VI

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~realidad

Los venezolanos salieron al terminar su compra y la tienda quedo sola para nuestra charla.

Valentín me miraba con aquellos ojos tan llenos de emociones, queria llorar pero tenia que ser fuerte, Gabriela nos observó y pareció entender que Valentín y yo somos  grandes amigos.

--Hola--fue lo que pude decir, mi labio temblo al intentar hablar nuevamente, me quite los lentes para verlo mejor, él tomó una bocanada de aire y corrió hasta mí abrazandome con fuerza, escuché un pequeño sollozo proveniente de sus labios, lo abrace.

--Mi tonta dama-- dijo riendo un poco-- mira como estoy por tu culpa.

--Te extrañe, Valentín.

--Y yo a ti, bella--me soltó para verme mejor-- no me creía tu muerte, no le creía a nadie y cuando fui a tu casa-- calló tragando un nudo--verla quemada me dejo mal, pensar que tu estabas dentro mientras se hacia polvo me destrozaba.

Valentín se desmoronaba frente a mí y mi corazón dió un vuelco, se notaba que mi querido amigo me demostraba que él era el único que me queria, le sonreí.

--Basta, Valentín, estoy aqui.

--¡Ya veo!

--¿Qué sabes de Rosaura? --le pregunté   sobre la que pensaba que era mi prima.

Una palabra en frances salió de los labios de mi amigo, por la forma en la que la dijo debo de suponer que no fue una palabra bonita.

--Mi querida, Arabella, no me hables de esa mujer. Ella si está muerta para mi-- hice una mueca-- conformate con saber que ella es una de las organizadoras de la fiesta de esté viernes.

Suspiré derrotada ante los buenos pensamientos de mi prima. Aún pensaba que ella habia actuado por mantener feliz a su marido pero, realizar una fiesta por la supuesta muerte de tu "prima" ya era demasiado bajo.

--Estas cambiado --le dije intentando cambiar el tema. Valentín asintió al comprender.

--La situación me cambió pero, ya podré estar tranquilo sabiendo que estas bien--sus manos fueron a mis mejillas apretandolas un poco-- pero la que si está cambiada eres tu.

Fruncí mi ceño ante su mirada detallante.

--No exageres, solo me fui un pocos días. Creo que solo fueron tres.

--¡Tres! Fueron como ¡tres años¡ --alzó sus manos -- estás demasiado cambiada, Mírate -- me señaló -- tu rostro luce triste y un poco pálido, tus ojos tienen poca luz, tu... tu cuerpo--miró mi vestimenta -- ahora usas todo negro... Tu...--sus labios se movían con rapidez

Iba a interrumpir pero las palabras quedaron en mis labios.

--Disculpe señor chocolatero--interrupió, Gabriela --en serio necesito los chocolates. --los ojos de Gabriela miraban a Valentín fijamente pero yo veía algo en ella, era como si no quisiera que Valentín me siguiera detallando. ¿En realidad estaba tan cambiada?

Valentín le miró.

--¡Oh! ¡claro! -- se giró hacia ella--¿algo en especial?

Le preguntó juntando sus manos.

-- Sorprendame.

--Entonces los prepararé en este momento, quedaran de lo mejor--empezó a caminar hacia la puerta de la cocina-- me siento de lo mejor hoy y tengo que aprovechar el momento.

Gabriela le observó y una sonrisa se dibujó en sus labios.

--Será un obsequio de mí parte para ustedes --Gritó Valentín al entrar a la cocina.

ArazelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora