13. El baño.

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Él se iba acercando, iba relajado, sin prisa, se paró en frente mía y me dijo:

-No te voy a decir que te quiero, ya que lo sabes, pero lo que sí quiero que te quede claro es que estoy contigo, a tu lado y siempre estaré. Si es un tiempo lo que necesitas te daré todo el que necesites.

-Muchas gracias por entenderlo de verdad- en verdad no sabía que decir esto era lo que menos me esperaba.

Después de despedirme de Andy ambos continuamos nuestro camino, me sentía vacía, no sabía cómo reaccionar solo continué andando y me puse los cascos.

(...)

Al terminar de comer con mi tía me subí a mi habitación, estuve rara toda la comida y tampoco comí nada.

Ahora me siento cansada, no quiero ni me veo capaz de aguantar. No se ni como me siento. Así que decidí dormirme.

Toda la semana transcurrió así; me levantaba, me duchaba y me encerraba en mi habitación no salía ni para comer, mi tía se volvía a preocupar de que no saliese de mi habitación.
Los primeros días eran "tranquilos" y monótonos, hasta que me volví a obsesionar con mi físico.

(...)

Faltaban 2 días para volver a las clase, estaba super pálida, mis cortes ya no se notaban pero eso era lo que menos me importaba, me veía fea, demacrada pero sentía que no era suficiente que tenia que seguir con el ayuno.

Me pase los dos días sin dormir moviéndome por la habitación y con muchísima ansiedad, pensé en buscar las pastillas para la ansiedad, que antes tomaba, pero estaban mezcladas con millones de pastillas, de la vez que me intenté suicidar.

Como no las encontraba intenté relajarme y dormir hasta que el despertador sonara, lo cual no funcionó.

Sonó la alarma y me levanté bruscamente, lo que hizo que me mareara hasta el punto de no poder mantenerme en pie.

Me senté en mi cama y mantuve mi cabeza entre mis manos durante cinco minutos.

Me volví a levantar, esta vez más despacio. Fui a la ducha, salí, me sequé y procedí a seleccionar mi ropa, ya casi nada me cabía, estaba muy delgada.

Me decidí por una falda negra que me llegaba hasta medio muslo, la única camiseta, que no me quedara tan grande, negra con letras que decían "NO FEELINGS LEFT".
En principio era una camiseta ceñida, antes me quedaba bien o eso yo pensaba pero ahora me queda bastante suelta, como si ningún cuerpo estuviera en ella.
Me gustaba esa sensación y mis vans negas.

Me recogí el pelo en una coleta alta dejando mi flequillo y mis patillas fuera.

Me puse mis pequeños aros de plata, mi collar de sempiternal, mi otro collar de un alíen, mis dos collarines negros y mi colgante con el nombre de Oliver, mis tres pulseras de grupos favoritos; BMTH, SWS y WSS y mi tobillera de calaveras.

Bajé a intentar escaquearme del desayuno lo cual fue todo un éxito.

Cogí mi abrigo y mi mochila y salí por la puerta. Llegué 20 minutos antes y tuve que esperar con todo el frío.

Pempezaba a llegar la gente y las puestas de abrieron, yo estaba en la puerta aún fumandome el tercer cigarrillo, hasta que vi a Andy.

Apagué el cigarro y entre al edificio tranquila hasta que Andy empezó a gritar mi nombre y empujar a gente para alcanzarme.

-¡Valencia! ¡Valencia, joder espérame!

No quería verle, lo único que iba a hacer sería mencionarme lo delgada que me he vuelto e intentar buscar cortes, me acabo cansando del continuo "¿Has vuelto a dejar de comer" de Andy.

Entre Nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora