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-¿Qué?

Estúpido, pero fue lo único que pudo responder. Por un momento creyó que no había escuchado bien.

Jimin avanzo un paso y él se hizo a un lado, permitiéndole que pasara. El chico entro al departamento y se quedó de pie a lado del sofá. Se le veía incomodo, como si su repentino ataque de valentía se hubiera evaporado.

-Que quiero ayudarte a elegir los padres del bichito.

-¿Cómo supiste donde vivo?

Las mejillas de Jimin se tiñeron de un suave rosa y rompió su contacto visual.

-Te seguí para asegurarme de que llegaras a salvo... ¡pero no me cambies de tema!

Claro, tenia que ser eso. Las punzadas en su cabeza aumentaron y fue hasta el sillón a sentarse. Estaba bastante seguro de que presión arterial le estaba dando problemas de nuevo. Inclino su cabeza en el respaldo y cerró los ojos. Su cerebro martilleaba con fuerza.

-¿Estas bien?

La voz de Jimin sonaba preocupada. Lo sintió sentarse a su lado y posteriormente tocar su frente.

-Solo es un dolor de cabeza. Me dan cuando no como bien... con un analgésico se calma.

-¿No comiste bien? ¿Qué Jin no te deja comida?

Más preocupación, aun le importaba a Jimin. El peso sobre sus hombros se fue antes de darse cuenta de que estaba ahí.

-Dejo antes de irse a Jeju, pero ya me la termine. Y ayer no me sentía con ganas de cocinar.

-¡¿No has comido desde ayer?!

Abrió los ojos justo para ver como Jimin se levantaba disparado del sofá e iba a la cocina.

-¿Qué estás haciendo?

Escuchaba el sonido de sus alacenas abrirse una y otra vez. Lentamente, se puso de pie y fue a donde estaba Jimin. Se sorprendió al llegar a la cocina: había un par de huevos en un sartén, verduras picadas en un recipiente y Jimin exprimía unas naranjas para hacer jugo.

-Hago un desayuno para ti. Es bueno que Jin se preocupe por que estés bien alimentado... ¡Y que sea tan generoso! La fruta es tan cara...

-¿Por qué estás haciéndolo?

Lo que menos quería era que Jimin se molestara de nuevo pero en verdad no le encontraba lógica a sus acciones.

Jimin se detuvo cuando el vaso de cristal estuvo lleno y fue a poner las verduras sobre el huevo.

-No importa que lo vayas a regalar. Tanto tú como el bichito tienen que estar fuertes o el nacimiento puede ser complicado. Y si las cosas van mal, no importara si te lo quedas tu o alguien más.

Puso el plato frente a él y le paso el vaso con el jugo de naranja.

-¿Ya desayunaste?

Jimin negó y se encogió de hombros, restándole importancia.

-Lo hare después.

Dejo los cubiertos y alejo el jugo de él. Su estómago vibraba solo de pensar en comida, pero no se sentía bien hacerlo así. Jimin pareció comprender el mensaje, pues fue a prepararse un plato exactamente como el suyo. Fue hasta entonces que comenzó a comer.

No dijeron mucho. Yoongi se estaba esforzando por mantener a raya el dolor de cabeza mientras comía y observaba a Jimin de reojo.

El chico era un gran cocinero. Un punto más a su aparente perfección.

Alcohol + Despecho = Un bebé (YOONMIN) (MPREG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora