CAPITULO 05

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Advertencia: Capítulo Hot así que se lo pueden saltear. XD

Su mano abandonó mí cintura y se posó en mí mejilla. Subí mis manos a su cuello y enrede mis dedos en sus cabellos, profundizando el beso. El agua chocaba con mí cuerpo y resbalaba por mí piel.

Sus labios bajaron a mí cuello, mordió y estiró mí piel. Provocando que un leve escalofríos recorriera mí cuerpo. Mí cuerpo se tensó y mí pulso se aceleró aún más, mí corazón comenzó a palpitar con fervor. Mí pecho subía y bajaba al ritmo de mis latidos.

— Debes detenerte — susurré agitada. Conteniendo un hilo de cordura. Sus labios dejaron una sensación de vacío que quería ser llenada. No podía, aquel hombre ¿Quien era? ¿Que hacía en mí baño? ¿POR QUÉ ESTABA DESNUDO?

— Pídemelo otra vez — murmuró con voz ronca. Su dedo se deslizó por el medio de mis senos, bajo por mi abdomen , mi vientre y se detuvo centímetros antes del comienzo de mí intimidad. Enviando olas cálidas a mí cuerpo. Una corriente eléctrica recorrió mi espina dorsal y se detuvo en mí, ahora, palpitante intimidad.

— Deb... Mmmgh~ — Un sonoro gemido se escapó de mis labios al sentir su dedo sobre mí clítoris.

Miré su rostro, una pícara y triunfante sonrisa se dibujo en este. Él me miro fijamente, me sentí transparente. Sus cabellos estaban mojados y por su cuerpo resbalaban las tibias gotas de la ducha, agregándole sensualidad al ambiente.

— Yo sé que no puedes — susurró sobre mí oído. Su aliento chocó con mí piel haciendo que los vellos de mí nuca se erizarán.

— Cierra el c... ¡Mierda! — exclamé al sentir unos de sus dedos enterrarse en mí interior. Sentí como el deseo que yacía en mí interior se expandía nublandome la vista.Arrebatandome la razón. Mí intimidad estaba húmeda, lo sabía, lo podía sentir.

— Lo siento muñeca pero no puedo jugar — gruñó él, me dio la media vuelta obligandome a apoyar mis manos a la pared. El agua había dejado de correr y el silencio inundó el lugar. Me iba a girar a ver que estaba pasando pero él incrustó de lleno su miembro en mí interior.

— ¡Ah! — un grito de placer se escapó de mis labios. Mí espalda se arqueo y mis paredes se contrajeron ajustándose a su anchura. Él hundió sus dedos en mis caderas y comenzó a balancear su pelvis.

Sus duras y placenteras embestidas hacían mis piernas temblar. Estaba segura de que si él no me sostenía, pperdería el equilibrio y caería.

— Mmmh... Dios~ — gemía sin control. Jamás había sentido algo igual, su miembro entraba y salía con velocidad. Sus testículos rebotaban en mí entrada y el ruido de nuestros cuerpos al chocar hacían eco en la habitación.

Mis senos estaban erectos y dolían, mí cabeza estaba en la galaxia y mí cuerpo recibía complaciente el placer que ese hombre me otorgaba. Sus embestidas se hicieron más profundas magnificando mis sensaciones.

Eché mi cabeza hacia atrás y hundí mis uñas en la pared. Mí cuerpo se balanceaba en un vaivén de nunca acabar. Sus penetraciones se hicieron más intentas, su miembro tembló y segundos después sentí su líquido tibio y espeso llenar mí interior. Esperó que saliera hasta la última gota para apartarse de mí y salir de mí interior.

Una vez que él me soltó mis piernas temblaron y perdí el equilibrio cayendo al suelo. No era mí primera vez, pero jamás había experimentado algo igual.

— ¿Quien eres? — pregunté intentando pararme. Él hizo caso omiso a mis palabras, me Tomó en sus brazos y me llevó hasta mí habitación.

¿Como sabía que esa era mí habitación?.

— ¿Quien mierda eres? — Pregunté molesta, él no me respondió. Solo me dio un casto beso sobre mis labios y se fue por la puerta, Aún desnudo.

Con dificultad me acerque a la puerta y miré hacia el pasillo, había desaparecido. Recorrí cada rincón de la casa y no lo hallé. Se lo había tragado la tierra.

— Miauuuh — el gatito maullo llamando mi atención. Él estaba acurrucado sobre el sofá.

Yoongi y tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora