Capitulo 09

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Él me fulminó con la mirada pero hizo caso a mis palabras. Se dio media vuelta y regresó a la habitación de mí madre. Inhale hondo y caminé hacía mi cuarto.

¿Por qué hacia esto? Podía llamar a la policía en este momento. No conocía a aquel hombre , pero sabía que no me lastimaría. Si sus planes eran lastimarme o causarme algún tipo de daño ya lo hubiera hecho. Tuvo muchas posibilidades y no aprovechó ninguna, así que esa idea esta descartada.

— Jin, amor — Pronuncié cruzando el umbral de la puerta. Jin estaba recostado en mí cama, con la ropa ya puesta y el ceño fruncido. Estaba enojado, pocas veces ocurría pero cuando eso sucedía pasaban semanas hasta que se le iba el enojo.

— ¿Que tanto hacías? El maldito gato dejó de maullar hace rato — gruño molesto. Realmente estaba enfadado.

En ese momento recordé al gato. ¿QUE HABÍA HECHO CON EL GATO? ¿Lo lastimó? ¿Se lo llevó? ¿Y si era suyo?

Sacudí mí cabeza deshaciéndome de esos pensamientos. Lo primordial era sacar a Jin de mí casa, antes de aquel hombre lo sacará y arruinará lo que años me llevó ganar, la confianza de Jin.

Suspire y relaje mis hombros, deshaciéndome de toda la tensión acumulada. Me acerqué a él y lo rodeé con mis brazos, apoyando mí cabeza sobre su pecho.

— Perdoname ¿si? — Agudice mí voz en un intento de sonar tierna. Llené de besos su pecho y en el trascurso una idea cayó del cielo. — Estaba respondiendo a mí madre, llegará en 10 minutos — Mentí descaradamente.

“Perdoname Jin” pensé. Él me miró directo a los ojos y entendió lo que ellos decían. Luego de un suspiro se puso de pié, apartándome de su lado.

— Es mejor que me vaya, de lo contrario pensará que estábamos haciendo cosas indecentes — habló tomando su mochila del suelo. Su fastidio era notable, me costaría reparar esto.

— Lo siento amor — me puse de pié y lo Abracé por la espalda. Él no respondió y salió por la puerta. Lo seguí por el pasillo, bajó las escaleras y llegamos a la puerta de entrada.

— Chau — dijo secamente y salió por la puerta. Sin siquiera un beso, sin siquiera un abrazo.

Era mí culpa... Primero lo dejé insatisfecho y luego lo eché de mí casa. Realmente estoy siendo una mala novia... Muy mala.

Subí las escaleras y corrí a mí cuarto. Me acomodé mí brasier y puse una remera, había estado todo el tiempo con mis senos al desnudo. Fui al cuarto de mí madre y Aquel hombre estaba sentado sobre la cama.

— Ya se fue — informé seria. Estaba furiosa y confundida.

— Lo sé — asintió arrogante, con su vista fija en mí. Su tétrica mirada mucho más miedo que cualquier otra.

Yoongi y tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora