2.- Un ángel en el infierno.

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Estaba muriendo del aburrimiento, mi mirada estaba centrada en el reloj, 10:03, 10:04.... Esto era peor que estar en el reformatorio. Me fui a mi habitación, me di una ducha y después me cambié y bajé, tomé las llaves del Ferrari rojo de Mario y salí de casa. ¿A dónde mierda vas? Me preguntaba una y otra vez. Ya sé, recuerdo que uno de mis compañeros de celda me habló sobre un club llamado "LA FOSA" , conduje hasta ese lugar, estacione el auto. Caminé a la entrada, un hombre de color me pidió mi identificación, se la mostré y me dejó pasar. El ambiente era ruidoso y el lugar estaba lleno de humo, había una banda de rock tocando, me acerqué a la barra y pedí whisky. Una pelirroja se acercó a mi, ella tenía un escote el cual resaltaba todos sus atributos y una diminuta falda negra, sin pensarlo dos veces me di cuenta de que era una zorra.

-Hola guapo. -Sonrió y movió su cabello. -¿Puedo sentarme?

-¡Pues ya que! -Rodé los ojos y pedí otro whisky.

-Soy Carla. -Puso una mano en mi pierna y se mordió el labio.

Esta zorra quiere algo y no es dinero.

-¡Al grano! -Bufe.

-Quiero sexo. -Se estaba tardando en decirlo.

-Antes, tengo que ir al bañó. -Me levanté y fui a los sanitarios, prácticamente eran un total ascó, había varias personas teniendo sexo ahí. Entré a un cubículo, podía escuchar gemidos.. sacudi mi cabeza y me dispuse a orinar rápido para salir de ahí. Subí mi cremallera y salí del cubículo. Fui a los lavabos, había una chica en el suelo, su cabello castaño cubría su rostro, ella tenía una sudadera azul cielo y unos jeans negros, no era como las demás chicas. Traté de ignorarla y lave mis manos, cuando me dispuse a salir ella me pidió ayuda y levantó su cabeza.

-¿Isveth? -Me sorprendió tanto verla, ¿Qué mierda hace una chica como ella en una Club de mala muerte.

-Ayúdame.. -Apenas podía hablar. Me apoyé en una rodilla y la miré.

-¿Te dieron algo? -Saito estaba demasiado temblorosa. -Isveth, ¿bebiste algo?

-Un hombre me dio una bebida... -Eso fue lo último que pudo decir antes de desmayarce.

Salí corriendo en busca de ayuda, era muy claro que la habían drogado. Me acerqué a la barra.

-¡Llamé a una ambulancia! -le dije alterado.

-No puedo hacer eso. -Se dio la media vuelta y se fue.

¡Mierda! Regresé hasta donde se encontraba Isveth, la tome en mis brazos y la llevé a mi auto. Conduje muy rapido a un hospital. Bajé del auto, tomé a Saito y la llevé adentro.

-¡Ayúdeme! -Llame la atención y varias enfermeras se acercaron, una de ellas trató una camilla y se la llevaron. Estaba demaciado nervioso.... espera un segundo Harrt Zachary Miller ¿Por qué no la dejaste ahí? En estos momentos podrías estar pasando el rato con una pelirroja...

-Señor.. -Una enfermera me sacó de mis pensamientos.

-¿Eh? ¿Qué pasa?

-Necesitamos saber ¿Cómo se llama la señorita?

-Saito Isveth Park.

-¿Tiene alergias?

-Yo que sé.

-¿Usted no es su novio? -Preguntó dudosa.

-¡Claro que no! Ella sólo es una mocosa estupida a la cual se le paso la mano y le dio una sobredosis. -Bufe.

-¿Sabé algo sobre sus padres?

-Si.

-Perfecto, necesitamos localizarlos, ¿Tiene su número?

-No, pero se quien lo puede conseguir.

Saqué mi teléfono y le llamé a Mario.

LLAMADA TELEFÓNICA.

-¿Harry?

-Mario, necesito tu ayuda.

-¿Qué pasa Harry? ¡No me digas que mataste a alguien!

-No seas idiota.

- ¡No me hables como si fuera tu amigo! Soy tu padre Harry, así que respetame

-Luego discutimos eso, ahora necesitó el número de los vecinos.

-¿Ahora los vas a extorsionar?

-¡Mario! Enserio necesitó su número.

-Te le enviare en un mensaje y mañana quiero explicaciones.

-Como sea.

FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA.

Después de colgar llegó un mensaje con el número, se lo di a la enfermera, esta llamó a sus padres, yo me senté en la sala de espera. 15 minutos después entro una señora de cabello negro y un señor Calvo. Estos estaban muy alterados, preguntaban sobre Isveth ¿Esos eran sus padres? Woww, enserio necesitó socializar con los vecinos.

-Ese chico. -La enfermera me señaló, la señora caminó hacía mi y me dio un abrazó. Sip esto comprueba que era la madre de Saito.

-Gracias por salvar la vida de mi pequeña Saito. -Dijo con los ojos llorosos.

-¿Cómo te podremos pagar? -Él señor habló.

-No es necesario, sólo cuidenla. -Me separe de la señora.

-Yo insisto, ve el mañana a mi casa a cenar. -la señora sonrió.

-No se si pueda... -la señora me miraba amenazante. -Claro que iré.

-La calle se llama..

-San Francisco número 30. -interrumpí.

-¡Así es! -Exclamó algo preocupada.

Después de esa momento incómodo pude salir del hospital, conduje hasta casa. Había tenido un día bastante raro, Logan tenía razón, esa chica esta loca. Me quité la camisa y los pantalones. Me tiré en la cama a dormir..

(.....)

La alarma comenzó a sonar tenia tanto sueño que comencé a golpear como loco la mesa de al lado tratando de apagarla pero fui inútil, solo logre tirarla pero no se callaba, ya estaba irritándome, me levanté patee el despertador, choco contra mi puerta y por fin se callo. Con toda la pesadez en mis ojos por la evidente falta de sueño arrastre mi pies hacia la ducha, me quite la ropa interior. Me dispuse a bañarme. Al abrir la llave de la regadera el agua estaba extremadamente fría tanto que logro despertarme, me bañe rápidamente, al fin salí de la ducha tome una toalla y la enrede en mi cintura. Salí del baño y camine hacia mi armario tome cualquier cosa realmente no me importaba lo que fuera, me vestí. Camine hacia mi espejo, desenrede mi pelo sin hacerle algo más, tome mi mochila, mi celular, mis llaves y mi billetera, me dispuse a bajar para desayunar. Para mi suerte Mario aún no llegaba. Me apresuro en desayunar para después salir en mi motocicleta. Aún estaba preocupado por Isveth. ¡Deja de pensar en Ella! Mi conciencia de nuevo..

Mirame sólo a mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora