Mirame sólo a mí.

25.- Actuación fallida.

Marcó me trajo a casa, entré a esta y apenas podía subir los escalones, me lancé al sofá y me quedé dormida...

-¡Saito Isveth park! -Escuché una voz gruesa.

-Eh.. -comencé a balbucear.

-¡Despierta! -Sentí que me movían.

-Déjame dormir maldita sea. -alguien me cargó, oh mierda. Y subió las escaleras conmigo, me llevó hasta la ducha. Me acostó en la bañera y abrió la llave del agua. Desperté en seguida. Era él idiota de Zac.

-Te fui a buscar a la estación de policía pero tú no estabas. -gritaba como mi mamá. Sólo escuchaba... Saito... Cárcel.. blablabl.. irresponsable...blablabla... Universidad...blablabla.... obra..¡Mierda la obra!

-¡La obra! -salí de la bañera y empuje a Zac hasta la puerta y después la cerré, abrí la llave y deje que se llenara la bañera. Me senté en el piso y observé el agua y nuevamente me quedé dormida.

-Saito.. -Escuche que Zac tocó la puerta.

-Eum..

-¿Ya te bañaste?

-No.

-¿Por qué?

-Ven a bañarte conmigo. -dicho eso Zac entró y cerró la llave del agua. Me quitó la ropa y me metió a la bañera. -Ven conmigo. -sonreí al ver que se quitaba los pantalones, estando por fin desnudo se metió conmigo. Fue inevitable quedarme dormida en su pecho, el acariciaba mi cabeza-¿Qué hora es?

-Las cuatro de la mañana. -mis ojos se abrieron exageradamente.

-¡Eres un imbécil! -Le di unos manotazos. -Me pelee con una zorra, pase la noche en prisión y tu me despiertas a las cuatro de la mañana.

-No seas dramática Isveth. -trató de besarme pero me giré.

-Tú no sabes lo que es estar en una maldita cárcel. -grité.

-¡Claro que lo sé! ¡Pase ocho años en una! -yo me quedé en silencio.

-Lo siento. -dije cabizbajo.

-No importa. -Me volvía a abrazar.

-Zac..

-Si.

-Te amo. -hice un puchero. -la cárcel es horrible.

-Lo sé nena. -Me dio un piquito.

-Quiero mimos. -hablé como bebé.

-Si mi amor. -Me abrazó fuerte. Y comenzó a repartir besos por toda mi cara. -Que pasa si tocó aquí. -Zac pudo su mano en mi costilla y comenzó a hacerme cosquillas.

-¡No Zac! -Reía mientras trataba de zafarme.

-¿Quieres comer? -Yo asentí y Zac salió de la bañera.

-¿Dónde esta Tae? -Me asusté.

-En mi casa, seguramente dormido. -tomó una toalla, la puso en su cadera y salió del bañó. Yo terminé de ducharme y salí de la bañera, me puse unos jeans negros, una camisa blanca una chaqueta azul, una bonita bufanda negra y mis bonitos zapatos altos. Cepille mi cabello después puse algo de brillo en mis labios y rimel. Salí de mi habitación y bajé las escaleras. Olía delicioso.. Zac estaba cocinando.

-¿Cosinaste o que insendiaste mi cocina? - Lo abracé por la espalda.

-Ambas. -se rió. -en la mesa hay unas pastillas tomatelas te bajarán la cruda.

-Solté a Zac y cogí las pastillas. -¿Y el agua? -Me senté en la mesa. -¿A caso quieres que me muera?

-No seas dramática. -Siguió cosinando. -Y bájate de la mesa.-Solté un suspiró y lo obedecí, abrí el refrigerador y saqué un jugó de durazno, serví un poco en un vaso y tomé las pastillas. -Zac puso  en la mesa un plató con huevos y tocino. -Come y siéntate en una silla.

-Me senté en la silla y miré a Zac. -¿Por qué no hiciste huevos rancheros?

-Da gracias porque te hice el desayuno, zopenca. -Me dio un beso en la frente.

-Pareces mi papá. -Sonreí.

-Soy tu papá. -bromeó.

-Si papi Harry. -finjo voz de bebé.

-Estas loca. -subió la manga de su camisa y admiro su tatuaje.

-Te gustó mucho verdad. -dije mientras metía algo de tocino mi boca.

-Es el día en que nació el amor de mi vida. -se inclinó sobre la mesa y me beso.

(.....)

Después de desayunar Zac me lavó los dientes y me llevó a la Universidad. Cuando llegamos todos nos miraron boquiabiertos. Zac me tomó de la mano y caminamos hasta el salón de teatro.

-Llegan temprano señor Miller y señorita Park. -él profesor de teatro nos miró.

-Cree que nos perderíamos la obra, somos los protagonistas. -hablé cínica.
-Suban al escenario. -ordenó. -Quiero que sean ustedes mismos. -ambos subimos al escenario todos tenían los ojos puestos en nosotros. -actúen natural.

-No puedo hacerlo, no enfrente de ustedes. -traté de salir corriendo pero Zac me tomó del brazo.

-¿No puedes? -Me miró serio. -y como es que si pudiste subirte a una mesa en un Nightclub y armar un escándalo.

-Estaba ebria. -Me zafe de su agarré.

-Hay veces que no te soportó. -Gritó y se me hizo un nudo en la garganta.

<<<No dejes que este imbécil te humille>>>

-Me creerías si te digo que aveces me dan ganas de matarte. -apreté los labios

-Me importa una mierda y lo sabes. -se cruzó de brazos.

-Sin mencionar que tú zorra de ayer terminó sin cabello y con la nariz rota.

-¡Ella no es nada mío!

-Y porque estaba colgada de tu cuello.

-Ella se me hechó encima.

-A otro perro con ese maldito hueso Zachary. -apreté los puños. -Esto se acabó.

-Ah, me estas terminando.

-Así es.

-A la señorita le gusta decir pero no se diga si ella llega a las tres de la mañana borracha y con un imbécil que no conoce.

-Ese "imbécil" me sacó de la cárcel y me llevó a mi casa.

-Según mis cálculos tu saliste a las 12:00am, llegaste a las 03:21am y deberias de haber llegado a las 12:51am, ¿Que hiciste en ese tiempo? -Se me acercó a mí y yo retrocedí.

-Me perdí Zachary, sabes lo que es caminar con zapatos altos por la nieve. Ese hombre está ahí afuera; él salvó mi vida.

-¿En que forma? ¿Metiendote a su cama? -Me colmó la paciencia, mi mano se estampó contra la mejilla de Zac.