Siempre estará enamorado 1/3

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Narra:Michael

-¿Qué hará?- pregunté molesto.

-¿Qué es lo que mereces Ronda?- recargó los brazos sobre su escritorio.

-¿Usted cree que es justo lo que pasó? ¿Yo hice mal en hacerlo?- fruncí el ceño.

-¿Tú crees que hiciste bien?- preguntó la directora.

-No me arrepiento, la verdad.

-Pudiste haber arreglado esto de otra forma ¿Por qué siempre lo arreglan a golpes?

-¿Cómo? ¿Diciendole a ustes?- carcajeé.- Si no pueden hacer algo simple ¿Cree que podrán arreglar algo así?

-Hay preferencias en algunos casos.

-No lo parece, solo se preocupan por la apariencia de su escuela sin saber si los alumnos están bien.- alcé la voz.

-No merezco que me levante falsos, podría meterlo en más problemas.

-¿Estoy diciendo alguna mentira?

-Yo me preocupó por mis alumnos, por eso están aquí, quiero ayudarlos.

- Oh, sí ¿Como?

-Necesito la versión de ambos para poder hacer algo.

-¿Qué? ¿Ó sea que lo que ella dice le vale mierda?

-Por favor, cuide su lenguaje.

-No lo haré si no lo corre de esta maldita escuela, esto no puede ser así. La obligó a hacer algo que ella no quería.

-Son las reglas, y no tengo nada más que decirle.

-Al diablo sus malditas reglas- golpeé el escritorio con mis nudillos.

-Usted esta expulsado ¿Queda claro?- dijo sin más. - el lunes quiero a sus padres para arreglar todo. Y no hay nada más que hablar. Le pido que se retire.

-¿Se sentirá mejor?

-Puede retirarse, ya es la hora de salida.

-Sólo espero tenga muy buenas razones para hacerlo. Señora directora.

-Claro que las tengo. Puede decirle a sus compañeros que no entraran al instituto si sus padres no vienen a hablar conmigo. Gracias.- volvió a sus asuntos.

Tenía ganas de decirle hasta de lo que iba a morirse. Maldita vieja.
Me levanté mirándola con odio. Salí de la sala azotando la puerta.

Ruggero él único que esperaba afuera.

-¿Y Valentina?- le pregunté, él estaba con ella cuando yo entré a la sala.

-Marcos- suspiró.

¿Qué? No podía ser, ¿dónde demonios estaba cuando ella lo necesitaba?

Narra Valentina.

-No, no paso nada.- le contesté cuando preguntó qué me sucedía.

-Te noto nerviosa, estas pálida.- tocó mis mejillas.

-Quizá sea porque no desayuné bien.- me encogí de hombros.

-¿Quieres qué te compre algo?- se ofreció.

Negué y agradecí.

-Por cierto ¿Dónde estuviste?

-Ensayando con el grupo de porristas.

-Ah ¿Qué ensayabas?

-Tienen concurso, antes trabajaba con ellas- hizo una pausa.- ¿Estás celosa?

1.Mi Hermanastro-Michaentina (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora