Narra:Michael
-¿Qué hará?- pregunté molesto.
-¿Qué es lo que mereces Ronda?- recargó los brazos sobre su escritorio.
-¿Usted cree que es justo lo que pasó? ¿Yo hice mal en hacerlo?- fruncí el ceño.
-¿Tú crees que hiciste bien?- preguntó la directora.
-No me arrepiento, la verdad.
-Pudiste haber arreglado esto de otra forma ¿Por qué siempre lo arreglan a golpes?
-¿Cómo? ¿Diciendole a ustes?- carcajeé.- Si no pueden hacer algo simple ¿Cree que podrán arreglar algo así?
-Hay preferencias en algunos casos.
-No lo parece, solo se preocupan por la apariencia de su escuela sin saber si los alumnos están bien.- alcé la voz.
-No merezco que me levante falsos, podría meterlo en más problemas.
-¿Estoy diciendo alguna mentira?
-Yo me preocupó por mis alumnos, por eso están aquí, quiero ayudarlos.
- Oh, sí ¿Como?
-Necesito la versión de ambos para poder hacer algo.
-¿Qué? ¿Ó sea que lo que ella dice le vale mierda?
-Por favor, cuide su lenguaje.
-No lo haré si no lo corre de esta maldita escuela, esto no puede ser así. La obligó a hacer algo que ella no quería.
-Son las reglas, y no tengo nada más que decirle.
-Al diablo sus malditas reglas- golpeé el escritorio con mis nudillos.
-Usted esta expulsado ¿Queda claro?- dijo sin más. - el lunes quiero a sus padres para arreglar todo. Y no hay nada más que hablar. Le pido que se retire.
-¿Se sentirá mejor?
-Puede retirarse, ya es la hora de salida.
-Sólo espero tenga muy buenas razones para hacerlo. Señora directora.
-Claro que las tengo. Puede decirle a sus compañeros que no entraran al instituto si sus padres no vienen a hablar conmigo. Gracias.- volvió a sus asuntos.
Tenía ganas de decirle hasta de lo que iba a morirse. Maldita vieja.
Me levanté mirándola con odio. Salí de la sala azotando la puerta.Ruggero él único que esperaba afuera.
-¿Y Valentina?- le pregunté, él estaba con ella cuando yo entré a la sala.
-Marcos- suspiró.
¿Qué? No podía ser, ¿dónde demonios estaba cuando ella lo necesitaba?
Narra Valentina.
-No, no paso nada.- le contesté cuando preguntó qué me sucedía.
-Te noto nerviosa, estas pálida.- tocó mis mejillas.
-Quizá sea porque no desayuné bien.- me encogí de hombros.
-¿Quieres qué te compre algo?- se ofreció.
Negué y agradecí.
-Por cierto ¿Dónde estuviste?
-Ensayando con el grupo de porristas.
-Ah ¿Qué ensayabas?
-Tienen concurso, antes trabajaba con ellas- hizo una pausa.- ¿Estás celosa?
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1.Mi Hermanastro-Michaentina (Adaptada)
FanfictionEs extraño, es imposible, es enfurecedor, es anormal para algunos, y pecado para otros. Pero a ellos no les importa lo que piensen, ellos se arriesgan a que su historia sea una de las mejores que las personas puedan contar. Pase lo que pase, e...