09 Conversación en el Muro

175 3 0
                                    

Rachel

Nos encontrábamos en el borde del muro mirando las flores. Intentando olvidar aquel incidente tan traumático.

Ya habían pasado 5 días y el ambiente dentro de la casa no estaba muy relajado que digamos.

A las horas de comida las conversaciones eran muy escasas y cortas, casi no había conversaciones.

Nos ignoraban. Cuando nos encontramos con alguien, independiente de quién sea, éste bajaba la cabeza y se iba a otro lugar, como si fuera pecado hablar con nosotros.

Pero para eso estábamos en el borde del muro, para (como dije anteriormente) olvidar el traumático incidente, para escapar de estos momentos difíciles y perdernos en nuestros pensamientos.

-Primo ¿Te puedo hacer una pregunta?

-Me acabas de hacer una.

-¿A sí?

-Sí.

El siempre es así. Nunca me deja hacerle preguntas fácilmente y me cuesta mantener una conversación con en él, pero actualmente es la única persona con la que puedo hablar así que seré directa.

-¿Qué opinas del muro?

-¿A qué viene eso?

-Curiosidad de mujer.

-Yo no tengo opinión. Y sí tuviera sería secreto de hombre.

De nuevo esquivando mis preguntas, realmente es irritante hablar con él ¿Y por qué dice que no tiene opinión?

Realmente no sé si en verdad comprendo la mentalidad de mí primo.

-¿Por qué dices que no tienes opinión?

-No puedo opinar acerca de algo que no conozco.

-¿Quieres decir que no conoces el muro?

-Solo conozco este lado- Apoyó su mano en el muro- ¿No?

-Sí, pero...

-No conozco el otro lado y eso quiere decir que no conozco el muro al cien por ciento. Y no puedo opinar de algo que no conozco al cien por ciento.

A veces pienso que aunque yo sea mayor (solo por 4 meses) él es el doble o triple de inteligente que yo.

-¿Por qué siempre contestas de esa forma o esquivas mis preguntas?

-Yo no las esquivo.

-Entonces responde claramente.

-¿Por qué debería?

-Porque yo siento que mientras más hablo contigo menos te conozco.

-Pues entonces preguntame algo y lo responderé lo más claro posible.

Era mi oportunidad de preguntar lo que se me diera la gana. No podía desaprovechar esta oportunidad.

-¿Por qué tienes esa obsesión con el muro?

-Yo no tengo obsesiones- Dijo a la vez que se agachaba y arrancaba una flor color rosa del suelo.

-¿A no?

-No.

Tomé aire, coraje y le grité.

-¡¿Por qué siempre estás interesado en saber que es lo que hay al otro lado del muro?!- Ya estaba harta de sus evasiones y respuestas en forma de pregunta.

-Porque me siento como ganado.

Miró la flor color rosa que llevaba en su mano y me regaló una sonrisa.

-Ahora creo que me conoces un poco más ¿No?

Sinceramente cada vez lo conozco menos.

TransmutaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora