"Hasta pronto muy pronto"
El mierdero de Paris acabó ahí, cuando la semilla de la intriga fue sembrada.
Era obvio que mi respuesta no había convencido del todo a Wesley, podía percibir en sus miradas una desconfianza mientras intentaba ver dentro de mí qué era lo que le ocultaba pero aunque quisiera ser honesta con él no podía, puesto que ni yo recordaba de donde le había visto o porque se me hacía familiar. Dicha cuestión me ponía nerviosa, nadie en casa aparte de mi madre y Victoria conocía por lo que había pasado y el que existiera la posibilidad de que este tío Paris, quien no gustaba mucho de Wesley, se enterará de todo me hacía temer del futuro y de lo que este traería para mí.
Sin embargo desde la aparición de este personaje, Wesley se había puesto en un modo protector conmigo. Me había hecho sentar en el capo del auto de uno de sus amigos y procurando tenerme cerca y bajo su custodio, mantenía firmemente su mano sobre mi pierna luciendo algo posesivo. Entonces las luces de los reflectores se hicieron tenues, todos en el lugar comenzaron a hacer ruido rebosantes de emoción y todas sus miradas se enfocaron en el centro del circulo, l e pregunté a Wesley que pasaba pero este sólo me dijo que me callara y observara.
Un hombre, ya de unos cuarenta y tantos se subió a la plancha de la camioneta que había sido aparcada en el centro con un megáfono momentos antes, le sonrió a todos luciendo victorioso y con una mirada malicioso tomó ese megáfono y dio la bienvenida a su humilde evento: Las Carreras clandestinas.
Por segunda vez en la noche, la sorpresa no cupo en mi rostro y miré a Wesley esperando que me dijera algo sin embargo su atención estaba inmersa en el hombre mayor. Las carreras clandestinas no me sorprendían, era una chica de barrio y solía ver ese tipo de carreras por las calles de mi zona pero lo que sí me sorprendía era el nivel de esta en especial, con tanta preparación, tanta gente y tan bien escondida.
Incluso las carreras ilegales de los ricos, eran mejores.
— ¡Esta noche he reservado una de mis mejores pistas, para mis mejores corredores! — Afirmó a través del megáfono y el público enloqueció. No entendía porque Wesley venía a este tipo de eventos, estos jueguitos eran hechos para ganarse el respeto de quienes te veían competir o para conseguir dinero fácil y él no necesitaba de ninguno de los dos — ¡2.7 kilómetros de nada más que oscuridad, desierto...!
Todos continuaron aplaudiendo y haciendo ruido, como si no escuchasen lo mismo que yo oía. Una muerte segura.
— Y mi lindo tesorito...¡Gillian!
Una chica morena, alta y guapa subió a la plancha en donde se encontraba el viejo luciendo un chaleco reflectivo y un pañuelo dorado que colgaba de su muñeca. Me temía lo peor para esta chica, ya había visto este tipo de carreras antes.
— ¿Qué onda con esa chica? — Cuestionó Wesley a su grupo de amigos, pero todos lucían tan perdidos como él.
— Por el chaleco y el pañuelo, creo que esa chica es vuestra snitch muchachos.
Ninguno pareció entender de que hablaba lo que me hizo cuestionarme hace cuanto venían a esta clase de competiciones.
》Es una modalidad de las carreras de moto. La pista suele estar sin iluminación alguna y la chica designada como la snitch, viste prendas reflectivas para ser lo único que brille en el camino. El pañuelo que tiene enrollado en su muñeca es corto, de unos 45 cm aproximadamente y se suele amarrar a la plancha de la moto que la chica conduce, las cuales siempre están extremadamente modificadas para ser más veloces que el resto de los competidores. Cuando inicia la carrera, la snitch sale primero con una ventaja de cinco segundos y luego de la segunda señal sale el resto para intentar robarle a la snitch el pañuelo. Sí al final del camino la snitch continúa con su pañuelo, es ella la ganadora.
Todos guardaron silencio un poco atónitos al ver que no era la típica chica que sólo veía máquinas de dos ruedas y cuatro ruedas conducir a lo largo del camino pero cómo dije, esto no era nuevo para mí más sin embargo tampoco era de mi agrado.
— ¿Cómo es que sabes de esto? — Me cuestionó Wesley pero antes de que pudiese decirle algo, Jamie intervino.
— Wes, esto no es lo que nos habían dicho. No he venido preparado, no he traído mi moto siquiera.
— Jamie...
— No bro, tengo fe en mí pero no soy estúpido.
La molestia se apoderó de la expresión de Wesley y se dio la vuelta, dandónos la espalda a todos.
— Son carreras peligrosas, muchas cosas pueden salir mal Wesley lo mejor es que Jamie no participe.
Asintió como si asimilara mis palabras pero entonces Paris volvió a aparecer, lo que hizo que todos en el lugar nos pusiéramos incómodos otra vez.
— ¿Ustedes sabían de esto?
El tío parecía cabreado pero no con nosotros, más bien lucía molesto con el gordo del megáfono.
— No, recién nos enteramos del chiste de Gastón — Contestó Wesley, manteniendo su distancia con el muchacho — ¿Vais a correr?
— He metido una gran cantidad de dinero en la bolsa princesa, no sé como librarme de esto sin perderlo todo — Confesó, se dio la vuelta y soltó un putazo al aire — ¡Joder!
》Este gordo se las quiere dar de listillo conmigo, voy es a matarlo.
— Venga, inténtalo.
Le animó Wesley con total malicia en sus palabras. Recién llegaba a este lugar pero podía fácilmente darme cuenta de que el grandote era importante y de seguro no estaba sólo aquí. Era cuestión de que Paris intentara acercarsele con malas intenciones para que alguno de sus hombres lo molieran a golpes.
— Muy gracioso, mariquita.
Le contestó y Wesley se le lanzó encima, como si fuera a darle un puñetazo pero Koko lo detuvo antes de que pudiera lograrlo.
— No sé ustedes pero yo me voy de aquí, el gordo Gastón es capaz de obligarme a correr y hoy no me siento en ánimos de partirle la madre a nadie en la pista.
Puso su mirada en mí y sonrío de lado.
— Tú y yo, nos volveremos a ver preciosa.
— No te vas a ver con nadie imbécil, venga, abriros de aquí.
— Wesley...
Como pude lo tomé del brazo y lo acerqué a mí. Por medio del megáfono estaban comenzando a llamar a los corredores a la pista y lo último que deseaba era ver correr a Jamie en contra de su voluntad por lo que lo mejor era irnos cuanto antes, para así evitar problemas con este hombre Gastón.
— Vamonos, te lo pido — Puse ambas manos en su rostro y le hice mirarme. No respondió nada, sólo se quedó inmóvil viéndome a los ojos y en un extraño reflejo su mirada se desvió a mis labios. Eso hizo que me diera una punzada en el pecho, mis necesidades físicas me gritaran que aprovechará y me lanzara a él pero no era el momento para hacerlo. No aquí en frente de todos.
Cuando el momento se hizo incomodo para el resto, Wesley se separó de mi y accedió a que nos fuéramos. Sin embargo, tarde o temprano los problemas llegarían. Si te enlistabas para una carrera y luego no aparecías, le llamaban traición y eso se pagaba a sangre a golpes.
Así, lo hacían en mi barrio.
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Hellou, again.
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Success.
RomanceQuería éxito, fama, reconocimiento. - ¿Esto era lo que querías, Tahel? ¿Eh? Quería autos, casas, vestidos de diseñador. - ¡Mierda di algo! Lo quería todo. - ¡Me has cagado la puta vida, Tahel! Me has...matado en vida. Pero no así. No acabando co...