tratado de coquetear con Jensen volvió para atender a los chicos.

-¿Cuántas prendas traen? -Le preguntó a ambos chicos.

-20 cada uno -Respondió el humano

-Solo pueden pasar 10 a la vez, reglas del almacen -Dijo ella chequeando los rostros de los nuevos clientes -Pero pueden dejar el resto en esta banca y venir por ellas cuando necesiten

-Gracias -Dijo Ackles mientras ponía la ropa de Jared en un lado de la banca, luego le indicó a Tom que pusiera su ropa al otro lado de la banca -De acuerdo, descartaremos algunas aquí... -Dijo el empresario mientras urgaba entre la ropa escogida por su novio -¿Jared? -El angelito lo miró expectante -¿Por qué traes 5 camisetas iguales y del mismo color?

-Gustarme -Respondió feliz el castaño

-Lo entiendo, pero ¿Por qué tantas?

El angelito se quedó pensando un momento y luego se encogió de hombros. Jensen negó divertido mientras sacaba 4 camisetas iguales, quedándose solo con una. Buscó más ropa para descartar, quedándose en total con 13 prendas, ya que algunas eran la misma camisa solo que en distintos colores o algunas solo eran muy feas como para Jen permitir que su novio usara eso.

Luego el humano vio la ropa de Tom de quien descartó 5 camisas, exactamente por los mismo errores que Jared, y una la descartó porque era de mujer lo cual le hacía preguntarse porqué una blusa de mujer estaba en esa sección pero ya que.

El humano ordenó a los angelitos a entrar a los cubículos y miró como les quedaba la ropa cuando éstos salían, algunas camisas tenían que cambiarse por la talla pero aparte de eso, los alados no tenían tan mal gusto.

Para ahorrarse tiempo, el rubio escogió las últimas prendas de ropa que les hacían falta para completar las 20 cada uno. Enviaron todo a la caja para dirigirse a la sección de pantalones.

-¿También escoger 20 prendas? -Preguntó feliz Jared a la vez que Tom se emocionaba también

-No -Dijo sonriendo -Esta vez yo escogere pero ustedes tienen que decirme que les gusta.

Emprendieron los 3 esa aventura, fue difícil jugar con las tallas y con los llamativos gustos de Jared pero puede decirse que se ahorraron tiempo.

Todo fue a la caja también, también boxers y calcetines.

Solo faltaban zapatos, el rubio suspiró cerrando sus ojos y acariciando su tabique porque estaba cansado, tenía hambre y escuchaba las pancitas de los ángeles gruñir también pero tenían que terminar y pronto serían libres 👐

-Bien chicos... -Jensen dejó de hablar al notar que su novio y su mejor amigo ya no estaban con él -Ah, excelente, lo que faltaba -Dijo sarcásticamente comenzando a buscar a los jóvenes traviesos

Antes de irse de esa sección, recordó que Jared era de la misma talla que él y que a Tom los zapatos de él le quedaban flojos (que se le salían, holgados, no sé como se diga en otros países xD), así que pidio zapatos en su talla y zapatos una talla menos, luego si se dirigió a buscar a los alados.

Después de recorrer el almacen completo, solo faltaba la zona de dulces. Al acercarse miró que en el mostrador de dulces habían como 6 bolsas llenas completamente de gomitas zurtidas, todas selladas con un lazito (como cuando en bolsitas ustedes ponen gomitas que les dan a escoger, así ). Se acercó más y pudo ver a los angelitos moviendo sus puños en el aire y diciendo energéticamente "más, más, más...", Jensen suspiró nuevamente.

-¿Por qué no me avisaron que se irían? -Dijo acercándose a ellos

-¡Más! -Gritó Tom a Jensen, sorprendiendo al rubio quien lo miró desconcertado

-No, Tom -Dijo Jared tomando a su amigo y haciéndolo a un lado -Tom saber decir más -Dice feliz Jay

-Así veo... ¿Qué hacen aquí? ¿Todo lo del mostrador es suyo? -Preguntó mirando a la señorita que ponía más gomitas en la bolsita que tenía en las manos -Disculpe, es suficiente

-¡MÁS! -Gritó de nuevo Tom señalando las gomitas

-Se enfermaran si comen tantos dulces - Les dijo a ellos. La señorita dejó de poner dulces y los miró extrañada, llegó al mostrador donde pesó y les puso precio a las gomitas.

-En caja tengo ropa que llevaré, déjelo ahí, por favor -Pidió Jen a la señorita quien obedeció. Luego miró a los angelitos seriamente -No vuelvan a alejarse de mí, ¿De acuerdo? -Ambos ángeles asintieron, Jared avergonzado, Tom lo hizo por imitar a su mejor amigo.

Cuando al fin el rubio pudo sentarse en el asiento delantero de su auto, no sin antes pagar todo y de alguna manera transportarlo a su auto y guardarlo como pudo; fue ese el momento en que finalmente pudo descansar. Cerró sus ojos un momento, al abrirlos vio que su novio estaba dormido en el asiento delantero, mientras que Tom se había quedado tendido en el asiento de atrás, durmiendo también.

También fue ese el momento en que se dio cuenta que Jared lo valía todo. Observó su angelical rostro lleno de tanta paz, no pudo evitar acariciar su carita. Jay inconscientemente se inclinó hacia el contacto. Jensen jamás se imaginó en una situación semejante, no pensaba tener esa paciencia, es posible que nadie logre que sea así de paciente excepto Jared. Tomó de la mano a su ángel y jugó con sus dedos, ¿Qué sería de él cuando el castaño volviera a casa? No solo extrañaría a morir a su novio, sino que él como persona volvería a ser lo que era antes. Hace una semana jamás se imaginó que su vida cambiaría de esa manera y que sería el típico hombre que solo quiere estar bien y feliz con su pareja, quien nunca pensó que sería un hombre, más bien, un ángel. El rubio nunca había creído en el destino, Jared cambió eso.

El verdadero problema era: ¿El destino los quería juntos?

Mi pobre angelito {Padackles, J2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora