Tienes lo que más de una quiere

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Ambas camionetas llegaron, me pareció escuchar que Ruggero conducía una y Jorge otra. Se han vuelto más amigos los hombres.

Se abrió la puerta de una Volkswagen Combi color negra. Todos los que venían dentro salieron y miraron el mar.
Vaya, sí lo único que mire una persona al llegar no es el mar. No es humano. De verdad, es de lo más bello que puede haber.

Algunos de ellos corrieron al mar quitándose su camisa y lanzándola a la arena, y algunas otras daban saltillos con sus amigas.

Ruggero bajó de la camioneta y se acercó a nosotros.

-¡Hola!- creo que se alegró.

-Creí que tardarían más. - dijo Michael

-Yo también, la suerte estuvo de nuestro lado.- me miró.-
Qué tal Valentina ¿Cómo estás?- me abrazó levantandome pocos centímetros de la arena.

-Aquí pasándola ¿Tú?- sonreí.

-Se separó- manejar más de dos horas no es lindo.

-Torcí la boca.- Oh, entiendo.

-Te vez muy bien.- me guiñó un ojo.

Fruncí el ceño y agradecí.

-¿Tienes las llaves Michael?- le preguntó.

-Te las daré si dejas de coquetear con mi chica.

-Rió bajo- no creo que debas cuidarla de mi.

-Lo tendré en cuenta hermano.- le lanzó las llaves.

Agradeció y se retiró hacia la cabaña.

-Iré con Jorge.- le dije a Michael

-Sí, sólo portate bien.

-Sonreí- ¿debería decir lo mismo?

-Para nada- negó con la cabeza.- iré a ayudarle a Rugge adentro.

-Te veré allá.

-Claro linda.- miró hacia los lados y besó mis labios rápido.

-Qué gracioso eres.- me burlé.

-Te amo.

-También te amo.

Narra Michael

Valentina se fue y yo entré a la cabaña en la que ellos se quedarían. Había sólo dos chicas dejando sus mochilas dentro y preguntando donde podían vestirse para nadar.

-Ya dejé las cosas que me pediste sobre la barra.- le informé a Rugge

-Sí, ya me percaté de eso.

-Okey.

Se quedó mirándome, me incomodó un poco.

-¿Qué?- le pregunté.

-¿Ya pasó?- parecía ansioso.

-¿Ya pasó qué?- fruncí el ceño.

Ladeó la cabeza de un lado a otro, y me miró con sus ojos entrecerrados.

-Tú,Valentina... ¡Boom!- exclamó.

-No pienso hablar de eso Ruggero

-¡Oh, vamos hermano!

-No pienso hablar de eso.- repetí.

-Eso quiere decir que sí. Vamos, dímelo.

-Sí,Rugge.- le dije.

El rió demasiado fuerte.

-¿Y qué tal?- arqueó una ceja.

-Eso sí que no pienso contestartelo.

1.Mi Hermanastro-Michaentina (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora