Mirame sólo a mí.

4.- Loca sin manicomio.

POV HARRY.

-¿Dónde mierda estabas y quien es esta chica? - Mario estaba gritando como loco.

-Mi nombre es Saito Isveth Park, su vecina señor. -Isveth saludó a Mario. -Mi madre hizo la cena y quería saber si quiere acompañarnos.
Mario asintió. Yo guardé la motocicleta en el garaje y seguimos a Isveth a su casa. Al llegar la señora de cabello negro nos recibió. Noté algo raro en la casa, las puertas estaban fuera de los marcos literalmente. Ignore eso y nos sentamos en el comedor. La señora sirvió la cena. Nos dispusimos a cenar. La madre de Isveth era muy graciosa. De un momento a otro se escuchó que alguien tocó el timbre. La señora se levantó a abrir.

-¡¡Hijo!! Pensé que no vendrías. -se escucharon los gritos de la señora. -pasa, la comida esta lista.

Derrepente apareció un chico de cabello negro. Me percaté de que este era él mismo de la fotografía que encontré en la habitación de Isveth. Cuando este tomo asiento las cosas se tensaron.

-No quiero ser molestó pero, ¿Por qué las puertas están fuera de sus marcos? -pregunté.

-Te contaré una pequeña historia. -Hablo el chico. -Hace ocho años estaba dormido en mi habitación, escuché que alguien entró y cerró la puerta, de un momento a otro esta loca estaba ahorcandome con mi propia camisa. Tu no sabes lo difícil que es vivir con ella, con la chica que debería quererte y pasar el tiempo con contigo pero en lugar de eso ella estaba tratando de asesinarme. Ahora, si me disculpan -este se levantó de la mesa y se fue a la cocina. La madre de Saito fue detrás de él. -¡Esta loca! ¿Por qué no la dejaron en el psiquiátrico? -se escuchaban los gritos del chico.

-No iba a dejarla en ese lugar, entiende que ella esta enferma.

-Por esa razón deberías dejarla ahí.

-Es tu hermana...

-Ella siempre fue tu prioridad, y cuando ella enfermó todos se centraron en ella y mi vida se derrumbó, por eso me fui a Inglaterra para no tener que soportarla. Tener una hermana esquizofrénica es muy difícil, soportar sus alucinaciones, ¡la odio! ¡Ojalá y se hubiera muerto en el accidente! -al escuchar aquella discusión me quedé atónito.

- Lamentó que escucharán éso. -Isveth se retiró de la mesa y salió corriendo, yo fui detrás de ella.

-Isveth, espera. -gritaba detrás de ella.
No fue muy difícil alcanzarla, ella estaba echa un mar de lágrimas.

-¡Alejate de mi! -suplicó.

-¿Por qué?

-Porque estar conmigo es peligroso.

-¿Peligroso estar contigo? -la tome de las manos. -Sabes lo que es peligroso, es estar con un asesinó como yo. -Ella corrió hacia mi y me dio un abrazó.

-Tengo miedo. -susurró.

-¿De qué? -besé su cabello.

-Tengo miedo a hacerte daño y si lo hago... jamás me perdonaría.

-No pienses en eso Saito, aunque lo hicieras yo sé que no lo harías a propósito.

-Lo siento yo... -se alejó de mí. - No puedo, ahora te pediré que te vayas de mi casa.

-Isveth...

-¡Que te largues Harry! -Interrumpió.

-No me iré.

-llamaré a la policía si no te vas de mi casa. -gritó furiosa.

-No me voy a ir. -me senté en el suelo y me crucé de brazos.

-¡Eres un idiota! -Isveth se lanzó a mi y comenzó a extrangularme.

-¡¡Saito Isveth Park, para!! -Se escuchó la voz de su madre.

Traté de quitar a Isveth de mi pero ella se aferró a mi cuello. Me quedé sin oxígeno y me desmaye.

(......)

Un sonido infernal me retumbo los oídos, era la alarma, me levanté ¿Qué demonios? ¿Como fue que llegué a casa? Apagué la alarma, me miré en el espejo del baño en el cuello tenía rasguños. Recordé lo que paso anoche. Saito.. Me metí a la ducha y traté de ordenar mis ideas. Después de unos minutos salí de mi habitación con la ropa puesta. Mario se encontraba en el comedor.

-Pensé que no irías a la Universidad. -separó la vista del periódico.

-¿Qué fue lo que paso anoche? -me senté junto con él.

-Esa chica casí te mata. -Soltó una carcajada.

-Isveth ¿Esta bien?

-¿Isveth? Ah la vecina. -Tomó un sorbo de café. -Lo dudó, trató de matarte, le falta un tornillo a tu novia.
-Fuck, ella no es mi novia. -tome mis cosas. -Mejor me iré. -Salí de la casa, el cielo estaba nublado, parecía que lloveria por horas. Subí al Ferrari y conduje hasta la Universidad. El tráfico era terrible, media hora más tardé al ocho logré llegar. Aparque el auto y corrí hasta adentró antes de mojarme. No había absolutamente nadien en la Universidad, le pregunté al intendente, este dijo que las clases se había cancelado.

Me senté en el marcó de la ventana tome un cigarrillo y lo encendí. Derrepente escuche una voz.

-No deberías fumar sólo. -Me asuste y me levante volteándome para ver quién era. Una rubia la cual me sonreía como si nos conociéramos de toda la vida. No pude evitar perderme en sus ojos color azules, eran tan parecidos a los de Saito. Bajé de la ventana y le ofrecí un cigarrillo -Soy Saray Castles.

-Harry Zachary Miller.

-¿Zachary?

-¡¡Harry!! Para tí. -dije en tono amenazante.

-Tranquilo. -De su bolsa sacó una botella de tequila. -Vamos a divertirnos.

-No me gusta el tequila. -Bufe mientras sacaba el humo del cigarrillo.

-Sólo será un tragó.

(Tres tragos después)

-¡Oh, sí Harry! -La sujeté de sus brazos y la jale hacía atrás, ella no paraba de gemir, esto no tardaría en acabar. Finalmente ella soltó un grito muy agudo. Ella había terminado, seguí un poco más. Después de unos minutos la solté haciendo que esta cayera en el escritorio. Me quité el preservativo y lo bote en la basura. Subí mis pantalones.

-Harry.. -Saray me llamó.

-¿Uhm?

-Eres un chico malo. -Ella sonreía como estupida.

-¿Y qué con éso?

-¿Quieres salir conmigo? -preguntó entre risas.

-No. - Respondí firmé.

-Harry.. pero yo pensé..

-Que con alcohol y sexo me quedaría contigo. -interrumpí.

-¿Entonces sólo fue sexo y nada más? -preguntó con los ojos llorosos.

-A sí es. -me reí. -Saray, sé lo que me conviene y ahora te dejó para que puedas ir a presumir que te acostaste con el niño malo de la Universidad.

Tomé mi chaqueta y salí del salón. Me dirigí hasta la salida, me percaté de que la lluvia había cesado. Subí al auto y conduje hasta casa.