IX

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sin editar

Sus manos cálidas recorren mis brazos de arriba hacia abajo, suave y delicado, el espejo frente a mi refleja mi persona pero no hay nadie a mi lado. no me susto porque siento como si de un sueño se tratase. la caricia se detiene y la luz baja, me siento extraña al no sentirla más.

Miro el espejo y ubico mi brazo derecho, mi pijama verde no cubre mis brazos, todo se ve muy real. En el espejo una mano se refleja al igual que el sentimiento de la caricia vuelve, ahora puedo ver como la mano masculina acaricia mi brazo, no puedo ver el resto, no puedo moverme.

Aún lo siento agradable.

La mano sube hasta mi hombro y aparta mi cabello, con la gema de sus dedos acaricia mi cuello dejando un recorrido hasta las puntas de mis dedos y así sucesivamente, se detiene. Ahora el tacto es en mi otro brazo, cierro los ojos.

--Hermosa.

susurra. 

Abro mis ojos y miro el espejo, mi respiración se detiene al ver a Arazel detrás de mí, él no mira el espejo solo me ve la espalda. Las dudas, las inseguridades y la pena llegaron a mi tan rapido lo vi, miré mi cuerpo en el espejo y las criticas aparecieron, mi cuerpo delgado y sin grandes atributos me decepcionaban, mi autoestima se fue a bajo y las ganas de apartarme y taparme se hicieron más fuerte.

Arazel se acercó a mi oído.

--Tantas autocríticas en tu cabeza hacen mal-- bajé la mirada evitando ver el reflejo-- Ama a tu templo, no lo critiques, solo mejorarlo sin provocar daño.

Sus manos fueron a mi cintura.

--Los seres son únicos y maravillosos de manera individual sin ser copias-- su agarre se apretó-- las fascinación que veo en ti es única-- su boca bajo a mi cuello sin tocarlo-- si fuera un vampiro gozaría de tu sangre en esta parte-- respiró profundo-- si fuera un demonio me llevaría tu alma-- bajó a mi hombro y dejó un beso cálido, si, cálido y encantador como fascinante-- si fuera un pecado te haría caer ante la lujuria con mucha rapidez.

Un calor empezó a crecer por todo mi espalda de manera cómoda y un deseo nació ante esa ultima palabra.

Esto no puede ser real.

--Mira-- miré el reflejo, su mano paso hacia mi abdomen y empezó a bajar de manera lenta sobre la tela, mi corazón empezó a latir rápido y mi cuerpo aún no me obedecía para apartarme, ni mis labios podía apretar.

  Su mano bajo hasta mi parte más intima y hizo presión por encima.

JO.DER se siente muy real

--¡Qué sueñas pecadora! -- me desperté sobresalta y agitada, miré a mi alrededor y estaba en mi habitación.

--¿Qué..

--Por tu reacción soñabas algo muy...--miré a Samael que estaba cerca de mi cabeza son una sonrisa de burla-- lujurioso.

--No debes de estar aquí.

--Dime, A, ¿Quién era tu acompañante en ese sueño? 

ArazelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora