*Arcángel de la muerte
El plato estaba frente a mi intacto, el ser desconocido estaba a mi derecha comiendo callado.
Su melena negra estaba sobre su frente con la mirada aun pérdida, vestía informal, una camiseta gris con una chaqueta negra con estampado entre blanco y marrón claro, de a poco note su pantalón, Lucía como un príncipe a simple vista, un príncipe demonio.
--Come-- interrumpió el silencio que había en el comedor, le mire, sus ojos negros me miraban serios y sin expresión-- Sería grosero despreciar la comida que los cocineros se esforzaron en preparar.
Mire la comida, tenía razón, los cocineros habían puesto demasiada atención en la comida de su señor y estaría mal de mi parte no comer lo que me han ofrecido. Asentí en respuesta.
Tome el tenedor y envolví un poco de pasta, la lleve a mi boca y esta se hizo agua, rico, ahora pinche un poco de ensalada de lechuga con aderezo, me sentí en el cielo mientras variaba la comida que había en la mesa. Todo estaba delicioso y agradecí haber comenzado a comer, paré al darme cuenta que había alguien a mi lado. Le mire un poco apenada.
--Todo está excelente-- le dije, un pequeño asombro se instaló en mi rostro, sus ojos ya no eran negros si no que ahora eran marrones comunes como los míos.
--Gabriela tiene buena mano en la comida -- dijo mientra terminaba de comer su plato.
-- Si...
Mire hacia un rincón y note al mismo chico que antes había entrado en la cocina, estaba serio y al pendiente del señor. Baje la mirada. Esto es raro, estoy comiendo aqui en la mesa mientras los demás quizás están comiendo en la cocina o algo asi por el estilo, suspiré un poco.
Escuche el tintineo de la Copa de vino la cuando el demonio tomaba en mano.
--Tus ojos...--dije mientras centraba de nuevo la mirada en ellos, era increíble la variación de colores de sus ojos, negro , rojo y marrones eran los que había visto en él.
--¿Qué tienen mis ojos?--preguntó frunciendo un poco su ceño, bebió vino y dejo la Copa de nuevo en la mesa.
Quien diría que los demonios comen como un simple humano.
--Cambian de color, primero negros, luego rojos y ahora marrones--bebí un poco de jugo de naranja, moje mis labios saboreando el jugo en ellos.--Es impresionante.
--Ah, eso--asintió como si fuera de lo mas normal, miré nuevamente sus ojos marrones sin brillo--es normal en mi.
--Claro, cosas de demonios.
Él negó.
-- No soy un demonio--apreté mis labios ante su confesión, ¿entonces qué era? --Fue un simple juego en el momento.
--Bueno, no me pareció un juego, debo admitir que me asuste mucho--confesé, el ambiente empezó a ser agradable provocando que habláramos de una manera normal.
--Lo ocultastes muy bien.
-- Gracias, tenía que hacerlo--reí por lo bajo--pero fue tenebroso verte todo de negro y con esos ojos para nada normal.
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Arazel
FantasyMiedo, lujuria, amor, deseo y traicion. Tras tantos daños, ser despreciada por su prima y repulsada por el pueblo, Arabella escapa tentando a la muerte en la oscura noche, una sombra oscura espera atenta en la oscuridad con sus alas negras ocultas...