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A través de mis párpados pude ver algo de luz. Al abrir mis ojos me hallaba hecha bolita en la habitación blanca. La risa de Bunt hacía eco en aquel lugar.

Me incorporé lentamente.

– Hijo de perra. –dije mirándolo con odio. Estaba sentado frente a mí, en un sillón blanco; pero no se sentaba como alguien normal, una pierna estaba sobre el reposa brazos mostrando lo cómodo que estaba.

– ¿No te pareció divertido? –volvió a reírse. Mi corazón aún latía a mil por hora. Tan rápido que sentía que no podía respirar bien.

 Tan rápido que sentía que no podía respirar bien

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– Estoy fuera.

– ¿Qué? –Bunt se puso serio al instante.

– Estoy fuera. –repetí con lágrimas en los ojos. Se puso de pie y caminó hacia mí. Limpió una lágrima de mi mejilla.

– No, estás muy cerca del final –me animó–, no puedes renunciar ahora.

– ¡Eso es lo peor que he jugado en mi vida! –di un paso hacia atrás para que dejara de tocar mi rostro– ¿Qué le hiciste a Martín?

– No era Martín.

– Lo sé, ¿qué le hiciste? –no sabía si para meterlo en ese nivel había tenido que "secuestrar" su mente y torturarlo o algo por el estilo. Lo creí muy capaz de hacer eso.

– Él no está aquí, está... –miró hacia la nada por unos segundos hasta que regresó la vista hacia mí–. Tiene un avatar de alguien mayor de edad, ¿sabías? Justo ahora está con una chica... De hecho, una prostituta... Ellos...

– ¡No quiero saber! –lo interrumpí alterada lo que le sacó otra carcajada–. Entonces, ¿está a salvo? –asintió.

– Por ahora.

– Ya no quiero hacer esto. –di unos pasos hacia atrás antes de girarme 180 grados para darle la espalda e intentar comunicarme con la gente del mundo real.

Nada.

– Todavía falta la pregunta –lo volteé a ver–. Pasaste el nivel. –pensé unos segundos antes de preguntar.

– ¿Cuál es tu nombre? –eso debí preguntarle al principio. Con un nombre iba a ser más sencillo localizarlo.

Somniabunt.

– Tu verdadero nombre. –dije molesta pues no contestaba bien mis preguntas.

– Ese es mi verdadero nombre –suspiró–. Es el que me pusieron mis padres...

– ¿Tus padres? –pregunté curiosa– ¿Quiénes son tus padres? –negó con un dedo.

– Falta un nivel, pequeña.

Negué con la cabeza alejándome de él.

– No quiero, ya no –dio unos pasos hacia mí–, no quiero, no quiero, ¡no quiero! –eché a correr lejos de él sin saber muy bien a donde iba.

De repente las paredes blancas desaparecieron. Ahora me encontraba en un restaurante de comida rápida. Pero éste estaba muy sucio, como si hubiese sido abandonado de un momento a otro. Volteé hacia atrás esperando ver a Bunt pero no había nadie. Al girar mi cabeza de nuevo hacia enfrente vi el letrero flotando sobre mí.

Misión: Salvar al bebé de los zombies.
I

¿Zombies? ¿Bebés?

De repente escuché un ruido que me puso alerta al instante. Era mínimo, pero dado que estaba rodeada de completo silencio pude escucharlo perfectamente. Giré a mi alrededor en busca de algo que pudiese protegerme. Fui a la cocina en busca de algún cuchillo. Cuando lo encontré lo tomé; justo en ese instante volvió a escucharse aquel ruido, como un quejido muy leve. Venía de alguna de las alacenas de la cocina.

No lo abras, Miranda, ¿qué tal que es un zombie esperando a que abras? Siempre pasa eso en las películas... Pensó mi cerebro por un lado, pero por el otro: No seas estúpida, ahí no entra un zombie, sólo entraría, tal vez su cabeza... Y su torso... Sin manos que te puedan rasguñar...

Me armé de valor, me incliné para llegar a la altura de la alacena y abrí la puerta. Ahí se encontraba un bebé acostado en un portabebés. Me quedé paralizada. Volvió a emitir el quejido, parecía que se estaba despertando. No sabía si arrullarlo, para que volviera a dormirse, o si eso lo despertaría aún más, así que decidí no moverme hasta que vi que dejaba de moverse y volvía a tranquilizarse.

¿Qué hago con él? ¡Llévatelo, no puedes dejarlo aquí! Pero va a ser una carga... LLÉ-VA-TE-LO.

Decidí dejar de discutir conmigo misma y de perder tiempo. Sujeté el portabebés y lo saqué de la alacena. Al incorporarme vi a un hombre, sin la mejilla del lado derecho, cubierto de sangre y suciedad, del otro lado del mostrador.

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2018 ⏰

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Misty ~PAUSADA por el momento ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora