Capítulo cuatro.

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Fueron tantas las razones de Milk para enamorarse, o mejor, para condenarse a Goku en un sentimiento que la apresa tras las rejas de los dictámenes de su corazón, pero mayores son las que amenazan con hacer lo contrario.

Si el destino sabía que terminarían de esa forma, prensados uno al otro por lo invisible pero alejados por motivos físicos, ¿por qué ha de juntarlos?

Probablemente, el destino propio no se involucró entre ellos, sino que la mera casualidad los unió, siendo está misma lo que los separa.

Empero, ella no quiere eso. Milk desea ordenar las piezas con el objetivo de remendar las cosas.

Sabía que carecía de una pieza fundamental, pero lo que no tenía en cuenta era que esa pieza era algo que ella padecía.

Goku sí lo sabía.

La resaca del rompecabezas, pero el avistamiento de su imagen.

Con el filo de la flor // Dragon Ball AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora