"La regaste, y no con plantas" "
Luego de varios minutos escuchando al hombre frente a mí hablar, mis ojos comenzaron a cerrarse, literalmente. Pues a lo largo de este tiempo, no hacía nada más que sonreír y disculparse en nombre de su chofér, justificandolo de todas las maneras posibles y sin embargo aún no entendía en donde entraba yo o mi indegnización en toda esta situación.
— Nuestro conductor es un hombre lóngevo, de seguro tuvo un microsueño o no se percató de tu presencia en la calle pero tú no te preocupes que yo mismo me encargaré de que se tomen las medidas necesarias.
— Es usted muy amable señor Aiken pero con sus disculpas no me sentiré mejor, además sigo sin entender de que trato se refería usted hace algunos momentos. ¿Realmente tiene algo que ofrecerme?
Mi pregunta por alguna razón le causó diversión, buscó dentro de su traje lo que parecía ser una chequera y con bolígrafo en mano me hizo una pregunta que me dejaría en blanco.
— Dame una cifra y cerramos el trato.
— ¿Eh? — Levantó su mirada ante mi negativa y sonrío una vez más encantadoramente.
— Los tratos en mi familia se cierran con dinero. No hay trasfondo. Dime cuanto necesitas para tus medicinas, tus terapias, una enfermera, lo que sea y entonces ese dinero será tuyo.
》Venga, una cifra.
Miré a Victoria, suplicandóle una opinión y ella atendió.
— No creo que sea el momento para ofrecerle algo así señor Aiken, recién despierta y no creo que esté muy consciente. Dele algunos días, dejéla platicar con su madre y entonces le dará una respuesta.
Asentí, concordando con todo lo que había salido de su boca por lo que el guapo hombre de traje regresó la chequera a su saco. Se levantó de la camilla y algo intrigado nos cuestionó si enserio seguiamos en preparatoria.
Para ser jovénes no eramos estúpidas y seguro Victoria tenía algo más para contarme.
— En ese caso me retiró. Son pésimas las condiciones pero sin embargo debo decirles que es un placer conocerlas — Extendió una tarjeta en mi dirección y de pasó, estrechó mi mano — Cuando tegan una cifra, llaménme.
Como de película y con música de acción de fondo, salió de la habitación llevándose a sus guaruras con él dejandónos finalemente solas a las tres. Por primera vez en un largo tiempo, mi madre habló.
— ¿Enserio quieres el dinero de esos hombres Tahely? Casi acaban con tu vida.
— No lo quiero mamá, lo necesito.
Mentí en cierta parte. Pues sí lo quería pero también era cierto que lo necesitaba.
— Bien Tahel, como no me escuchas dejaré que tú tomes sola tus decisiones.
Sin emitir una sola palabra más, se marchó lo que le dio libertad a Victoria de expulsar todo lo que contenía dentro de su boca.
— Aquí pasa algo Tahel, puedo olerlo.
— ¿A qué te refieres?
— ¿Guardaespaldas, limosinas, chequeras personalizadas y el apellido Aiken no te dicen algo? Linda, no sé de dónde y no sé por qué pero esta gente está a otra level.
— ¿Y entonces que hacemos?
— Pide dinero, mucho dinero Tahely y entonces nuestras vidas comenzarán a cambiar.
— ¿Sabes qué es lo que pasa Vicky? Que el dinero se acaba y estoy segura que aquí pasa algo más. Si sólo fuera un chofér longevo con problemas de sueño no creo que hubiera venido este hombre personalmente a ver si no me habían matado. Aquí, hay gato encerrado.
Asintió asimilando mis palabras.
— ¿Crees que ya se hayan ido? — Cuestionó y negué — Saldré, a dar una vueltita a ver que averiguo.
— Haz lo mejor, por nosotras.
Entrelacé mis dedos, haciendóle nuestra señal especial y sonrío. Replicó imitando mi gesto y salió de la habitación a toda prisa.
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《Victoria》
Era claro que estas personas eran importantes, por lo tanto, no eran fácil de perder a la vista y menos cuando dos guardias rodeaban a este hombre que antes se encontraba en la habitación de Tahel. Discretamente y cuidando que no me vieran, comencé a seguirlos a través de los pasillos del hospital por lo que no tardé en descubrir que no se dirigían precisamente a la salida.
Doblando en una esquina, el señor Aiken de lindo traje entró a otra habitación del hospital lo que me extrañó sin embargo los guaruras se quedaron en la entrada, impidiendóme acercarme para investigar a fondo la situación pero incluso en la lejanía, pude percibir que las cosas dentro de esa habitación habián comenzado a calentarse.
— ¡La regaste Wesley! ¡Pero a fondo mi crío!
Las ideas en mi cabeza comenzaron a mezclarse pensando en muchas cosasy preguntas a la vez, pero a pesar de ello no pude ir más adelante porque lo siguiente que salió de esa habitación no lo pude entender, fue difuso.
Minutos después, el señor Aiken volvió a alterarse.
— ¡Estoy harto de salvar tu culo, no lo haré una próxima vez!
De un portazo, el señor de lindo traje salió de esa habitación y comenzó a caminar en mi dirección trayendo a sus guaruras de llavero. Escondí mi rostro detrás de mi cabello y le imploré al cielo para que no me vieran, cosa que no sucedió.
Una vez tenía el camino despejado no aguanté la curiosidad y fui directo a su cuarto. Cuidando de no hacer mucho ruido, abrí un poco la puerta con la intención de ver desde lejos quién estaba dentro. Para mi suerte, el muchacho que estaba sobre la camilla tenía sus ojos cerrados por lo que sentí libertad de analizarle a fondo. A simple vista se veía que era un hombre joven, de un atractivo innegable más sin embargo se encontraba muy golpeado en el rostro, como si se hubiera impactado contra algo.
De repente, un télefono sonó y me vi obligada a retroceder antes de que me viese. Timbró unas pocas veces y el joven contestó.
— Wesley Aiken, ¿quién habla?
Aiken...Vaya, que cosas.
— Maldito imbécil la hemos regado esta vez, pero regado. Mi primo está hecho una furia... No, no sé como está la chica pero por lo menos sé que vive.
》Me llamas de un télefono público y sales corriendo apenas atropellé a esa chica, ¿crees que no me doy cuenta que tienes miedo?... ¡Me importan tres hectáreas de mierda, Jamie! Si esto va para más grande, perderé mi lugar en la empresa.
Esto lo tiene que saber Tahel.
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Voy a intentar ser constante.
Sin embargo si van a ver dos cambios importantes: 1, no será fanfic y 2, no será con una Jenner.
Espero esto no las moleste, o las demotive a seguir leyendo mi historia pues enserio le estoy metiendo empeño a esto.
Si les gustó, un voto.
Besos.
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Success.
RomanceQuería éxito, fama, reconocimiento. - ¿Esto era lo que querías, Tahel? ¿Eh? Quería autos, casas, vestidos de diseñador. - ¡Mierda di algo! Lo quería todo. - ¡Me has cagado la puta vida, Tahel! Me has...matado en vida. Pero no así. No acabando co...