Arazel

I

    Era la mañana del 28 de noviembre del 2019, el dia soleado pero a su vez fresco daba la bienvenida en Caida de angel. Un pueblo poco  famoso en las afueras Venezolanas , donde las personas eran conocidas por todos y criticadas por ellos mismo, Arabella se encontraba en el jardín, sentada en la jardinera regando las flores de su prima Rosaura de lópez, esposa de james lópez, un joven proveniente de familia que sirven de las más caras maneras a los reyes en España, pronto se convertiría en duque, Arabella siempre tan dulce y de corazón noble con su única pariente que tenía en el mundo,siempre iba a regarles sus bellas flores y prestar su ayuda en lo que fuera. 

Al terminar de regar las flores se levantó sacudiendo su vestido azul con lunares blancos sencillo de casa,.

--¡ARABELLA!- Grito la ama de casa de su prima, Lourdes- ¡¿podrías ir al mercado?!- la voz de aquella mujer con la muchacha era amargada y sin ningún rastro de cariño hacia la joven de sentimientos ocultos.

--¡Sí!- respondió con su tono de voz tan suave, suspiró cansada , -¡prepara la lista de compra!

La muchacha había crecido sola  junto a su abuela, sus padres fallecieron por una enfermedad desconocida que estaba atacando en el pueblo en el 99, siendo hija única tuvo que aguantar todos los insultos y chismes de la gentes del pueblo, gracias al rumor que había salido diciendo que sus padres habían sido condenados por pecar y que un demonio se llevó sus almas como castigo por tener una hija fuera del matrimonio, Arabella vivió con su abuela hasta los 21, su abuela falleció dos meses después de su cumpleaños.Por lo que ahora vivía sola en la pequeña casa de su querida abuela alejada de todos.

--Toma--le tendió el papel de mala gana--trata de conseguir todo lo de la lista--le ordenó la mujer, Arabella tomó la lista junto al dinero de la vieja Lourdes--no tardes--la miro seria, sus ojos no miraban con amabilidad, solo mostraba fastidio al hablar con la joven muchacha--es para la cena de esta noche--dicho lo último regreso a la cocina.

--Son las 2:30 pm, no entiendo cuál es el apuro.

Así empezó el rumbo en dirección al mercado con el dinero en el bolsillo y la paciencia controlada sin ningún apuro. el mercado del pueblo quedaba cerca de la casa de Rosaura . sin preocupaciones se sumergió en sus pensamientos, navegando por sus lagunas mentales.

< ¿Cuándo será el momento en que las personas me miraran normal? será en el momento de mi lecho de muerte, estoy segura, ignorantes y ciegas son las personas de este pequeño pueblo que creen en el cura de la única iglesia que hay, ¡ciegas son! por no tener opiniones propias, pensamientos originales. si él  les dices que se arrojen al mar, lo hacen con los ojos cerrados> pensó mientras observaba como la mayoría de las personas la miraban con lastima, asco y con arrogancia. Más rabia crecía en ella.

-Impura--se murmuró, la joven volteo a ver a la señora que había pasado junto a ella, era de alta clase lo sabia  con solo ver su vestido crema  con  hilos de oro, símbolo de riqueza.

Mucho vestido en un día común y en un pueblo común. Vieja anticuada.

--Ignorante- dijo en voz baja evitando problemas.

Caminó por todos los puestos eligiendo los mejores productos para la cena de su querida prima, le encantaba verla feliz y una cena perfecta era la felicidad para su prima. La castaña se detuvo frente a una vitrina embriagándose por el olor de una pastelería de estilo rústico, el olor a caramelo y del bizcocho de chocolate le traía demasiados recuerdos <¨comprare algo¨> pensó decidida.

Empujo la puerta recibiendo más el olor y la atención de Valentin, el chocolatero, el mejor de todos.

--Belle dame--dijo el hombre francés  al ver a la joven entrar al lugar, sus ojos brillaron al ver su piel sencilla, sus ojos café y la dulce sonrisa que formaban sus labios, él amaba a esa chica, era como su mejor amiga la cual siempre haría sonreír con el mejor chocolate solo para ella--Adivino--dijo con su acento  muy marcado--el olor de mis obras te atrajeron como el azúcar atrae a las hormigas.