Tenias que ser tú! ♦KaiSoo/HunHan♦

2- Ni siquiera le has dicho!

La música alta perforaba los tímpanos de SeHun, sentía las vibraciones de los bajos en su pecho acelerando aún más su inquieto corazón; LuHan estaba por llegar y vendría con JongIn, del cual SeHun solo conocía el nombre. Para más inri, KyungSoo se había encontrado con un viejo -o, más bien, habitual- amante y se hallaba en el sillón de enfrente coqueteando descaradamente con él. Las miradas de reproche de SeHun no surtían efecto en el pequeño y parecía que, cuánto más quería llamar su atención, más empeño ponía KyungSoo en tontear con ese hombre de melena rubia.

- Buenas noches, cariño –SeHun dio un respingo cuando unos labios se pegaron a su oreja susurrándole aquello.

Se levantó del sofá para darle un beso a LuHan, quien le había sorprendido, pero éste le giró el rostro por lo que sus labios reposaron en su mejilla. SeHun apretó los puños, odiaba que LuHan tuviera ese tipo de gestos, además que eran algo habitual.

- Éste es JongIn. JongIn, éste es...

- Tenías que estar tú aquí –el ladrido de JongIn cortó la sencilla presentación de su amigo.

SeHun abrió los ojos sorprendido, preguntándose por qué el desconocido rubio -súper amigo perfecto de su novio- miraba con tanta ira hacia el sillón donde KyungSoo se comía a besos con su amante.

- Me largo –masculló JongIn, henchido de ira.

- JongIn, cuánto tiempo –los voluptuosos labios del hombre que besaba a KyungSoo se dieron una tregua para formular aquel saludo, cargado de una burla palpable.

El aludido detuvo su huida y se volteó como si le hubieran pinchado en el culo, como un animal dispuesto a atacar.

- ¡Que te jodan, Taemin! ¿Qué demonios haces aquí? –se envaró el moreno, señalando con un dedo tembloroso al rubio.

KyungSoo, con sus brazos aún aferrados a la espalda de Taemin, miraba fijamente a JongIn con una expresión insondable.

- ¿No lo ves? –le contestó el otro, burlón.

- LuHan, no podías haber escogido mejor a tu pareja. Un tipo que se junta con esta chusma, –escupió las palabras con rabia e ironía, señalando con un ademán al sillón donde KyungSoo y Taemin seguían enredados – nunca será bueno para ti.

- ¿A quién llamas chusma? –se enervó KyungSoo, separándose de su conquista de esa noche y levantándose.

- No te metas, canijo –le advirtió JongIn.

- Eh, no le hables así –SeHun se interpuso.

- Por favor, basta –LuHan agarró a su novio con suavidad, no quería ser él quien iniciase la matanza.

- Cuidado a quien llamas canijo, gallito –KyungSoo señaló a JongIn por encima del hombro de SeHun.

- No me tires de la lengua, JongIn –se levantó Taemin, agarrando de la cintura al pelinegro con el que se besaba segundos antes.

- ¡Cabrón! –JongIn gritó furioso, yéndose contra Taemin.

Y, como SeHun pronosticaba, el desastre estaba hecho: LuHan sujetó a JongIn, quien trataba de zafarse sin dañar a su amigo, SeHun se interpuso entre KyungSoo y Taemin que habían aceptado las intenciones de pelear avanzando también para alcanzar al moreno.

Se lanzaron unos cuantos puñetazos, que no llegaron a su destino, y toda variedad de insultos, algunos de los cuales sí dieron donde debían.

- ¡Sales con el amigo del tío más cerdo y asqueroso de toda Seúl! –le gritaba JongIn a su mejor amigo.