15 minutos para que el tsunami toque tierra.
El sonido estridente de una explosión violenta a lo lejos interrumpió a Dani, todos lo escucharon y voltearon al lugar de donde parecía provenir el humo, cuando logré escuchar que en la radio portatil que cargaba Dani, una voz conocida exclamó:
―¿Escucharon eso?, provino del área donde se encontraba "Heat"―Suponía que ese debía ser el nombre de pila del chico que descubrió primero que todos sus poderes, el chico con pyrokinesis. Ahora cobra algo de sentido.
―Claro, aquí "flash región 4" digo "Speedster boy". Estoy con el equipo omega―dijo al sacar su radio del bolsillo mientras veía el lugar donde salían las llamas. Francamente no puedo creer cómo es que hace chistes en momentos como estos.
―!¿Qué demonios haces allá?, estamos intentando frenar la ola y tú estas jugando¡―replicó aquella voz radial desde el aparato, esa fue la voz de Jorge, quien parecía ser el que dirigía a el equipo alfa.
―Solo fue un momento, además, iré a investigar la explosión―aclaró Dani con un tono ligeramente molesto.
―No, te necesitamos aquí. Envía a algún otro tarado de omega y vuelve acá―entonces Jorge finalizó la comunicación de su lado y el joven Dani me miró de una manera condescendiente. Aunque al parecer nadie más había escuchado eso, aparte de mí, si fue un poco insultante, aunque... yo ya estaba acostumbrado.
―Lo lamento...― me miró con una mirada culpable mientras tomó impulso, sus ojos se volvían naranjas, volvió a ponerse los anteojos de viento y se fue corriendo a una velocidad, francamente, impresionante.
Suspiré, observando el reloj, el tiempo me aplastaba y aún quedaban unas cuadras por asegurar, ya no sentía muchos animos y aún me encontraba preocupado y angustiado por aquella explosión.
―¿Sabes la causa de aquella explosión?―volví a escuchar a esa voz en mi cabeza, ciertamente, ese tipo de comentarios no eran típicos de aquella voz hasta entonces.
―No―le respondí a aquella voz en mi cabeza para intentar disimular un poco la aparente esquizofrenia, no soy tonto, conozco los transtornos mentales y tengo miedo de que esta se desarrolle y se vuelva peor.
―¿Te gustaría saber?―entonces noté que Marco me estaba mirando de manera extraña, realmente no me había dado cuenta de su presencia hasta ahora, quizá fue por que él estaba ocupado ayudando a retirar los escombros. De golpe recordé que él podía leer mis pensamientos, mis ojos se abrieron en señal de sorpresa, aunque traté de disimularlo un poco de manera inutil, él sabía todo lo que yo estaba pensando.
―No lo hagas leo―me imploró por el pensamiento el joven telepata, mientras se volvió hacia atrás para disimular.
No le hice mucho caso, honestamente, no creí que fuera una pregunta de gran importancia,así que sin pensarlo mucho, murmuré:
―Si.
Mi corazón se aceleró de pronto, comencé a hiperventilarme , mis manos comenzaron a sudar y mis ojos se tornaron de un color naranja intenso. Caray, enserio estaba agitado.
―¿Recuerdas a aquella niñita?, esta es tu oportunidad de salvar una vida―escuchaba a aquella voz en mi cabeza y, aunque me pareciera extraño y me daba una sensación de inseguridad, no iba a dejar que otra vida se desmoronara si estaba en mis manos el impedirla.
―Conozco tu historia, tus pensamientos y sé que no eres una mala persona, solo no puedes dejar...―no estaba dispuesto a escucharlo más tiempo en mi cabeza, quedaba poco tiempo para que tuvieramos que abandonar la ciudad, los rescatistas y paramedicos ya se encontraban evacuando, por lo que simplemente salí corriendo.
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Singularidad
Ciencia FicciónLeonardo, un chico tímido e introvertido de tés morena, cabello alborotado, cuerpo atlético y un gusto nato por el universo y el mundo científico se encuentra perdidamente enamorado de Madeline, una joven inteligente, tímida y con un gran gusto por...