Alcohol + Despecho = Un bebé (YOONMIN) (MPREG)

ESPECIAL YOONMIN

Como cuando quieres hacer un lemon divertido y te queda doblemente kk </3

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-Quiero un hermanito.

Yoongi se atraganto con el agua y el rostro de Jimin enrojeció tanto que competía con un tomate. Y Jihoon, su hijo, los miraba sereno desde su sitio en la mesa como si hubiera comentado lo bien que le iba en la escuela.

-¿Para qué quieres un hermano?

El niño bajo la mirada, enfocándola en su plato y removiendo su sopa con la cuchara.

-Para que juegue conmigo. Ustedes están ocupados todo el día en la cafetería y me dejan solito todo el tiempo jugando en una de las mesas.

-¡Oh, mi niño! – Jimin se giró a él y tomo una de sus manitas entre las suyas- ¿Quieres un hermanito para que juegue contigo? –Jihoon asintió, entonces Jimin lo miro a él -¿Escuchaste eso, Yoongi? El niño quiere un hermanito.

-¿Qué no tienes a Jun?

-No es lo mismo, papi. Quiero un hermanito para que nos divirtamos juntos- el niño comenzó a comer – Kwangmin tiene a Youngmin, Li a Jennie, y se la pasan riéndose todo el tiempo. Y Jun es más joven que yo y casi siempre está en su casa o en China con sus abuelitos... yo no tengo a casi nadie.

Los ojos de Jihoon se enrojecieron y el corazón de Yoongi se rompió. Sabía que, pese a que la cafetería fue montada con la idea de que pasara más tiempo con Jihoon, termino absorbiendo mucho tiempo y no estaba para él tanto como le hubiera gustado. Y era verdad, su hijo pasaba la mayor parte de las tardes sentado en una mesa haciendo sus tareas, Jimin y él solo tenían tiempo para turnarse y explicarle cosas que no entendía.

-¿Y si contratamos a alguien para que uno de nosotros se quede contigo?

Jihoon negó –Papi... quiero un hermanito... por favor...

Su primer instinto fue negarse, pero su niño lo miraba con ojos de cachorrito y le era imposible negarle algo cuando ponía esa expresión.

-Veremos después... ahora, termina tu cena.

Medio conforme, el pequeño continuo comiendo.

***

-¿En verdad estas considerando que tengamos otro hijo?

Jimin estaba recostado en la cama, sudado, con el cabello desordenado y ojos brillantes. Le habían echado seguro a la puerta y se habían dado un par de horas para ellos, rezando en segundo plano para que su hijo no tuviera ninguna pesadilla y fuera en su búsqueda.

-Por supuesto que no, Park. Ni loco dejo que me rompas el culo de nuevo.

Jimin hizo un puchero.

-¡Pues no volveré dejar que me lo rompas tú a mí!- una nalgada sonó en la habitación encendiendo las mejillas de Jimin y haciéndole soltar un gemido... mandando por la borda su afirmación. Park Jimin era muy fácil de persuadir –De acuerdo, eso no... pero debemos hacer algo con el niño, él en verdad quiere un hermanito.

Yoongi abrazo a su esposo pegándolo a su cuerpo –No te preocupes, Jimin. Lo tengo cubierto.

***

-¿Qué es? ¿Qué es?

Jihoon estaba de rodillas bajo el gran árbol que Jimin lo había hecho poner en la sala. No solía decorar en navidad, pero desde que se percató lo mucho que le gustaban las luces de colores a su hijo, lleno su casa de navidad para él.

-Ten cuidado, Jihoon, no muevas mucho la caja.

Ese había sido su año: su hermano y Yugyeom le regalaron un puño de videojuegos y una pista de carreras, Namjoon le había comprado una enorme frazada de Rilakkuma y Jin un vale por todo lo que pudiera tomar de su juguetería favorita en un minuto. La abuela Park le obsequio un pequeño piano, Jimin terminó la casa del árbol que él niño tanto quería y él, le había regalado la mejor solución a su problema.