Resignación

317 35 16
                                    

-¿Qué... que pasa? Preguntaba Akihito preocupado, sentado en una de las sillas de la oficina de Sakazaki, sentado frente a este.

-Debes de amaestrar al personal nuevo. Exclama Sakazaki mientras truena sus dedos; en esos instantes un par de hombres entran a empujones a tres adolescentes, dos mujeres y un doncel.

Akihito giro su cuerpo hacia los jóvenes, notando la expresión de terror que había en sus rostros.

-Maquíllalos, vístelos de manera provocativa y enséñales las reglas de este lugar, esta noche será sus debuts y van a ver invitados especiales.

En esos instantes, Akihito agachaba su rostro. -¿Por qué yo?

-Tú eres el que tiene mas experiencia, ya que llevas más tiempo en este lugar... tu recompensa será que no tengas que atender más clientes, por el momento.

-Está bien...acepto.

Sakazaki soltó un suave bufido, mientras sonreía con grandeza. -¡Desnúdenlos! ¡Y llévenlos al camerino!

Los hombres de Sakazaki arrancaban cada prenda de los jóvenes, mientras que ellos suplicaban que no los tocaran. Akihito solo mantenía agachada su cabeza, no quería ver tal escena.

-Son todos tuyos ¡Kaito!

Akihito se levantó y salio de la oficina en total silencio siguiendo aquellos hombres, quienes arrastraban a los jóvenes.

Ya dentro del camerino, Akihito le ordeno a cada uno de los jóvenes que sentaran frente al espejo, mientras les tiraba toallas de papel para que se secaran las lágrimas.

-¡Por favor! ¡Déjenos ir! Suplicaba una de las mujeres, observando como Akihito sacaba lencería de uno de los armarios.

-Necesito maquillarlos, límpiense.

-No le supliques, no ves que es igual a ese hombre. Grito el doncel. -¡Malditos! Ustedes no deberían de existir... ¿Por qué lo hacen? ¿Dinero? ¿Diversión?

Akihito ignoraba los gritos de ese pequeño doncel, solo se concentraba en abrir cada uno de las cajas de maquillaje.

-¡Responde!

Acto seguido, Akihito se agacha a la altura del doncel y lo encara mirándolo con coraje. –Hay alguien más importante que tú y tus compañeras, por él lo hago ¿contento? Ahora cállate y seca tus malditas lágrimas porque aquí adentro no sirven de nada... Akihito se volvía incorporar -Y este es un consejo para los tres ¡resígnense! Porque sus vidas ya no les pertenecen, mucho menos sus cuerpos, bienvenidos a la miseria.

****-****-****-****

"¿Por qué tenía que irse de viaje así tan de repente?" Pensaba Akihito mientras servía licor a algunos clientes.

-Hoy hay carne fresca.

-Y son vírgenes. Exclamaba unos de los clientes mientras se relamía sus labios. –Mi compañero de trabajo compro la virginidad del doncel y lo mejor de todo es que después de él voy yo

Akihito miraba con desprecio aquellos hombres quienes sonreían de manera lasciva, mientras escuchaba las suplicas y los gritos del dolor del doncel. "Para ya" "duele" "por favor no más" retumbaban en su cabeza, solo deseaba tapar sus oídos y cerrar sus ojos.

****-****-****-****

-Su viaje fue demasiado precipitado ¿Qué le habrá ocurrido? Exclama Akihito, arremangándose las mangas de la camisa de Mikhail que llevaba puesta, sentado en la amplia cama del ruso.

Nosotros Los MiserablesWhere stories live. Discover now