Las Cosas Que Siempre Quise Decirte *Sebas Urdiales*

9* Maratón 4/6

-Opino que la llames hoy, ya ayer no lo hiciste, debe estar molesta.

Dijo ______ mientras caminábamos al colegio. Juli iba callada, raro en ella, pero entendible después de lo sucedido ayer.

-No estará molesta, apenas comenzamos a salir, espero que no sea una de esas novias.

-Igual deberías llamarla, es mi opinión.

-Sí, hoy la llamaré, tal vez la lleve al cine.

-De hecho -escuché, por primera vez en el día, la voz de Juli -_______ y yo ya pensamos en algo.

-Es verdad, les hemos planeado algo.

-¿Qué planearon?

Pregunté mirándolas.

-Es una sorpresa para ambos, sólo debemos decirte que debes ir un poco elegante.

Dijo _______ con una sonrisa de satisfacción.

-Sí -dijo Juli -y dile a ella que también se arregle, será lindo, mamá nos ha ayudado.

-¿Mamá sabe esto?

-Claro -dijo _______, -no hubiéramos podido hacerlo nosotras solas, ella fue nuestra cómplice en todo esto, así que Sebita, prepárate porque el viernes tienes una cita formal.

Respiré hondo, me daba un poco de miedo de lo que pudieran haber hecho estas tres mujeres. Pero estaba ansioso a la vez, nunca había tenido citas formales con nadie, y eso me emocionaba, aunque me gustaría que hubieran sido con otra persona.

Esa tarde, al llegar a casa, lo primero que hice, fue llamar a Alison. Me senté en la cama, con el teléfono pegado al oído, me daba nervios hablar con ella. Ella siempre tan segura de sí misma, y yo tan torpe, pero aún así, era agradable pasar tiempo a su lado.

Alison respondió al tercer toque.

-Hola.

Dijo con una voz alegre.

-Hola Ali.

-¿Cómo estás Sebas?

-Bien, oye ¿qué harás el viernes?

-El viernes... -se quedó pensando un momento -¿a qué hora?

-Como de las 6 de la tarde en adelante.

-Creo que nada.

-Es que quería invitarte a salir.

-Estoy disponible -me pareció escuchar su sonrisa al otro lado de la línea -¿a dónde iremos?

-Bueno -me pasé una mano por la nuca -la verdad es que ni yo lo sé, mi hermana, mi amiga y mi mamá nos han preparado algo, sí, ya sé que es apresurado pero lo hicieron sin mi permiso, simplemente dijeron que vistieras algo elegante, y yo pasaré por ti a las 6, para ir a la dirección que ellas me den.

-Oye me encanta el misterio, me gusta muchísimo esa idea.

-Genial -dije sonriendo -entonces te veo el viernes.

-Lo espero con ansias.

-Yo igual.

-Adiós Sebas.

-Adiós Ali.

Colgué la llamada, y me acosté en la cama. No podía negar que en el fondo, sentía un poco de emoción por la cita, aunque no fuera con _______ aún así me entusiasmaba la idea de ir con Alison.

El jueves por la tarde, _________ y Juli, fueron a comprarme algo de ropa elegante. Después de tardar mucho rato buscando en mi armario, no encontraron nada que las convenciera y decidieron ir de compras.

Llegaron con un pantalón de tela en tubo negro, una playera blanca, un moño rojo para el cuello y unos tirantes para abrocharlos del pantalón y pasarlos sobre mis hombros, por encima de la playera.
Los zapatos ya los tenía. Unos zapatos elegantes negros.
Y me moría por ver a Alison, la imaginaba vestida de muchas formas, con su sonrisa tan linda y sus ojos oscuros, con su cabello negro colgándole por la cintura, contoneandose al caminar, con esa elegancia que tiene. Y me imaginaba la cita, una cita totalmente perfecta, en un restaurante caro y elegante, pidiendo platillos que ninguno de los dos sabríamos lo que eran en realidad y sin tener idea de cómo se pronuncia sus nombres. Esperaba no saturarla, que no fuera demasiado para ella, y no quisiera salir huyendo después de eso.
Se escuchaba contenta, pero sabía que también estaba tan nerviosa como yo, aunque mucho más segura de ella misma, sin miedo a nada, al igual que ________, tal vez por eso me atraía tanto Alison: porque tenía un poco de parecido a ________ en su forma de ser. No era correcto hacer lo que yo hacía, estaba consciente de ello, pero algo dentro de mi se negaba a parar, quería continuar intentando algo con Alison, solo esperaba que no saliera lastimada después de eso...