JongIn tuvo que recordarse a sí mismo que debía tragar saliva, cuando observó a KyungSoo voltearse en la cama, apoyándose sobre sus rodillas y sus antebrazos, meneando ese perfecto -perfectísimo y divino- culo de un lado a otro. El mayor emitió un jadeo que sonó gutural y primitivo.
- Recuerda, no puedes moverte una vez estés dentro –susurró KyungSoo, empleando un tono de voz insinuante – Los condones y el lubricante están en ese cajón –indicó.
El moreno siguió las instrucciones, se puso el condón respirando profundamente y vertió algo de lubricante en su mano; lo extendió por su inhiesto sexo e introdujo las yemas de dos de sus dedos en aquel cálido interior que se contrajo a su alrededor.
- No sé si debería –jadeó al notar aquello.
- Hazlo solo si te ves prepara... ¡Dios! –KyungSoo gimió en un tono bastante alto cuando sintió la repentina invasión de la polla del otro. Agarró la almohada, enterrando su cara en ella y mordiéndola para resistir la potente descarga de placer.
JongIn jadeó como un animal con todo su cuerpo temblando, los ojos en blanco y la cabeza echada completamente hacia atrás mientras separaba aquellas redondas nalgas con sus manos. Se quedaron así un rato, con los ojos acuosos por el placer y la temperatura a punto de hacer estallar sus mejillas.
- No... te... muevas –imploró KyungSoo cuando sintió unas embestidas erráticas.
- Necesito hacerlo –jadeó JongIn, echándose hacia delante y besando la nuca de su amante, mientras pegaba su torso a aquella estrecha y caliente espalda.
- Estropearás la terapia –al menor le costaba hablar con normalidad, su respiración estaba compuesta por exhalaciones desacompasadas.
- A la mierda la terapia –y ese fue el punto de partida para unos embistes bruscos y certeros que arrancaron gruñidos y jadeos de ambas gargantas.
KyungSoo abrió más sus piernas, rotando su cadera hacia atrás por lo que su abdomen bajaba hacia el colchón, quedando más expuesto a aquel enloquecedor ritmo. JongIn se aferraba a las estrechas caderas de su terapeuta preferido, dejando la marca de sus dedos en la blanquecina piel. Miró hacia abajo, observando su erección desapareciendo en aquella gentil y cálida cavidad.
Salió de KyungSoo y éste suspiró, dejándose caer en la cama creyendo que JongIn había terminado; descubrió que no era así cuando éste tiró de su brazo, obligándole a levantarse, no tuvo tiempo de pensar mucho cuando se vio con su espalda estampada
contra la pared y sus piernas en las caderas del mayor, siendo penetrado con fuerza y maestría. En esa posición, todos los embistes daban directamente en su punto erógeno, por lo que le regaló un repertorio de gemidos graves que JongIn acalló en un beso torpe y desesperado.
Sus cuerpos empezaron a transpirar por el esfuerzo, la temperatura elevada de la habitación y el placer. KyungSoo no pudo mantener por más tiempo la posición y dejó escurrir una de sus piernas al suelo, JongIn aprovechó para salir de él, volteándole y obligándole a que apoyara sus manos en la pared, sosteniendo su cuerpo en un perfecto ángulo recto. Le penetró de nuevo y ambos jadearon al unísono.
La pasión les encendía las entrañas, la estimulación les provocaba un placer casi irresistible. Puede que fuera porque llevaban demasiado tiempo esperando aquello o es que realmente estaba siendo uno de los momentos más intensos de su vida, tanto en el plano físico como en el emocional.
KyungSoo había acabado con todo su cuerpo contra la pared, manteniendo solo sus caderas separadas de ésta. Sus labios estaban pegados a la fría y lisa superficie, dejando restos de su saliva cuando los abría para gemir o pedir por más. JongIn agarró una de las piernas del menor, sujetándola en el aire mientras le embestía con las fuerzas que le quedaban.
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Tenias que ser tú! ♦KaiSoo/HunHan♦
Fanfic¿Qué tanto problema puede haber en conocer a esa persona que es tan valorada por quien amas? Ninguno.... o... muchos? La Historia no me pertenece, yo solo la adapto para satisfacer nuestra necesidad de HunHan y KaiSoo Subida originalmente en https:...