Capítulo doce.

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Si bien su amor era más desastroso que una tormenta en Júpiter, su fuerza de atracción era mayor que la de un agujero negro.

Y Goku duplicaba la gravedad de uno.

Dejando en el olvido tanto sus heridas emocionales como las físicas mostradas por sus frágiles manos, Milk se fue de lleno en dirección al lugar de encuentro entre lo que solía ser su pareja y aquella mujer de hipnótica voz. Siguió el débil rastro de él, siendo guiada hasta una habitación, en donde Goku fue recibido por una mítica dama de mechones azules, cuyo cuerpo cubierto de una bata blanca, realzaba una figura que derrocaba a la suya.

Él se introdujo en el lugar, y antes de que la puerta se diera por cerrada, ella azotó contra está, entrando sin previo aviso y dejando a ambos sin aliento.

Gritos se oyeron desde el silencio, donde preguntas hacían el papel de resaltadores.

—Explícame, Goku.

—Milk... estás enferma.

—¡Si el amor es considerado una enfermedad, entonces sí!

—No, Milk. Estás enferma.

Próximo capítulo: Final :c

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Con el filo de la flor // Dragon Ball AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora