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No hubo mamada.

No quería saber nada sobre sexo mientras Jihoon estuviera dentro de él; aunque su hermano lo creyera así, él no tenía ninguna intención de "traumar" al bebé... además, no deseaba solo una mamada, quería mucho más... y con el peso de su hijo adicional, no podía romperle el culo a Jimin como tanto quería.

En venganza por rechazarlo, el chico lo obligo a comer un montón de verduras; con un puchero se negó a quedarse un rato más y se fue después de ayudarle a recostarse. El día había sido satisfactorio, pero jodidamente largo. Su cuerpo estaba adolorido y su cabeza le rogaba que durmiera un poco, pero el bicho no paraba, intento arrullarlo rapeandole su canción favorita de Epik High, pero tuvo un efecto contraproducente. Al final, fue él quien cayo dormido mientras Jihoon seguía con su fiesta.

***

Jin no fue a buscarlo de inmediato. Con el pasar de los días, se fue convenciendo de que finalmente, su mejor amigo decidió cortar toda relación con él, importándole poco el bicho hermoso y redondo que iba a parir en el futuro. Se sentía decaído, pero Jimin estaba siempre ahí, haciéndolo reír con bromas idiotas y arrancándole miradas enternecidas con todo lo que decía y hacia... su presencia lo reconfortaba, pero no era lo mismo. Jimin no despedía ese aire maternal que tanto le tranquilizaba de su amigo.

Extrañaba a Jin como el infierno.

Era un sábado por la mañana cuando al fin se había resignado a que no le hablaría más. Se abasteció con helado de café y tenía sobre su sofá su pequeña colección de dvd's de Tarantino, listos para usarse. Se sentía un poco deprimido y, según Jimin, esa era la clase de cosas que una persona deprimida hacia... bueno, su pre-novio había sugerido películas románticas en realidad, pero esas le valían. Era un tanto ridículo y femenino, pero estaba preñado... esa era una buena excusa para cualquier cosa.

Tardo media hora en encontrar una posición en la que Jihoon no presionara su columna vertebral tan dolorosamente. Había servido helado en una taza y tenía pocos minutos de haber presionado el botón de "play" en el control remoto cuando alguien toco su puerta. Soltó un gemido de frustración y decidió continuar viendo su película. Las personas importantes tenían llave y Jimin estaba ocupado el resto del día; un jodido vendedor no iba a arruinar su día junto a la novia.

El timbre se volvió más insistente a la par que su irritación aumentaba. Finalmente, optó por pausar la película y levantarse, sujetando su taza de helado con fuerza dispuesto a vaciarla encima del imbécil que había interrumpido su día de miseria y autocompasión. Abrió la puerta pero ni siquiera tuvo oportunidad de gritarle cuando entró como si fuera su casa.

Bueno, considerando que aún no le había pagado lo que le presto para el depósito, suponía que era casi lo mismo.

Jin invadió su departamento como un torbellino. Se detuvo para entregarle una lonchera llena de comida y se siguió de largo, revisando cada habitación y abriendo cuanta puerta se topaba en su camino con una sonrisa de psicópata.

-¿Jin? ¿Qué haces?

Ni el baño se había escapado de su euforia.

-Namjoon y yo hablamos anoche antes de follar, hemos decidido obsequiarte todo lo que necesites para acondicionar la habitación del bebé. ¿Dónde dormirá?

Una parte de él se sentía aliviado, con un peso menos encima. Ya ni siquiera sabía por qué pensó lo peor; Jin era un hombre de negocios y continuamente estaba fuera de país. Casi de inmediato se fue el alivio y llego la preocupación. Se sintió palidecer, ¿Dónde dormiría Jihoon? Apenas y había decidido quedárselo, había un montón de cosas que no había pensado aun, se sentía abrumado -¿Qué?

Alcohol + Despecho = Un bebé (YOONMIN) (MPREG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora