Me apostó 3/5

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Mike me platicó que mi madre lo había encerrado gracias a James, él le había dicho que era lo mejor y ella asedió. Y de verdad no entiendo ¿Por qué ahora lo hace cuando antes parecía apoyarnos?

—Estaba con Jorge.— quería decírselo.

—¿Quién es Jorge?— preguntó confundido.

—Oh, mi padre biológico.

—¡Wow!— exclamó — ¿De verdad?

Asentí con una ceja levantada.

—¿Por qué ese cambió tan repentino de estar cerca de él?

—Yo no lo busqué, me lo encontré y parecía preocupado. Se ofreció a llevarme a tomar algo, y bueno, me explicó lo que pasó y así.

—¿Y cómo terminaste en un hotel?— arqueó una ceja.

—Oh, tal parece que tiene un hotel en el centro. No quería venir a casa, así que él quiso llevarme ahí para descansar.

—Entonces ¿Ambos están bien?

—No lo sé. — me encogí de hombros.— no podré verlo como un padre tan rápido.

—Dejale que se gane tu confianza.

—Como sea.

Me abrazó ya estando acostados sobre su cama y tapados con su edredón. Acariciaba mi cabeza haciendo ligeros masajes sobre ella.

—No quiero dormir.— le dije.

—¿Por qué no?— seguía acariciando mi cabeza.

—Porque es mucho tiempo desperdiciado para verte, ahora lo entiendo.

—Mañana podrás hacerlo todo el tiempo que quieras. Estaremos juntos todo el día. — besó mi frente.

—Quizá no.— suspiré cerrando los ojos.

Eran dos motivos por los cuales no quería dormir, primero, sabía que mañana sería un día igual a este, mi madre gritandome, James estando de su lado, escondiéndome de ellos para que Michael y yo podamos estar juntos, no sería un día fácil. Está más que claro.

Creo que él también lo sabe, pero quiere animarme diciendo que todo estará bien, y yo también quiero animarle diciendo que le creo.

Pasando cuatro horas y media sin poder dormir, mirándolo dormir, conseguí dormir una hora y un poco más para después seguir sin poder dormir. Sonó el reloj de mesa que Michael tenía en su mesa de noche, él despertó lento mirándome y sonriendo como estúpido, un estúpido muy lindo.
Le mentí diciéndole que había dormido excelente, y es que sí le hubiese dicho lo contrario me regañaría.
Esta vez ambos pensamos en ir al colegio. Se levantó, yo me senté en la cama con la cara enterrada entre mis manos, ahora sí que el sueño me estaba invadiendo completamente.
Escuché que abrían la puerta por fuera, alcé la mirada hacia esta y mire a mi madre mirándome y mirando a Michael
No dijo nada, sólo nos miraba a ambos una y otra vez, me levanté de la cama y fui hacia Mike

—Te veo en un rato.— asintió y lo besé sabiendo que mi madre estaba ahí.— Te amo.

—Te amo más. — acarició mi mejilla.

Pasé a un lado de ella mirándola a los ojos y apretando la mandíbula.
Ignoré lo que iba a decirme y entré a mi habitación. Eso estuvo de miedo.
Dejé sobre la cama las cosas que había traído de la caja de Jorge y procedí a desvestirme para tomar un ducha y largarme al colegio, que desgraciadamente era el único lugar en el que quería estar.

James nos llevó a ambos al colegio, Michael peleaba con él, y él no daba una explicación coherente a lo que pasaba, tartamudeaba y tartamudeaba.
Tal parece que mi madre no sabe que James ya lo sabía.

Salimos de la camioneta y caminamos distanciados hacia la entrada ya que James no quitaba su mirada de encima. Ahora él está de parte de mi madre.

—Ahora no tendremos que escondernos.— entrelazó mi mano ya dentro del colegio.

—No sé sí sea como lo imaginé.

—Lo será, tenlo por seguro. — me guiñó ligeramente un ojo.

Caminamos así, juntos con nuestras manos entrelazadas. Algunos nos miraban y susurraban entre ellos, en vez de darme miedo me dio tanta risa que no pude evitar no reírme. Llamamos la atención aún más, escondí mi vergonzosa cara en el pecho de Michael aún riendo.
Conseguí controlarle para seguir caminando.

—Debo entrar a clase, a ver como van las cosas con él de música ¿Sí?

Asintió.

—Cuidate mucho, te veo en el almuerzo.— besó mi nariz y después chocó su frente con la mía

—Sobre todo de la manada de Fernanda.

—Me sonrió— No te preocupes por eso bonitaa, yo me encargaré.

—Como sea.— lo besé— te veo luego.

Retrocedió después de besar mis nudillos.
Tomé camino hacia mi edificio para recoger mis libros, me encontré a Jorge en el camino, y me contó que todos hablan de los hermanastros.
Y que Karol decía que Fernanda no la quería más como amiga, y ella estaba destrozada. El karma, el karma.

Entré a la aula de música cuando el profesor ya estaba ahí, me sonrió de una manera pedófila que ni yo creía.
Explicó un tema que me parecía ya había explicado, pero yo ni enterada. Hicimos algunos apuntes y demás.
Me preguntó que qué tal iba mi avance en la canción. Me quedé confundida unos minutos, después lo recordé y le contesté que iba perfecto. Gracias a todos los cielos no me dijo que le mostrara el supuesto avance. Aunque fue extraño porque fui a la única que no se lo pidió.
Cuando la chicharra sonó el profesor me detuvo para decirme que sabía lo que estaba pasando, y él estaba dispuesto a ayudarme. No gracias.

Salí al pasillo y devolví mis libros al casillero, tomé los siguientes y me dirigí hacia el patio ya que debía cruzar éste para llegar al laboratorio de química, la profesora nos indicó que ahí tomaríamos unos días la clase.

Miré a Fernanda caminando hacia mi, rodé los ojos. Su rostro estaba perfecto, el maquillaje era la respuesta. Sin embargo mi cuello seguía hecho caca.

—Ugh Valentina.— me señaló frunciendo el ceño.— ¿Quién te hizo eso?

—Ya vez.— suspiré— ¿Qué quieres?

—Hacerte un favor, sobre Michael

No contesté, intenté pasar a su lado. Me regresó con un empujón.

—Sólo quería decirte que no se puede confiar en Michael,Valentina

—No me importa lo que vayas a decir.

—Sí que va a importarte Valentina. Karol me lo confesó, ya sabes que además de chismosa es muy fácil de sacarle la información.

—No me sorprendería que sólo fuera eso, un chisme.

—Marcos también me lo aseguró.

—¿Qué tiene que ver con esto él?— fruncí el ceño.

—Ay Valentina, él es el coprotagonista de esto. Aceptó una apuesta para seducirte y que cayeras directito a sus pies.— hizo un ligero puchero — ¿A qué no te imaginas quien te apostó?— notó que no contesté— tú lindo novio. Quien también aceptó una apuesta que como fin tenía acostarse contigo, grabarte y mostrárselo a todo el colegio. — sonrió cínica, hipócrita, estúpida, maldita, hija de puta.

Negué ligeramente con la cabeza, eso no iba a poder ser posible Michael no era capaz de hacer algo así.

—Sí no me lo crees puedes preguntarle a Marcos,Ruggero,Jorge o cualquiera del colegio. Todos lo sabían y sólo te veían como un juego. De verdad lo siento Valentina. Esta ves, vuelve a ganar Michael.— hizo una pausa.— y yo.

No quería creerlo, pero aunque no lo quisiera lo hacia. Ella era tan mala con todos, hace sentir mal a todo quien se cruce en su camino ¿Qué demonios gana? Ella no tiene límites.

Pasé a un lado de ella abrazando mis libros con fuerza, algunas lágrimas cayeron sobre éstos, intenté que nadie me mirara agachando la mirada. Podía notar que todos se habían dado cuenta de lo ocurrido, y me miraban, tal vez con lástima. Y es que también me tengo lástima.

1.Mi Hermanastro-Michaentina (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora