Transmutación

10 Caza en el Muro

Niko

Llevamos ya cómo media hora caminando y mis pies están hechos pebre.

No sé si lo he explicado pero el muro es irregular, no es cuadrado ni circular, no tiene forma definida.

Solo... es el muro.

Ya que es irregular dependiendo de la dirección en que vayas te puedes demorar más ó menos.

Por ejemplo el lado por donde ví a "eso" y donde estaba el hoyo es el lado que más cerca queda de la casa y la dirección por la que voy ahora da al lado que queda más lejos de ésta.

En fin.

Lo importante es que mi padre me invitó junto a Rachel a cazar al "Lado lejano" dónde se encuentra nuestra principal fuente de comida. Los sabrosos y nutritivos venados.

No es que nos guste cazarlos, pero sí comerlos.

¿Y sí no nos gusta cazar por qué vinimos?

Simplemente curiosidad de primos. Queremos saber cómo se cazan los venados.

-Ya falta poco no desesperen. Ya podemos ver las flores de los bordes del muro- Apuntó con su dedo hacia el horizonte dónde rebuscado un poco entre medio de los árboles efectivamente se veían las flores del borde.

-Willy creo que me están saliendo callosidades en los pies- Dije.

-Te he dicho que me digas papá.

-Ay Willy, sí da lo mismo- Dijo Rachel.

-Y tú dime tío.

-Willy, parece que tienes una pequeña obsesión con que te llamemos por tú sustantivo común.

-Ja Ja. Muy chistoso Niko- Dijo con tono sarcástico.

-Ves. Tú tampoco me dices hijo- Respondí.

-Ya, da igual.

-Ves Willy te dije que daba lo mismo.

-Cállate Rachel.

Caminamos unos quince minutos más y los sentí como quince mil años luz.

Cuando llegamos yo me tiré junto con Rachel al borde de un árbol.

Willy, digo, mi padre nos explicó cómo armar el rifle, cómo cargarlo y cómo calibrar la mira. Supongo que enseñarnos a disparar hubiera sido una burla, gracias a Dios no lo hizo.

Mi tío cazó dos venados y Rachel cazó uno.

Era mi turno de buscar un vendo y cazarlo.

-Oye Wi-- ¡Papá! El rifle pesa mucho.

-Rachel lo pudo sostener hací que por ley natural deberías poder levantarlo y disparar.

-Lo que tú digas.

-¡Niko, mira un venado!- Gritó Rachel.

-¡¿Dónde?!- Grité también.

-No griten par de simios.

-¿Qué es un simio?- Dijimos a la par.

-¿Eh?.... ¿No conocen los simios?

Mi papá nos explicó brevemente mientras nos acercamos al venado que un simio era un animal parecido a nosotros pero lleno de pelo y bla bla bla.

Al estar lo suficientemente cerca me recosté en el piso apunté, aguanté la respiración, puse el dedo en el gatillo y....

El venado cayó súbitamente al piso.

Pero nunca disparé.