23.- Una noche en la cárcel.

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Cuando llegamos a la estación, él sexy de Marcó me bajó de la patrulla y me metió a la estación. Me arrastró hasta donde estaba un escritorio, me sentó en una silla. Un hombre gordo estaba enfrente de mí.

-Señorita...

-Park. -sonreí.

-Este busco entre sus papeles y sacó una gran carpeta, la abrió y comenzó a leer. -Robó de auto, posesión de drogas, homicidio. -Me miró. -¿Quiere que siga?

-Me importa una Mierda. -Me reí. -¿Me pueden quitar los zapatos?-Él hombre gordo le hizo una seña al sexy de Marcó y este me quitó los zapatos y los puso en el escritorio.

-Señorita Park, pasará toda la noche aquí. -empezó a escribir en la hoja.

-No quiero estar aquí. -lloré. -quiero ir a casa con Zachary.

-¿Zachary? -Me miró confundido.

-Harry Zachary Miller. -al escuchar ese nombre el señor gordo abrió los ojos exageradamente.

-¿Cómo es que lo conoces?

-Es mi novio. -sonreí al ver su cara de asombro.

-Llevatela.. -Ordenó y Marcó me tomó del brazo y me haló hasta las celdas.

-No me pueden dejar aquí. -hice un puchero.

-Tú te lo buscaste. -Me quitó las esposas. -lindo tatuaje. -miró mi brazo.

-Zac tiene uno igual. -Marcó abrió la celda y me metió juntó con tres chicas más, dos rubias y una de color.

-¿A que hora será? -dijo poniéndole llave a la reja.

-Ocho. -Sonreí.

-Te veré a las ocho. -se fue.

-Hola bonita. -Una de las rubias me haló del cabello.

-¡Sueltame! -Grité.

-¿Si no qué? -Se burló de mí.

-Te mataré maldita. -Estaba apuntó de golpearla Pero escuche la voz de Zac.

-Isveth. -Me giré, él estaba al otro lado de la reja, me acerqué a él y me tomó de la mano.

-Sacame de aquí Zachary. -apreté su mano.

-Eso intentó, pero creó que pasarás la noche aquí.

-No quiero que me dejes.

-No me iré.. -Sonrió.

-Se acabó el tiempo señor Miller. -él hombre gordo interrumpió nuestro momento. -Es hora de despedirse.

-No me iré sin mi novia. -gritó.

-Déjate de cursilerias y lárgate antes de que te mandé al reformatorio.

-Será mejor que te vayas. -solté su mano.

-Te amó.. -Me lanzó un besó.

-Yo también te amo.

-No mates a nadien Isveth. -gritó Zac mientras se alejaba.

-Así que me matarás. -Me giró hacia la misma rubia de antes. Suelto un suspiró y la golpeó en la cara. Esta se cae y se golpea fuertemente con el suelo y queda inconciente, yo me siento al lado del bañó, sentí algo venir por mi garganta y vomite. Alguien cogió mi cabello, cuando termine limpié mi boca y me giré hacía este era la chica de color y trataba de ser amigable.

-Gracias.

-Soy Shaila. -Me extendió la mano.

-Saito. -respondí a su saludó.

-¿Qué hiciste para terminar aquí? -se sentó a mi lado.

-Desorden en espacio público. -bufe. -¿Y tú?

-Asaltó a mano armada. -Sonrió.-Tu novio es lindo.

-Ni tanto, es un aguafiestas. -rodé los ojos. -Y es un ase... -Me detuve.

-Asesinó. -terminó la palabra.

-Sí. -Mi sonrisa se desvaneció. Miró el reloj, son las 10:00pm.

-Tengo un hijo de dos años. -Me miró.

-Yo tengo uno de Cinco.

-Oww, ¿Enserio?

-Si.

-No lo aparentas. -Sonrió. -eres muy bonita Saito.

-Gracias, tú igual.-le sonreí. <<<Ella es agradable>>> -Lo sé.

-¿Dijiste algo?

-Hablaba conmigo. -dije cabizbajo.

-No me digas que estas loca.

-No lo diré. -Me crucé de brazos.

-¿Desde cuando?

-Ocho.

-Eras muy pequeña.

-Lo sé.

-¿Cuántas veces has estado en la cárcel?

-Perdí la cuenta. -Me reí.

-Pues cuántas maldades haces.

-Enterre a mi hermano vivo, maté a dos hombres en un bar, apuñale a mi tío, encerre a mi tía en la cajuela. Etc..

-¡Owww! -Su boca se abrió.

-Te contaré la historia de mi vida, así que ponte cómoda.

(2 horas más tardé).

-Estas loca.

-Deja de alargarme.

-Así que te quedarás con Zac.

-Amo a Zac pero también siento cariño por Dyel y Harry. -puse mis manos en la cabeza.

-Dura decisión. -Yo sólo asentí.

-Isveth Park. -él hombre gordo regresó. -es hora de irse.

-Me levantó de aquel sucio piso y le doy un abrazo a Shaila. -Te voy a extrañar.

-Y yo a tí.

-Rápido Park. -él hombre gritó, yo salí de la celda y camine hasta la salida.

-La Cenicienta olvida sus zapatos. -escucho la voz de Marcó. Rápidamente me volví hacía éste, ya no tenía puesto el traje de policía, ahora vestía unos jeans negros y una camisa azul Rey. El sostenía mis tacones.

-Camine hasta él y los tomé. -Gracias.
-¿Quieres que te llevé a casa. -ambos salimos de la estación.

-Prefiero caminar a que me lleves en una patrulla. -comencé a caminar por la nieve.

-Él se acercó a un auto negro y subió a este. -Te vas a resfriar. -gritó desde el auto. Yo solté un suspiró y camine hasta el auto, subí al asiento del copiloto. -¿Dónde vives?

-En una casa. -miré por la ventana.

-Que chistosa. -Bufo.

-Quieres beber un orgasmo conmigo. -Marcó detuvo el auto de un freno haciendo que me estampara en la guantera.

-¿Qué?

-Vamos a beber un tragó. -levante las manos.

-No. -siguió conduciendo.

-Sólo será uno. -hice ojitos.

Mirame sólo a mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora