Maldito Juego

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—Quiero que se porten bien y no hagan nada malo.— dijo mi madre acariciando mi mejilla, ya en el porche— No quiero volver como la vez pasada.

Eso pasó hace 2 años, a Michael, se le ocurrió la idea de hacer una fiesta un día antes que mis padres regresarán, y bueno, todo se salió de control, vecinos enfadados, alcohol, policias. En fin, mi madre se dio cuenta y nos castigó un mes, sin que yo tuviese algo que ver.

—Sí mamá, vayan tranquilos, nada pasará— le di un abrazo.

—Cuidense mucho y yo les llamo más tarde ¿okey?— dijo James e igual lo abracé.

—Prometeme Valentina que no harás nada malo— mi madre aún no se convencía.

—Si mamá, ahora vayanse que se les hace tarde— dije riendo porque no se podía convencer. Era divertido. Ella era divertida.

Me abrazaron como si no los volviera a ver y se montaron en el taxi.
Cerré la puerta e iba a subir a mi habitación.

—Zenere , he invitado a algunos amigos, puedes encerrarte en tu cuarto sí gustas— me comunicó Michael

—¿Ó sea que te valió lo que tu padre dijo?— no dejé que contestara— cómo sea, invitaré a Marcos.

No contestó y sonreí, sabía que no le caía nada bien, tampoco le gustaría verlo ahí.
No creo que esta sea una verdadera fiesta.

Me encerré en mi pieza y saqué algo lindo de mi closet. Tenía que hacerlo invitaría a Marcos , aunque no tengo cosas lindas en mi armario. Visto como hombre, me agrada hacerlo.

—Hola! Oye ¿Puedes venir a mi casa? Quiero estar contigo.
-6:40pm

También le envíe a Karol

—Karooool!! Mis padres se fueron y tu amor quiere invitar a sus amigos... ¿Quieren veniiir?
-6:46

Al momento ambos me Contestaron;

Marcos:Claro cielo, yo llegó haya en 40 minutos ¡Te amo!
-6:49

Karol: ¿En seriooo? Obviooo!! Deja me pongo algo lindo, para que se enamore y deje a su novia la zorra. Llegamos haya en una hora ¡Te quiero!
-6:54

Me dio risa el mensaje de Karol. Todo me daba risa. Era una tonta.

Entré y me di una buena ducha, al terminar vestí con un vestido color blanco ampon y un suéter café, era una combinación muy buena. Lo único femenino que tenía.

Dejé mi pelo suelto, me puse solamente rímel y lápiz labial de un color muy claro. No me gustaba tanto el maquillaje.

—Valentina te buscan. — me avisó Michael casi gritando tal parece que fuera de mi puerta.

Abrí la puerta y no dije nada, sólo intente pasar a su lado para bajar a recibir a Marcos, pero me tomó del brazo con fuerza impidiendome seguir caminando.

—Al menos dame las gracias, no te hubiera avisado.

—Gracias.— le dije fría y bajé, me caía mal que siempre hiciera eso. Sí no quería darle las gracias, es porque de verdad no quiero.

Abrí la puerta y me aventé hacia él sin saludarlo ni asegurarme que fuera Marcod. Sólo de imaginar que fuera uno de sus amigos quien estuviera en la puerta y me lanzará hacia él, es vergonzoso.

—Tardaste menos de lo que dijiste.— le di un pico.

—Quería por estar contigo.— me levantó algunos centímetros del suelo.— te vez muy bien.— me dejó de pie y apretó mis mejillas. Odiaba que hiciera eso, pero no quería romper su corazón, no me gusta ser cursi o ridícula.

—¿Quieres pasar?— le pregunté. Es obvio Valentina ¿Para qué lo invitas si no lo dejarás pasar?

—Esta tu hermano, no lo creo.

—Lo tomé de la mano y miré sus ojos color miel— Vamos, a él no le importa. No debe importarle.

Lo llevé a mi pieza pasando a un lado de Michael, quien estaba bañado y muy bien vestido. Era más que obvio que Fernanda y sus amigos vendrían a emborracharse con él.

Nos acostamos en mi cama e hicimos todo, menos lo que él quería hacer y que yo aún no estaba lista.Despues llegaron los muy buenos y escándalos amigos de Michael. El buen Michael

—¿Quieres bajar a tomar algo?— pregunté jugando con sus largos dedos.

—¿Crees qué se moleste?— besó mi cabeza.

—¿Y eso importa?— contesté con una pregunta más.

Me levanté y entrelazé mi mano con la suya, bajamos a la planta baja.
Michael y su amigo Ruggero estaban sentados en la barra de cocina, a la que fui con Marcos.

—Ahora veo que no eres de pocos amigos hermanito.— abrí la nevera.

— Hola Rugge- le dediqué una sonrisa.

—Hola Valu. — me besó la mejilla.

Samuel era el mejor amigo de Michael,o al menos eso parecían ser. Era el único amigo de él, que de verdad me caía bien.

Tomé una botella de Vodka ya que Marcos quería un poco, yo sólo bebí un refresco. El alcohol no es para mi. Cuando lo bebo salgo de control.

Me senté con él en el comedor y hablamos de muchas cosas, el tema de conversación nunca se acababa si se trataba de Marcos.

Después llegaron Karol y Jorge, se unieron a nuestra charla y la hicieron más divertida, siempre riéndonos juntos.

—¿Y ya llegó la bolsa de harina?— Preguntó Karol buscándola con la mirada.

—Sí, pero no esta con Michael, me ve muy mal la tipa, aunque no me sorprende.— respondí arqueando una ceja.

—¿Quién es la bolsa de harina?— preguntó Marcos confundido.

—Fernanda, fue el mismo Michael quien se lo puso. — le dijo Jorge.

—¿Y qué significa eso?— aún estaba confundido.

—Porque entre más la sacuden más polvo echa.— todos reímos al mismo tiempo

En la casa habían 13 personas, sin contar a Michale ni a mi, 10 amigos de el popular, y bueno, mis más fieles acompañantes.

Michael abrazaba por la cintura a Fernanda tenía la mirada pérdida, sus ojos verdes estaban perdidos. Y no tenía idea del porque, hace un rato estaba bien. Quizá Ruggero le dio una mala noticia, su equipo favorito perdió, la mujer que le gusta no lo quiere, no lo sé.

—¡Hey, hey! propongo un juego— gritó Rugge y logró atraer la atención de todos.

—¿Cuál?— dijeron algunos interesados.

—Bien, es algo así como la botella, más bien, es la botella, pero, la innové sólo un poco. — juntó sus manos. Parecía psicópata.

No quería jugarlo, y en realidad me hubiera quedado así. No me gustan esos juegos, son del diablo.

1.Mi Hermanastro-Michaentina (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora