Mirame sólo a mí.

24.-¿Juguemos?

-¿Cómo llegamos aquí? -Preguntó Marcó mientras se acostaba en la cama.

-No me acuerdo. -Me reí. -juguemos a algo.

-¿A qué? -se levantó de la cama.

-Pásame la botella. -grité. Y él me dio la botella de tequila. -Mi primer beso fue a los dieciocho, fue con un nerd. -Me empine la botella.

-Mi primera película para adultos fue a los dieciséis. -le pasé la botella. -fue mi dulce venganza. -se la empino.

-Me acaban de quitar la virginidad. -le arrebató la botella y le doy tres tragos.

-Me acosté con mi tía. -toma otra botella y de un tragó la deja a la mitad.

-Soy esquizofrénica. -Me empine el restó de la botella.

-Tengo una novia. -se terminó la botella y la lanzó.

-Siempre odié los villancicos.

-¡Yo también! -Marcó gritó. -En la escuela me hacían bulliyng. -destapó otra botella y me la pasó

-A mi igual. -le di un tragó. -Me gusta la poesía.

-Odio los deportes.-Le di la botella después de que bebió me la regresó.

-Tengo un novio asesinó. -Me empino la botella.

-No puedo embarazar a una mujer. -le di la botella.

-No se jugar póker. - Me reí.

-Siempre quise ser Psicólogo. -dio un tragó.

-A mi lado se te quitaran las ganas. -solté otra carcajada. - Yo quiero ser Sexóloga.

-¿Y qué sabes sobre el sexo? -Dijo con una voz pícara.

-Ven aquí. -Marcó obedece, se levantó y camino hasta mí. Lo tomé de la camisa y lo besé. Él me sienta a horcajadas en sus piernas. Me besa con desesperación, me levanta un poco y sube mi vestido hasta mi cintura. Acaricia mi trasero y mis piernas, yo desprende los botones de su camisa y la desaparezco, él besa y mordisquea mi cuello a su antojó, desabrocha mi sujetador y lo lanza a cualquier lugar. Quita sus pantalones, después su ropa interior y se deshace de la mia. Me toma de la cintura mientras me levanta me apoya sobre la pared. Separa mis piernas y de una embestida entró. De mis labios salió un gemido fuerte. Sus movimientos eran rápidos y salvajes, me encantaba, mis dedos estaba en su cabello rizado. Sus enormes labios recorrían mis pechos. La habitación estaba llena de gemidos, gritos ahogados y el sonido de mi piel contra la de él. De pronto el cúspide del orgasmo llegó. Dio unas pocas embestidas más y después salió de mí. Nuestras respiraciones era agitadas.

-Eres increíble. -Me besó para después ponerse la ropa, yo igual.

-Salgamos a jugar. -Sonríe poniéndome los zapatos.

-Estas loca Saito. -Marcó bufo mientras se abotonaba la camisa. -Son las dos de la madrugada.

-¿Y? -Me encogi de hombros. -Vamos a jugar un ratito.

-Esta nevando Saito. -Se abrocho los cordones. -Te resfriaras.

-Por favor. -hice un puchero. -Vamos señor Marcó. -hice voz de bebé.

-Esta bien, juguemos. -Me sonrió. Me tomó de la mano y salimos de la habitación, caminamos por el pasillo hasta la salida, ¿Enserio habíamos entrado a un Hotel. Mis zapatillas se hundian en la nieve fresca. Comencé a correr, no me importaba caerme. -Saito espera. -grito Marcó detrás de mí. Yo le lancé una bola de nieve.

-Ven a jugar conmigo. -Grité.

-No quiero jugar.

-Ah, es verdad sólo te gusta jugar conmigo cuando estamos en la cama teniendo ¡¡sexoo!! -Solté una carcajada.. Derrepente me sentí triste y un recuerdo inundó mi cabeza.

FLASHBACK

-Isveth..

-Dime Zachary.

-¿Quieres ser.... -Hizo una pausa y después continuó. -mi novia?

-Claro que siii.. -lo llenó de besos.

-Tú me quieres matar de diabotas. -Sonrió y yo solté una carcajada.

-Zachary, prometo que te voy a ser fiel toda mi vida, sabes ¿por qué? -Lo miró a los ojos -porque te amo, no quiero perderte.

FIN DEL FLASHBACK.

-Soy una zorra. -caí de rodillas. La culpa me inundó.

-¿Qué dijiste? -Marcó se arrodilló juntó a mí.

-Engañe a Zac. -puse mis manos en mi cabeza. -Soy la peor novia del mundo. -Me eche a llorar.

-Tranquila, no llores. -Me abrazó -si no se enteran no hace dañó.

-Y si se entera me dejará. -jale mi cabello. -No quiero que Zac me dejé, lo amo.

-Lo sé....

-Y tú, no quiero que te enamores de mí, tengo suficientes problemas con los cuales lidiar. -interrumpí.

-Saito. -Me tomó de las mejillas. -sólo fue sexo.

-Estas seguro. -él asintio. -Esta bien. -me ayudó a levantarme. -pero.. -comencé a caminar en círculos. -El karma es una perra.

-Saito, ya te lo dije. -trató de tranquilizante. -si no se lo cuentas a nadien, Zac no se enterara.

-Zac me dejará. -Me puse a llorar. -Soy un ascó de persona.

-No lo eres, muchas personas lo hacen.

-Pero yo..

-Sólo olvidalo. - Era tan difícil olvidar algo que se sintió tan bien.

-¿Cómo olvido algo que me gustó mucho? -Preguntó con inocencia.

-Te gustó mucho.. -Sonrió pícaro.

-No seas imbécil, como crees que no me iba a gustar. -Me crucé de brazos y le di la espalda. Sentí una respiración en mi cuello, después un cálido beso sobre este mismo. -Quiero ir a casa.

-Ya era hora. -bufo.