ESPECIAL NAMJIN

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La mayor parte del tiempo, Jin se consideraba una buena persona; pero sabía que en ese momento estaba siendo un egoísta de mierda. Una cita común con su marido se había convertido en una dolorosa situación cuando Namjoon se quedó embobado observando a un padre jugar con su hijo con los ojos llenos de anhelo.

Jihoon pasaba mucho tiempo en su casa, jugando todo el tiempo con su esposo. Pero, si bien el niño lo mantenía paternalmente ocupado, él sabía que el hombre deseaba que tuvieran un hijo propio.

Le había dado muchas vueltas, había puesto mil y una excusas por las que no deberían ser padres y Namjoon las había aceptado pacientemente, hasta que un día simplemente dejo de tocar el tema.

Sabía que hacia mal, JaeHwan se lo dijo, lo mejor era dejarlo ir para que encontrara a una persona que le diera la familia que él tanto deseaba; pero no podía hacerlo. Lo amaba con todo su corazón, no había manera de que imaginara una vida sin él. Namjoon era el mejor hombre que había conocido en toda su vida; sabía que no podría darle jamás un hijo, en cambio se dedicó amarlo en cuerpo y alma para compensar su infertilidad, aunque siempre le dio la sensación de que le salía debiendo. Creía que su amor jamás sería suficiente hasta que el primer mareo llego.

Estaba en la cocina de uno de sus negocios, preparando una ensalada balsámica cuando lo golpeo tan fuerte que estuvo a nada de caer al piso. Uno de sus ayudantes lo ayudo a sentarse y minutos más tarde siguió con sus labores.

Después vinieron las náuseas.

No era fácil trabajar como chef cuando hasta el más mínimo olor te daban ganas de vomitar, así que opto por tomarse unos días libres y hacerse un chequeo general. Todo iba demasiado bien, pero un desmayo en presencia de su esposo trajo la pregunta imposible:

"¿Y si estas en cinta?"

Lo miro y sintió un tirón en el pecho cuando noto que sus ojos estaban brillantes. Intentó restarle importancia y decirle que solo había sido su presión arterial, pero había sentido algo más florecer en su pecho: un pequeñísimo brote de esperanza.

Pasaron un par de días en que todo estuvo tranquilo. Hasta que Namjoon llego con una prueba casera tras un episodio de nauseas matutinas. Jin en un principio se negó, porque era imposible que él fuera a tener un hijo. Namjoon tuvo que ponerse serio para convencerlo.

La prueba dio positivo.

Y la que se hizo después de esa también.

Se había quedado petrificado. El pequeño trozo de plástico dejaba ver las dos líneas azules que confirmaban algo que parecía ser un milagro, algo imposible. A sus ojos, estaban gritando un sin número de burlas a él, un estéril con deseos de ser padre. Quiso ponerse furioso y botar la maldita prueba, pero el abrazo y las lágrimas de Namjoon le impidieron molestarse como él quería.

-Un hijo... ¡Te amo tanto, Jin! ¡No sabes lo feliz que me has hecho!

Se negó a creerlo. Negó sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas y su valor para mirarlo a los ojos se esfumaba.

-No... no hay que confiarnos, estas pruebas suelen fallar mucho... mañana me entregan los análisis de mi chequeo, entonces lo sabremos con certeza.

Namjoon asintió, pero pudo ver sus ojos brillantes, justo como la última vez... y en esta ocasión sí tendría que romper su corazón de frente.

***

Parpadeo como retrasado. El medico lo miraba con una sonrisa enorme y movía los labios, posiblemente felicitándolo.

Los análisis sanguíneos también podían fallar, ¿no?

Se negó a creerle al médico. Este se encontraba un poco preocupado por el estado del feto, considerando su problema anterior, así que le hizo un ultrasonido... Jin estaba seguro que con ellos se demostraría como todo era un error y podría continuar con su vida.

Alcohol + Despecho = Un bebé (YOONMIN) (MPREG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora