ʟᴇᴀᴠᴇ ᴀ sᴄᴀʀ [ғʀᴇʀᴀʀᴅ] terminada*

Capítulo 12

"Intenté decírtelo", cantaré, haciéndole saber que estoy bromeando. Él me mira y hay un pequeño brillo en sus ojos mientras me ofrece una pequeña sonrisa, una sonrisa de agradecimiento. Le devolví la sonrisa, observando los detalles de los suyos. Él no muestra sus dientes, solo sus labios, que son rosados ​​y agrietados. Pequeñas líneas se forman en las comisuras de su boca, pero no en sus ojos, lo que demuestra que en realidad no sonríe tan seguido. Es atractivo por lo menos, y la sonrisa solo se agrega.

"¿Cómo planeas ayudarme?" Su sonrisa desaparece y, una vez más, tiene una expresión seria, ligeramente triste.

"Bueno, solo tenemos que reemplazar las razones para hacerlo con motivos sobre por qué no hacerlo", le explico, esperando que no suene estúpido.

"Eso será difícil", murmura, haciendo que sea difícil escucharlo.

"Aquí", saco uno de sus cuadernos de su mesa de noche y un lápiz, "llámame en cualquier momento y hablaremos". Anoto los dígitos de mi número y firmo mi nombre debajo.

Toma un marcador permanente de la pila de bolígrafos, lápices y marcadores y me agarra del brazo, tirando de la manga, "Aquí está el mío, así que no creas que algún acosador está tratando de llamarte", se ríe, anotando el suyo y firmando su propio nombre.

Le sonrío y asentí con la cabeza, riendo en silencio ante el comentario del acosador. "Tengo que ir abajo, no quiero que Ray y Mikey piensen que estamos ligando o algo así". Gerard se sonroja levemente en la última parte y mira hacia otro lado, tratando de ocultarlo.

"Te veo luego", murmura y pone el marcador de nuevo en el escritorio. Me levanto y le doy un pequeño golpecito en la cabeza. "Hasta luego", le digo.

Bajo y tomo asiento en una de las sillas reclinables que decoran la sala de estar, "¿Qué pasa?".

"¿Cómo fue hablar con Gee?" Mikey pregunta, ignorando mi pregunta por completo.

"Está de acuerdo en dejar que lo ayude", le respondo, mostrándole el número garabateado en mi antebrazo. Ambos asienten con la cabeza y levantan los pulgares.

"Entonces, ¿qué quieren hacer?" Mikey pregunta, poniéndose de pie y estirándose.

"Um ... videojuegos, duh", Ray se queja como si fuera la respuesta más obvia de la historia.

Mikey asiente y se dirige al televisor, saca los controles y pone el juego que sabe que Ray le dirá que ponga. Tira los controladores y se lleva los suyos a su asiento.

Después de configurar el juego, que es uno de los juegos de Call of Duty, no presté atención a cuál es, todos estamos corriendo por la pantalla, cazándonos unos a otros.

* ~ *

"¡Eres un maldito tramposo!" Le grito a Ray, saltando de la silla y pausando el juego.

"¡¿Cómo soy un maldito tramposo ?!" Él grita de regreso, poniéndose de pie.

"¡Maldito miraste a mi pantalla y me encontraste! ¡Te aseguro que no eras tan jodidamente cerca a mí, maldito idiota!" Grito, golpeando su pecho con mi dedo. Intento intimidar, pero en serio, soy como un pie más bajo que él.

"¡No, pequeña mierda, no lo hice! ¡Te pillé porque mierda en este juego, maldito idiota!" Él replica, clavando su dedo en mi pecho.

"¡¿Cómo soy el idiota ?! ¡Tú eres el que mintió!"

"¡Porque siempre has sido el idiota, maldito asqueroso!" Él me informa, riendo al final, haciendo que sea difícil mantener mi fachada enojada.