Capítulo siete.

567 71 0
                                    

¡Debes ser fuerte, Milk!

Una vez más. Esa frase...

Resiste.

Pese al movimiento abrupto del vehículo en el que era trasladaba y al hecho de tener casi todos sus sentidos apagados, los oídos de Milk aún recibían algunos de los sonidos, entre ellos las incesantes súplicas que Goku le hacía a gritos y con desesperación.

Lo próximo que divisó fue una blanca habitación de hospital en la que yacía acostada sobre una camilla. Sus fosas nasales captaron el aroma a químicos y medicamentos, y sus oídos la noticia de que se había desmayado.

Despertó debido al sonido de la puerta abrir y cerrarse. Goku se había ido de nuevo, abandonando su existir ahora con esta alusión que recién impactó su mente durante el sueño.

Con el filo de la flor // Dragon Ball AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora