Niko
Comenzé a ponerme nervioso. Rachel no llegaba, y parecía que no lo lo haría nunca.
Ya era muy tarde y "eso" aunque a paso muy lento estaba acercándose hacia mí de una manera aterradora.
A menudo se tropezaba y caía al suelo, sus pasos eran muy erráticos y aleatorios, y su mirada no se apartaba de mis ojos.
De un momento a otro empezé a notar que "eso" estaba apurando el paso, luego trotando, hasta que al final se puso a correr.
No aguante.
Grité por el pánico.
Intenté sacar la cabeza cada vez con más fuerza. Mis orejas comenzaron a sangar gracias al constante y brusco rose que tenían con el borde del hoyo.
Sentí la sangre chorrear por el borde de mis mejillas y sentía el ardor cada vez más sofocante al rededor de mi cuello y oídos.
Pero eso no era lo peor.
Lo peor de todo era la angustia que me producía ver a "eso" más y más cerca. Ver sus ojos negros. Ver su cara sin mandíbula. Ver que "eso" tenía cuerpo de humano pero no se comportaba como tal.
"Eso" ya estaba a menos de 10 pasos de mí.
Hice mi último esfuerzo por sacar mi cabeza del hoyo.
Y salió.
Me tiré hacia atrás con fuerza y salí del hoyo.
Lo primero que atiné a hacer fue a retroceder. Y fue lo correcto.
A penas me eché para atrás la cabeza de "eso" se asomó bruscamente por el orificio. Brinqué del susto.
Pude ver su cara con más claridad y francamente no deseo describirla.
Él hacía movimientos como de intentar morder algo, probablemente a mí y emitía unos sonidos bastante extraños a decir verdad.
Me alejé un poco más.
Me toqué las orejas, la cara y el cuello. Todo lleno de sangre y mucho ardor.
Estaba agradecido de que esa cosa no me hubiera alcanzado.
-¡Niko!
Oí dos voces al unísono. Eran mi tío y Rachel. Venían un poco tarde pero no se olvidaron de mí.
-Niko- Repitió Rachel al ver mi cara llena de sangre sin necesidad de gritar ya que estaba más cerca.
No le respondí, sólo la abrazé cuando estuvo a mí alcance y comenzé a llorar.
-Tranquilo ¿Qué te pasa? no eres de llorar mucho- Dijo mi prima en tono de broma. Parece que no entendía mucho la situación.
-E-eso, mira el hoyo- Respondí con un hilo de voz.
Ella alzó la vista y vió "eso".
Se tapó la boca y comenzó a sollozar junto conmigo.
Mi tío, por otro lado, que ni siquiera me había preguntado que como me encontraba nos corrió a un lado, alzó la palanca y la enterró en la cabeza de "eso" sin motivo alguno.
La sangre corrió a montones. Las flores de distintos colores que se encontraban al rededor de la escena se tornaron completamente rojas.
Mi tío sacó la palanca del cráneo de esa cosa y la enterró una, y otra, y otra vez.
Cuando terminó su mascre a base de "palancazos" se giró y nos miró con una expresión que nunca le habíamos visto.
Se limpió la sangre de las manos en la camisa y tomó la palanca con un pañelo, supongo que para no ensuciarselas de nuevo.
-Vuelvan a la casa, hay que hablar seriamente sobre esto.
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Transmutación
Mistério / SuspenseUn niño de 13 años sin haber conocido nada más allá de su casa y su familia intenta descubrir que es lo que hay al otro lado del muro de su jardín, y el por qué su familia ataca a las personas del exterior, que se comportan de una manera muy extraña...