Transmutación

El Diario de Steph 02

"Día 85"

"¡Todo es horrendo! nada puede ser peor...

Lamento comenzar a escribir de esta manera pero... es que... ¡NO LO SOPORTO!

Vuelvo a lamentar que escriba de esta manera y que me haya saltado tantos días, es que en verdad no lo soporto.

Resumiendolo mucho, cuando escuchamos los disparos eviaron a Edgar y para variar a MÍ, a investigar la procedencia de los disparos. Se habían generado en el edificio más cercano a donde estábamos estacionados, cerca del decimocuarto piso.

Hasta ahí todo bien.

El problema radica al momento en que nos empieza a seguir un grupo de por lo menos veinte enfermos en el interior del edificio y nos dejan acorraldos en el cuarto de secado del piso número «No tengo ni Puta idea».

Hemos estado atrapados aquí cuatro días y no he tenido tiempo de hacer el papel de ociosa y escribir. Edgar ni siquiera me cae tan bien y estoy obligada a relacionarme con él si es que quiero sobrevivir. Por lo menos creo que una puerta con pestillo más una mesa junto con un mueble y cinco sillas serán suficientes para que podamos durar una noche más aquí.

Maldito Edgar se quedó con el único colchón de la sala. Prefiero dormir en el piso que al lado de un roba amigas."

"Día 86"

"Lluvia... ¿Por qué tenía que llover?"

"Día 87"

"Y sigue lloviendo ¿Cuándo parará?

Edgar ha estado muy pensativo desde que comenzó a llover. Yo, por otra parte he estado deprimida pensando si es que nuestro grupo, nuestra familia todavía sigue esperando a que volvamos o ya se dieron por vencidos y nos dejaron atrás. En verdad me deprime pensar en que nos abandonaron.

Hoy hablé con Edgar sobre un tema bastante serio.

Mientras yo miraba las gotas de lluvia rebotar en algunos árboles y enrredaderas cercanos a la ventana e intentaba contar los pisos desde abajo hasta arriba para poder tener un poco más de orientación sobre dónde nos encontrábamos Edgar se acercó a mí, demasiado para mi gusto y fue realmente directo.

"¿Quién de nosotros en verdad le importa a Neko?"

No respondí.

Me miró y siguió haciendo la misma pregunta hasta que le contesté.

"Los dos somos importantes en su vida ¿Por qué uno tendría que serlo más que el otro?"

Giró su cara de la ventana y me miró a los ojos.

"Por que... ¿Qué pasaría si solo uno de nosotros puede regresar? ¿Qué muerte le causará menos daño? ¿Qué debemos hacer para poder volver con vida?"

No pude responder.

Se apartó de la venta y se quedó sentado en el único colchón de la sala.

Y yo... seguí mirando la lluvia."

"Día 88"

"Me levanté tarde este día.

Edgar estaba de pie en frente de la ventana. Seguía lloviendo.

Me acerqué a él y noté que lloraba. La ventana estaba abierta, la lluvia mojaba su cara y camuflaba sus lágrimas pero igualmente se notaba su tristeza.

Tenía una pistola en la mano y estaba realmente pálido, se le marcaban las venas de un color negro al rededor de la cara y sus ojos cafés se habían desteñido.

"Dime que... tú eres más importante para Neko que yo. Por favor."

Dijo en tono casi sin vida.

"Oye... ¿Te encuentras bien? deberías acostarte en vez de mojarte la cara. No puedes enfermar... si es que todavía no lo estás, recuerda que lo más importante es sobrevivir."

Se tumbó de rodillas frente a la venta de manera que las gotas de lluvia le llegaban de manera más directa a la cara.

"Yo ya no puedo sobrevivir. Ya no más... llegué a mi límite."

"¡Qué dices imbécil! Aún podemos escapar."

Se arremangó la camisa y dejó al descubierto una mordida.

"Me la hizo un enfermo... estoy perdido."

Sonrío, yo me alejé de él.

"Prefiero acabar yo mismo con mi vida a que me la arrebate esta estúpida enfermedad. Dime que tú eres más importante para Neko que yo."

Dudé un momento.

"Lo soy."

Al decir esto me dirigió una sonrisa medio forzada y se colocó el cañón en la boca.

Me pasé el día junto a un cuerpo muerto siendo azotado por la lluvia.

Por supuesto, sigue lloviendo."