Capítulo seis.

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—Debes ser fuerte, Milk —cantó él, yéndose y dejándola.

Tres palabras que pretendían disfrazar la verdad que se escondía tras Goku. Que gritaban a los cuatro vientos que a su cuento se le veía el desenlace.

Él le pedía que reuniera las fuerzas suficientes, pero ella carecía de un lugar exacto para sacarlas.

Sin embargo y algo de lo que Milk era ajena, es que ella no era la única que necesitaba ser fuerte en estos momentos, pues, Goku era quien más se desvanecía, por increíble que suene.

¡Milk, debes a ser fuerte! ¡Milk!

Volvieron a resonar en su mente, pero esta vez en forma de exclamación y como recuerdo fugaz de un suceso remoto.

A la deriva de su debilidad, cayó rendida ante el sueño.

La oscuridad de la siesta, pero la visión que nos muestra.

Con el filo de la flor // Dragon Ball AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora