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Había dejado a Jin sumido en su histeria en aquel café en el que se habían reunido; estaba demasiado jodido con sus propios problemas como para querer lidiar con su drama. Lucho por parecer duro frente a sus amigos, pero la verdad es que estaba muy asustado. El niño no era de Zico, nunca había sido su pasivo... la única opción posible era el desconocido que le había roto el culo la noche de la despedida de soltero de Hoseok. Se había preñado en una borrachera de un extraño y ahora tenía que hacerse cargo solo del problema; apenas y tenía el dinero suficiente para sostenerse a sí mismo, vivía en un piso minúsculo y su trabajo en el taller le exigía esfuerzo físico. Tenía miedo de que lo despidieran, perdiera su departamento y tuviera que volver a casa humillado, pero no había de otra... quizá sus acciones habían sido impulsadas por el dolor, pero él había elegido emborracharse en esa fiesta y Yoongi no era de los que huían de su responsabilidades. Lo afrontaría sin importar cual fuera el resultado, siempre lo había hecho.

Llego temprano al taller. Aunque el portón estaba cerrado, las luces de la "oficina" administrativa estaban encendidas, asi que pensó que era buena señal: si su jefe lo despedía no quedarían testigos de ello, el hombre era todo miel, pero sabia que podía ser un cruel monstruo cuando se lo proponia. Entro con paso inseguro al taller cerrando la puerta tras de si y se dirigio a esa oficina con un nudo en la garganta.

-¿Jefe?

El hombre se giro y le dio una enorme sonrisa, acto seguido corrió hasta él y lo envolvió en un afectuoso abrazo.

-Yoonginnie, querido. ¡Qué bueno que llegaste! Siempre tan responsable... ¡Hoy tenemos tanto trabajo que creo que no nos daremos abasto! Chanyeol y Baekhyun no hacen gran cosa... creo que a Sehun y a ti les tocara hacer la mayor parte...

-Si...- ¿Por donde comenzar?- Vera jefe, necesito hablar con usted.

-¿¡Como que usted!? Ya te he dicho que puedes tutear... soy demasiado joven y hermoso para que me hablen de usted. Ya sé que este taller me ha hecho envejecer algunos años, pero no es para tanto. No sé qué estaba pensando mi padre cuando...

-¡Heechul!

He aquí uno de los mas grandes defectos de Yoongi: no es una persona paciente. Podría decir que cualquier otro dia hubiera estado encantado de escuchar a su jefe parlotear sobre su padre, pero la verdad es que no. Si había algo que le estresaba a Yoongi, eran los parlanchines que se pasaban horas hablando de nimiedades.

-Lo siento Yoonginnie. ¿Qué era lo que me querias decir?

-Ahhh... ¡Más fuerte Channie!

Heechul puso los ojos en blanco y Yoongi quiso darse de topes contra la pared.

-¿A qué hora llegaron esos? Yoongi, ya sabes que hacer... ¡Ah! Y cuando llegue Sehun, ¿podrías reunirlos a todos? Tengo un aviso que darles.

Salio de la oficina refunfuñando antes de ir a buscar la manguera. Encontró a Baekhyun y Chanyeol empotrados sobre la cajuela de un Jetta a medio reparar, no tuvo mucho que pensar, solo aplico el procedimiento estándar para esos casos: abrió la llave y los empapo de agua, bajando las erecciones de ambos al instante.

-Bonito dia elegiste para llegar temprano- refunfuño Chanyeol de mal humor, una vez que se había colocado el overol seco.

-Si quieren coger, váyanse a un jodido motel. Heechul tiene un anuncio.

Se dio la vuelta y fue a buscar su caja de herramientas, escucho un "hace falta que le den por el culo" de parte de Chanyeol. Pudo darse la vuelta y callarlo de un puñetazo, pero habían dos cosas que lo detenían: la primera es que consideraba al orejón un buen amigo, la segunda, que recién le habían dado.

Alcohol + Despecho = Un bebé (YOONMIN) (MPREG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora