cap.1

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Danna se sentia al limite esta semana,
Tener que suplantar a su tio en su trabajo no era precisamente algo que le agradara mucho...ella tiene su empleo, su espacio y ama lo que hace. Es cierto que lo que haría alli era muy parecido a su trabajo... pero no lo era, ella estaba acostumbrada a sentirse libre, en sus aguas, ama lo que hace y no pensó nunca alejarse de su negocio tanto tiempo.

Pero como decirle que no a la única familia que le quedaba?
Como hacerse de la vista gorda ante su enfermedad y dejarlo a su suerte?
No...no podia dejarlo ahora, asi eso significara dejar de lado su negocio unos meses.

~Tio, como te sientes hoy?

~Hola Danna mi amor, mucho mejor, ya sabes que no es enfermedad, es la edad pasando factura.
~Que dices; si ahora es que estas de quince. Robert estalla en carcajadas ante las palabras de su sobrina, ese era el efecto que ella tenia en él...era capaz de sacarle una sonrisa en medio de cualquier problema.

En verdad no se sentia enfermo y de hecho no lo estaba: todo el alboroto de que tenia que descansar y tomarse unas vacaciones fue un truco de su esposa y su doctor...segun ellos tenia un pequeño desgaste en una de las arterias del corazón, y además de hacerse unos estudios profundos, tenia que estar en total tranquilidad. La verdad es que se sentia muy bien, solo cansado en algunas ocaciones pero se lo atribuía a la edad, a pezar de estar fuerte y en sus cincuenta y ocho años de edad, se sentia ya cansado...según el de tanto trabajar.

~gracias cariño, me alagan tus piropos pero Yari no lo cree así.

~Mmm, creo que Yari realmente lo que quiere es tenerte para ella solita unos dias.

~Tu crees? yo pensé lo mismo.
Danna puede imaginarlo con su sonrisa trabiesa en el rostro, y esto la hace reir.
~ Si lo creo tio, hace tiempo que no le dedicas unas buenas vacaciones.

~Pues si...pero ella lo que quiere ahora es dejarme aqui en casa como un tullido.

~ No tio, sabes que necesitas el descanso, no eres de hierro, asi que aprovecha y de paso dedicale más tiempo a Yari. Lo haria, el adora a su espesa y su sobrina tiene razón, casi no le dedica tiempo...al menos no como antes cuando iban de viaje y se dedicaban a disfrutar. Será que ya esta viejo y no esta para esas cosas se dijo.

~ No creo que sea así hija; Yari tiene la cabeza en mi supuesta enfermedad.
~ Supuesta no...te haras esos exámenes y ojala no sea nada, pero por favor prometeme que te cuidaras más.
Ahi estaba: ella se preocupaba por él como una hija; cuanto la queria.

~ Te lo prometo hija.




Sabia que Danna no estaba feliz con todo éste asunto de quedarse al frente del centro comercial, pero tambien sabia que lo amaba demaciado como para negarse, no queria abusar del cariño de su sobrina pero era necesario, además ella aúnque dijera que no tenia experiencia en el asunto, la verdad es que no era así. Ella sabia del negocio tanto como él puesto que era dueña de una marca de yens que le heredó su hermano, padre de Danna que falleció hace ya algunos años.

Robert era como su padre desde que su hermano ya no estaba, hubiese dado lo que fuera por tener una hija tan buena y capaz como lo era Danna: una mujer sensata, con los pies bien puestos en la tierra, de hermosos sentimientos pero de caracter fuerte, hace el frente a lo que sea cuando la situación lo amerita.

Sonríe al recordar como saco de la casa a su hijastro, un hombre alto y de contextura fuerte, ella le hiso el frente como si éste no fuera nada, le dijo sus verdades en la cara y casi lo sacó a patadas de la casa...su esposa le dio la gracias más que molestarse, no comprendía como es que su hijo perdio los papeles ese día y llego a casa exigiendo una cantidad de dienero.
Desde que Danna le dijo que la forma para obtener dinero era trabajando y no pidiéndole a su "mamasita" y abusando de la generosidad de un hombre que siquiera era su padre, éste desaparecio unos dias y al aparecer lo hiso con un nuevo empleo y habia reanudado sus estudios. Briam nunca fue santo de su devoción, siempre esperando a que los demás le brindaran las cosas sin él hacer ningun esfuerzo; aún asi admitía que todo estaba en orden desde que su sobrina lo puso en su lugar.

Ahora solo rogaba a Dios que Danna tenga paciencia y no se desida por enfrentar a su socio: Jacob Bossch , un hombre indiscutiblemente extraordinario para los negocios, pero de caracter un tanto especial. Baya sorpresa se llevaría su querida Danna ...o quizás sea Jaconb el sorprendido. Le hubiera gustado ver eso.

Le haré creer que me domina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora