V

12 2 0
                                    

Valentín

Estaba nerviosa, habia terminado mi deber con los cafés y ahora no paraba de acariciar el meson nerviosa. Gabriela me habia dado unos lentes negros mientras que ella estaba irreconocible, su cabello suelto y bien peinado, su ropa colorida pero decente mientras que en mí reinaba el negro.

--Bueno, vamos en busca de ese chocolatero.

Informó mientras tomaba su bolso como si fuera una persona corriente, asentí nerviosa.

--Vamos.

☆~♡

Nostalgia y nervios invaden mi cuerpo, estamos en Caída de Angel y las lagrimas quieren aparecer, apenas bajamos del coche lo primero que capto mi vista fueron los carteles corgados por todas partes en donde tenían escrito "Caida de Ángel, libre de almas malditas. ¡Gran celebración! Esté viernes"  apenas era miércoles y todos celebran mi ida, no estoy segura cuanto tiempo estuve ausente pero algo me decía que no había pasado ni una semana, ahora todo seria una celebración, Arazel me había dicho que ya habían tenido una gran fiesta y por lo que en este momento veo, no fue suficiente.

Desde que salimos no había prestado atención a mi alrededor por estar pensando en el pueblo, en Valentín, pensando que tal vez, solo tal vez todo estaría como me fui, un suspiro dejó al aire la decepción de las acciones de estas personas tan... tan ignorantes y frías.

Gabriela parecía de otra parte en el pueblo, con un aire de no sé qué, que la distinguía de las demás personas, me sorprendió ver como las personas la miraban de reojo y no se detuvieran a decirle que se alejara de mi, más bien, las que me veían seguían su camino si gritarme ni insultarme, como si fuera otra persona.

¿Qué sucede?

--Arabella--me llamó Gabriela-- ¿Dónde está ese chocolatero? Tenemos que volver pronto, el señorito no nos dio mucho tiempo.

--Está cerca--miré la calle tan conocida y empezamos el camino hacia el lugar de Valentín-- es pequeño el sitio pero de muy buena calidad.

Gabriela asintió mientras me seguía por la calle de piedra, su mirada viajaba de aquí por allá mirando todo a su paso, por un momento sus ojos brillaron de otro color, pero, fue tan rápido que no estaba segura de que hubiera ocurrido.

--Caminabas por aquí mientras recibías insultos-- aseguró mirándome.

--¿Qué le hace pensar eso?-- baje la mirada apenada mientras apretaba mis labios, en acto disimulo ajuste los lentes negros en mi rostro.

--Por tu postura--le mire con el ceño fruncido aunque no lo notara por los lentes--por tu pasado y la tristeza en tu aura.

Me quedé sin aliento.

--¿Sabe de mi? --negué deteniendo mi paso para enfrentarla--¿mi aura? --que me estaba diciendo aquella mujer.

--Muchacha cálmate--me regaló una sonrisa de labios--no sé de ti, solo lo necesario y lo bastó--aseguró--Sí tu aura, al ser salvada también por el señorito puedo ver el aura de quienes me rodean, tu aura está llena de tristeza que hasta podría enfermar--Ya va, qué, mi boca estaba apuntó de explotar por preguntas pero fue detenida por su palma frente a mi--Calla muchacha, ya hablaremos luego de esto, ahora Llévame hacia el chocolatero para los chocolates de Nahaman.

ArazelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora