Capitulo 10

5.5K 326 48
                                    


— ¿Quien eres tú? ¿Que haces aquí? ¿Por qué siempre andas desnudo? ¿Como entras a mí casa? ¿Que hiciste con mí gato? — lo ataqué con preguntas. Crucé mis brazos sobre mí pecho y fijé mí vista en él. No me achicaria o retrocedería solo porque él me mirará de esa manera. No le tenía miedo, y si es que quiere hacerme algo pelearía.

— Creo recordar que esta mañana no te importó que él anduviera suelto — Sonrió arrogante tomando en sus manos su miembro — Tampoco te importó tenerlo dentro de ti, es más yo sé que te encantó — Concluyó con aires de grandeza.

— ¡No ignores mis preguntas! — Alcé la voz frustrada, haciendo caso omiso a sus palabras.

— Veamos... ¿Por donde comienzo? — Hizo una leve pausa e inhaló — Soy Min YoonGi — se presentó.

¡Ese nombre ya lo había oído antes! De eso estaba completamente segura.

— ¿Que hago aquí? Tú me trajiste — me miró fijamente y antes de que yo pudiera objetar prosiguió — No tengo ropa, esta es mí casa y tu "gatito" soy yo — asintió con completa seguridad.

No pude contenerme y estallé en risas. ¿Como él podía ser mí gatito? ¡Ese hombre estaba completamente demente!

— ¿De que te ríes? — Fruncio el ceño y se incorporó de golpe.

— Es en cerio... ¿Que hiciste con mi gato? — Copié su acción, completamente seria.

— ¿No me creerás? — enarco una ceja e inmediatamente negué con la cabeza. Él suspiró y dio dos pasos adelante. En un abrir y cerrar de ojos, aquel hombre desapareció. Sus largos brazos y finas piernas se transformaron en dos pequeñas patas llenas de pelos. Sus ojos se achinaron más y sus orejitas aparecieron. De su nariz salieron bigotes y en segundos volvió a ser aquel pequeño y tierno gatito que había recogido de la calle.

— ¡Carajos! — Exclamé petrificada, eso no era normal. Eso era brujería o algo por el estilo. Retrocedí varios pasos y tomé lo más cercano que tenia en defensa, un florero.

En un abrir y cerrar de ojos volvió a ser aquel hombre desnudó frente a mí.

— ¿Que mierda eres? — pregunté aterrada. Mí cuerpo se tensó y mí corazón latio con gran rapidez.

— Soy un espíritu — Respondió con total normalidad.

— ¡Un fantasma! — Exclamé aún más asustada. Estaba viendo un jodido fantasma.

— No — negó en un vaivén de cabeza — Soy un espíritu... Emm... Los fantasmas son seres que vivieron una vez y... Espera, comenzaré otra vez — Interrumpió y volvió a hablar —Los espíritus somos seres que tienen un cuerpo físico. Una vez morimos pero se nos dio la oportunidad de volver a la tierra. Necesitamos unirnos a otra persona para seguir sobreviviendo, es decir tener sexo. Pero no con cualquier persona... Tenemos que encontrar a ese ser que fue creado para nosotros. Verás... Las almas vienen en par. Muchas de esas almas no encuentran a su alma gemela en el transcurso de su vida. Es por eso que luego de morir somos enviados nuevamente a la tierra a buscarlas. Si no las encontramos nuestro cuerpo físico desaparecerá y nos convertiremos en fantasmas. Seres sin cuerpo que se mantienen encerrados en esta dimensión, sin poder interactuar, completamente aislados. En castigo por no cumplir con su misión — Explicó serenamente.

— Quiere decir que los espíritus tienen cuerpo, como tú que eras un gato, y los fantasmas son espíritus que no pudieron encontrar a su alma gemela y fueron castigados y puestos en un limbo? — pregunté intentando entender.

— Exactamente — Asintió seguro.

— Entonces... ¿Por que eres gato y humano? — Pregunté curiosa.

— Verás... Podemos tomar la forma de nuestra alma gemela. En mi caso tú — me señaló a lo que me sobre exalte dando un pequeño saltito.

— ¿Yo soy tu alma gemela? — pregunté incrédula. Sin saber que hacer... ¡Yo no podía ser su alma gemela! Además, ni siquiera creía en todas las fantasías que acababa de decir. Pero podía transformarse en gato... eso hacia factible su historia.

— Así es... digamos que cuando te vi supe que eras tú — se encogió lo hombros restándole importancia.

— Quizás te equivocaste — Insistí , debía estar mal. Si bien existía una gran tensión sexual con él. Yo amaba a Jin, con cada rincón de mi ser.

— Yo nunca entendí lo que era el amor pero lo sentí por primera vez cuando vi tus ojos... Sé que eres mí alma gemela — Asintió completamente seguro.

Yoongi y tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora