10.- Te perdonó

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-La señorita Park, nos va a deleitar con uno de sus poemas. -Escuché mi nombre por el micrófono, tímidamente me dirigí hacia el escenario, subí los escalones temiendo caerme y hacer el ridículo. Cuando por fin tuve el micrófono en mis manos respire profundo y cerré mis ojos.

- ¡Te he buscado! Te he buscado en cada sueño que llega y se va, en cada mañana nueva sin importar la fecha, te he buscado en mis poemas, en mis canciones sin nombre, en los suspiros sin destino y no te encuentro.

Te buscado en los libros de Borges, de García Márquez, de Cortázar y hasta en los versos de Neruda, Benedetti, Octavio Paz y aun así no estás.

Te buscado en los recuerdos, en los colores del arcoíris, en las promesas de Dios, en los nombres de tantas mujeres, de tantas almas y no tienes nombre, en países lejanos donde no me puedo quedar, en las fronteras universales que limitan mi libertad.

Te he buscado entre los susurros del viento, las aguas que corren, por riachuelos y los ríos de la vida, los mares de la indiferencia y los posos de la sabiduría y no se de ti. Lo he hecho entre las comas, los puntos suspensivos, los puntos seguidos y no quiero dar un punto final.

Te buscado en los labios de una y otra dama que su amor me dio, una me dio los hijos, otra una parte de su adolescencia me ofrendó, unas más se hicieron pasar por ti y otras se fueron sin decir adiós, otras lágrimas me robaron y otra más el alma me beso, aun así, ninguna de ellas era vos.

Te buscado cuando cierro los ojos y escudriño mis sentidos, mis razones, mis dudas y hasta mis incomprensiones, lo he hecho cuando miró al cielo, cuando me doblegó a orar o cuando quiero llorar y no te encuentro.

Te buscado en lo ordinario y lo extraordinario, en lo burdo y sin sentido, como en lo fino y exclusivo lo he hecho en lo materialista y espiritual, en lo esencial de la vida y me falta la muerte, te buscado más allá y más acá y nada ni nadie me habla de ti aparte de mis versos.

Te he buscado y seguramente seguiré haciéndolo, seguiré escribiendo para ti, seguiré extrañando tu desconocido nombre, tú seguirás en mi sombra y yo seguiré siendo un narrador de versos, un amante furtivo un loco cuerdo o simplemente yo.

Te he buscado y tú, ni sabrás que existo, que escribo por vos y para vos, mientras te sigo buscando soñando o escribiendo, yo le preguntaré a las damas que por mí vida se crucen si mi verso eres tú o si una de ellas se parece a ti, te confundiré seguramente muchas veces, pero reconoceré a la bandida que quiere ser tú sin serlo, aun así, le amaré como si fueras vos, con alma y corazón de hombre. Yo, seguiré buscando los pasos sin huellas, solo con poemas y cuándo te hallé si no es tarde sabrás que te he amado tanto que aún después de muerto esperaría por tus besos.

~ Nelson Enrique Zamora​ ~

Todos aplaudieron, abrí lentamente los ojos y no pude evitar sonreír.

-¿Alguien más? -Dijo él director. Pude notar como Dyel se acercaba. Mi sonrisa se esfumó cuando este pasó al lado de Harry, algo le susurró y este volvió a su lugar. -¿Nadien más?

-Yo. -Harry se acercó, su mirada era terrorífica. Cuando por fin llegó me quitó el micrófono de las manos y después dijo. - Destilas en mi boca cada gota de tu savia fresca y deseable.

Tus brazos esbeltos y tus manos de muñeca sostienen mi cabeza para rendir mi paladar a tus antojos, a tus deseos, a tus turbulentas ganas; a tu calentura que me provoca, que me seduce, que me embriaga.

Tu vientre es un tibio manadero de pasión y mi boca un ramanso en el que desemboca.

Gota a gota te vienes en mí, me mojas, escurres por las comisuras de mis labios.

Mirame sólo a mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora