"Un doloroso despertar"
Al despertar, lentamente recuperando mi consciencia comienzo a escuchar voces en la distancia discutiendo calurosamente. Parpadeo en repetidas ocasiones para acostumbrarme a la intensa luz, y con extrema curiosidad intento unificar las palabras en mi mente, crear frases claras para enterarme de lo que está sucediendo. Sin embargo, cuando intentó levantarme e incorporarme levemente, una fuerte punzada en mi pierna derecha me lo impide por lo que soy incapaz de contener un quejido.
— ¡Ay mierda!
Suelto, genuinamente pues de me duele hasta el culo y casi de inmediato Victoria cruza la puerta, la cierra con seguro impidiendóle el paso a mi madre que venía detrás y se pega a ella para hablarle a mi madre.
— ¡Señora Arzú, deme un momento con Tahely! ¡No demoro! — Gritó para que mi madre la escuchara desde el otro lado de la puerta y corriendo se acercó hasta la camilla y se sentó. Muy cerca a mí — ¿Cómo te sientes?
Fruncí mi ceño e intenté alejarme de ella. Su actitud era extraña, pues parecía desesperada.
— ¿Pasa algo? ¿Estoy muriendo? Me estás asustando Victoria.
— Sí pasa algo, algo muy grande y no no estás muriendo. Pero creo que es mejor si finges que estás en dolor, mucho, mucho dolor.
— ¿Qué?
— Hay mucho que debo contarte Tahel y creo que tu golpe de suerte finalmente llegó. En forma de atropellada, pero llegó mi Tahely.
Eufórica me abrazó, entonces sentí que algo en mi crujió.
— ¡Victoria!
— ¡Lo siento! ¡Lo siento!, es la euforia mujer.
— Me has roto otro hueso y aún sigo sin enterarme de que golpe de suerte me hablas Vicky.
— Bien, la cosa no está sencilla y te lo explico con detalles más tarde pero por ahora necesito que saques tus dotes de actriz y finjas que mueres de dolor, que no te aguantas ni tu alma porque la gente que está aquí es importante.
》Muy importante y tu mamá allá afuera, no quiere negociar con ellos pero nosotras somos más inteligentes y tenemos que aprovechar.
Mi madre histérica volvió a golpear la puerta.
— ¿Entendiste?
— Eso creo.
Victoria se levantó de la camilla y corrió a atender el llamado de mi progenitora. Apenas quitó el seguro de la puerta, Arzú abrió esa puerta de un sólo golpetón del cual estoy muy segura, la nariz de Vicky fue victima.
— ¡Tahely, por el amor a Dios! ¡Tahely!
Corrió hasta mí y me abrazó fuertemene lo que de nuevo, hizo resquebrajar mi mente de dolor. Sin embargo, no quize interrumpir su momento y la dejé soltar algunas lágrimas mientras levantaba unas plegarias para Alá, por haberme mantenido con vida según ella.
— ¿Cómo es que esto pasó? ¿Por qué no estabas en el metro? ¿Por qué te arrollaron? Tienes mucho que explicarme Tahel.
— La verdad mamá es que sigo un poco adormilada por toda la anestesia y eso, si me permites quiero dormir.
— No vas a dormir Tahel, vamos a hablar porque lo que sucedió es muy...
Antes de que mi madre pudieea terminar la frase, un señor en traje muy pulcro y de unos treinta y algo entró a la habitación luciendo una deslumbrante sonrisa perlada y unos lentes que parecían ser bastante costosos.
Mi atención se desvió un momento hacia la puerta, donde dos hombres muy fornidos y altos se posicionaron a ambos lados de la puerta, lo cual me inquietó pero Vicky, por su parte parecía morir del entusiasmo.
— ¿Interrumpo?
— Ah carajo, claro que interrumpe señor. Le agradecería si se retira.
Vicky, ojiplática comenzó a hacer ademanes y señales indicandóme que no lo dejara ir.
— Mamá no seas indecente, escuchemos que tiene que decir el señor.
— ¿Indecente yo? Este hombre de aquí casi me deja sin hija y la indecente soy yo.
Como era de esperarse de mi impulsiva madre algo neurótica, comenzó a parlar y a maldecir en arábe desconcertando al señor en traje que acababa de entrar.
— Sólo permitame unos momentos señora Arzú, vengo a proponerles un negocio en donde ambos saldremos beneficiados.
— No quiero ni un sólo cochino centavo de usted, señor buen mozo. Con mi hija podemos arreglarnósla sola.
— Señora Arzú...
— Tú te callas Vicky, que contigo no es la cosa.
— Mamá...
— Tahely, ahora no. ¿Es que nadie en esta habitación se quiere esforzar por entenderme?
Un silencio incómodo invadió la habitación y una vez más mi madre le insistió al hombre para que se fuera. Segura de que su paciencia no sería eterna y de que mi golpe de suerte según Victoria, en algún punto se marcharía con mi futuro decidí intervenir dandóle en un punto que de seguro la haría aterrizar.
— Primero entiende algo tu mamá y es que la estadía en este hospital representa dinero. Dinero que ni tú, ni yo, ni mucho menos Vicky tenemos.
》Si no dejas que este hombre hable y nos diga que trato nos propone, no sé como planeas salir de aquí sin empeñar un riñón.
Mis palabras la dejaron pensativa, tardó varios minutos en emitir alguna reacción y entonces sin previo aviso se levantó de la camilla y le cedió el paso a este hombre desconocido a regañadientes. Sorprendido por la nueva actitud que había acogido mi madre, se acercó y se sentó en donde antes estaba Arzú.
— Tahely, me alegra verte así de bien. Tienes un buen semblante.
— ¿Eso cree? Lo cierto es que el dolor me está matando y por lo que veo. Esto va para largo.
Moví levemente mi enyesada pierna y entonces, por primera vez le vi tragar en seco y ponerse un poco dubitativo.
Victoria en la distancia, sonrío.
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Bien muchachas, regresé después de mucho tiempo y estoy pensando en realizar algunas modificaciones aquí.
Sólo espero que, si alguna lee esto.
Me de señales de vida y voté, porque me desmotivo fácil.
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Success.
RomanceQuería éxito, fama, reconocimiento. - ¿Esto era lo que querías, Tahel? ¿Eh? Quería autos, casas, vestidos de diseñador. - ¡Mierda di algo! Lo quería todo. - ¡Me has cagado la puta vida, Tahel! Me has...matado en vida. Pero no así. No acabando co...