Enchanted To Meet You

Capítulo 4. It was Enchanting to Meet you

El copyright y la Marca Registrada del nombre del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como símbolos y elementos relacionados, son propiedad de Warner Bros., 2000. A excepción de sucesos no relacionados con lo antes mencionado.

Este fanfic ha sido basado en la canción Enchanted por Taylor Swift.

Rose se miró ante el espejo, una joven pelirroja con un semblante triste le devolvió la mirada. Tenía que hacer algo, su madre llegaría en cualquier momento y no tenía idea de cómo explicar los hematomas que adornaban su rostro ni por qué sus lesiones parecían estar como al principio. Debía evitar las citas al doctor o que solamente Albus la acompañara.

Le aterraba la idea de explicar lo de anoche, o tal vez era vergüenza o ambas, no lo sabía realmente.

20 minutos después, Hermione tocaba la puerta de su apartamento, para entonces Rose había hecho lo mejor por cubrir los hematomas con maquillaje. Luego de vacilar frente al espejo, abrió la puerta recibiendo a su madre con un abrazo y una falsa sonrisa en el rostro.

—¡Rose, me has dejado preocupada al teléfono! ¿Se puede saber qué pasó? —Hermione entró depositando algunas cajas de cartón sobre la mesa de la cocina. Rose se mordió el labio por inercia.

—No fue nada, sólo... me ha estado doliendo el torso, eso es todo —se encogió de hombros, pero hacerlo provocó una punzada de dolor sobre el esternón, cosa que no pasó desapercibida por su madre.

—Mañana te sacaré una cita con el doctor —dijo firmemente. No, la última cosa que quería, se apresuró a negar rápidamente.

—No es necesario, es normal, el doctor dijo que la recuperación de una fractura de costillas es dolorosa y tardía. —luego de una larga mirada, Hermione asintió. No le pasaba por alto que su hija tenía algo, su mirada lo decía todo, y no era secreto el hecho de que aún no superara lo de Oliver.

Si hay algo en Rose es su testaruda forma de actuar, nunca podrás convencerla de algo al menos que ella se dé cuenta por sí sola. Y este era el caso, aunque hablaras con ella horas y horas tratando de convencerla de olvidar a Oliver ella simplemente no escucharía, se sumiría en su depresión y no dejaría de pensar en él una y otra vez maldiciendo su existencia, por esa razón se debía ser cuidadoso con ella y a Hermione no le gustaba el hecho de que viviera sola por temor a que hiciera algo terriblemente estúpido, así como lo que intentó ayer.

Luego de una hora, Rose se encontraba abordando el vehículo de su madre con todas sus pertenencias en la cajuela rumbo a su antigua casa, al vecindario que tantos recuerdos le traía.

OOO

—¡Bienvenida Rose! —Un coro de voces resuena por toda la estancia de su antigua casa, un cartelón recitando lo mismo cuelga sobre la pared mientras que una ola de cabelleras pelirrojas y una que otra castaña o rubia se acerca a abrazar a Rose.

Rose hace un intento de sonreír mostrando que está sorprendida cuando en realidad quiere irse a su habitación, echarse entre las sabanas y dormir hasta el día siguiente. Ellos no la entenderían todos los Weasley son amantes de las fiestas.

—¡Rosie! —Esa fue Lily, se abalanzó sobre ella ignorando las quejas que hacía Rose de dolerle el cuerpo. —¡Tenemos tantas cosas que hacer juntas! —Chilló— ¡Albus, ven a saludar!

Un chico de cabello castaño y ojos verdes salió entre la multitud con una sonrisa al ver a su prima preferida, ellos siempre fueron muy unidos pero a raíz del accidente sumando con la depresión de su prima se alejaron por varios meses. Ver a Albusle resultaba gratificante, él era el único que podía sacarle verdaderas sonrisas sin tener que forzarlas, siempre estaba con un consejo en la boca y la escuchaba cuando tenía algo que decir, eso era justo lo que necesitaba.