18- Tonto

70 9 0
                                    


JongIn caminaba de un lado a otro en su casa, como un animal enjaulado. Ni una jornada de doce horas después de una noche en vela había conseguido agotarle. La había cagado con todos: con LuHan, con SeHun y con el maldito KyungSoo. Se moría por llamar al último, para pedirle perdón, para decirle que todo había sido una confusión después del magnífico sexo; pero no era cierto, no quería mentir, se había enamorado de ese maldito terapeuta promiscuo y caprichoso, y lo había hecho sin darse apenas cuenta. El sentimiento estaba ahí, abrasaba con fuerza en cada latido de su corazón, retumbándole en la cabeza y llenándosela con pensamientos acerca de KyungSoo. Odiaba, odiaba en verdad esa sensación de descontrol que provocaba el maldito amor, le daban ganas de arrancarse la piel a tiras cuando se descubría sonriendo al recordar el gracioso piquito que formaban esos labios al enfadarse o cuando se le humedecían los ojos al pensar en el rechazo de la noche anterior.

Comenzó a golpear la pared, hasta que sus nudillos se abrieron comenzando a sangrar. El timbre interrumpió su masoquista conducta y se dirigió a abrir la puerta respirando por la nariz como un animal embravecido.

Se encontró de frente con SeHun y LuHan, quienes le miraban desde el descansillo con las manos entrelazadas.

- Lárguense –dijo sin ganas, aunque no les cerró la puerta.

- Venía a disculparme –SeHun habló, sorprendiendo al rubio. – No debería haberme entrometido en la relación que mantienes con LuHan. Cómo lleven su amistad es solo asunto suyo, aunque si le haces daño me atañe directam...

- SeHun –canturreó LuHan en advertencia. El aludido apretó los puños, recordando lo que le había prometido a su novio.

- Mi disculpa en sincera –siguió hablando con los dientes apretados – pues sé lo importante que eres para LuHan y no desearía que tú y yo nos lleváramos mal, aunque si vuelves a tocarle un solo pelo...

- Hunnie –fue el segundo aviso por parte del alto castaño, apretando con algo de fuerza la mano de su pareja.

- Si hubiera sucedido lo mismo con KyungSoo –prosiguió el otro inspirando hondo – también me habría molestado que LuHan se hubiera interpuesto –JongIn observó el cuerpo de SeHun temblar de pies a cabeza. – ¡No, maldita sea, LuHan! No habría sido lo mismo, KyungSoo a veces se merece un buen puñetazo pero tú no y él...

- ¡SeHun, menuda mierda de disculpa! No era eso en lo que habíamos quedado –LuHan regañó a su novio, muy decepcionado.

- No eres tú el que debería disculparse, soy yo –la pareja miró atónita a un cabizbajo JongIn, quien se encontraba haciendo repetidas inclinaciones.

- E-Está bien –SeHun no supo qué otra cosa decir, la actitud sumisa del agresivo moreno le había descolocado por completo.

- Les deseo lo mejor y nadie mejor que tú puede cuidar de LuHan, así que te lo encomiendo y les prometo que no volveré a entrometerme. Desapareceré si es lo que desean –siguió JongIn, quien había vuelto a erguirse y les miraba con un arrepentimiento tan palpable que les ablandó.

- ¿Cómo íbamos a querer eso? –medio gritó LuHan asustado, abalanzándose a abrazar a su amigo.

- Yo jamás te pediría algo como eso –secundó SeHun, sonriendo de medio lado al ver su novio aferrado a aquel sonrojado moreno.

Pasaron al interior de la vivienda que también había pertenecido a LuHan. El anfitrión les sirvió algo de beber y los tres se sentaron en los cómodos sillones. La situación era más distendida que todas la anteriores en las que JongIn y SeHun no aguantaban por mucho tiempo dentro de la misma estancia. Aquello alivió enormemente a LuHan quien sintió que su vida no podía estar mejor que en ese momento.

Tenias que ser tú! ♦KaiSoo/HunHan♦Where stories live. Discover now